lunes, 21 de mayo de 2007

"Ciutadans es una tomadura de pelo"

La crisis que desde hace meses venía fraguándose en la trastienda de Ciutadans, incluso desde antes de las elecciones al Parlament de Catalunya del 1 de noviembre, ha acabado por explotar en forma de oleada de dimisiones en todos los frentes, amenazas, sanciones y, como colofón, con rumores de una eventual escisión desproporcionadamente temprana dada la juventud de la formación.

Una crisis que, según ha asegurado a diarioiberico.com el ex coordinador de Andalucía de C's, Mario Acosta, ha demostrado que "Ciutadans es una tomadura de pelo", llevándoles a ser un partido que poco tiempo de nacer "ha dañado seriamente" su propio proyecto.

Acosta, quien ha sido expulsado de la formación liderada por Albert Rivera cuatro días después de haber dimitido "por no soportar más una situación irregular, oscura e ilegal", ha asegurado que en el partido "anida un grupo de incompetentes y mediocres que hacen lo que les da la gana".


No se trata "de una pataleta", tal y como ha insistido Acosta a este medio, sino una "constatación de un engaño". A su juicio, "es inconcebible que un partido político no haya redactado todavía un solo documento político", lamentando que el partido que había izado la bandera de la lucha contra los usos y formas de los partidos políticos tradicionales haya "aprendido tan rápido" de ellos, aplicando "medidas antidemocráticas" y "decidiendo de forma oscura y siniestra dónde se presentan listas de Ciudadanos y dónde no", además de confeccionarse de una forma "pueril".

La lista de causas que han provocado el cisma en el partido estrella de las pasadas elecciones autonómicas en Catalunya es larga, a juzgar por quien se define como "un mero ciudadano" que ve con cierto resquemor como "los que crearon este partido se quieren profesionalizar como políticos, dañando seriamente el proyecto inicial".

Por un lado, y lo que parece ser la semilla de todo el conflicto, existe una suerte de lucha por el poder, definida por Acosta como una "trama de clanes", que encabezan por un lado el presidente, Albert Rivera, y por el otro el secretario general, Antonio Robles, quien hace pocos días ha amenazado con dimitir. Un enfrentamiento que se ve acentuado por las "irregularidades" en la confección de las listas electorales, con el consejo general del partido saltándose la jerarquía natural de cualquier partido, creando lo que el ex coordinador andaluz ha llamado "estilo Zapatero" que responde al esquema "decir una cosa un día y contradecirse al siguiente".

Un panorama que "no sabemos como va a acabar", pero que no parece tener una solución sencilla. "La solución debe venir desde la misma dirección", aunque decenas de militantes han hecho públicas ya unas críticas que "guardamos desde el 1 de noviembre para superar con una falsa imagen de unidad las elecciones catalanas y el referéndum sobre el Estatut".


Diario Ibérico

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