
¿Incoherencia? De ningún modo. Montaron escuadrones de la muerte, dando alas con ello a ETA ante la comunidad internacional, porque creían que les convenía tácticamente para mantenerse en el poder (y forrarse los bolsillos, de paso). Y ahora defienden la excarcelación de De Juana porque la necesitan tácticamente para seguir conservando el poder (y continuar, claro, forrándose el bolsillo).
Pero a mí las medias tintas no me gustan. Me dan mal rollo. Ya que estamos en fase de tratar de vender a la sociedad lo buenos colegas que son esos etarras que mataron a Miguel Angel Blanco, o a Alberto Jiménez Becerril y su mujer, o a tantos otros centenares de víctimas, incluidos muchos niños, yo creo que Zapatero debería ir un paso más allá.
¿Qué tal, por ejemplo, si Odón Elorza inaugurara en San Sebastián un monumento a la reconciliación, compuesto por veinte monolitos de piedra con forma de uña, que representaran las veinte que les arrancaron de las manos a Lasa y Zabala antes de matarles y enterrarles en cal viva?
Creía que lo había visto todo, pero que tengamos ahora que oír la indignidad de que "hay que ser humanitario con De Juana" de labios de los mismos que no dudaron en montar todo aquel horror del GAL es, con perdón, para vomitar.
Teníamos un Gobierno, el de Aznar, que supo acorralar a ETA sin recurrir a la guerra sucia, sin forrarse el bolsillo y sin negociar nada con los asesinos. Después, el 11-M ha devuelto al Gobierno a aquéllos que están dispuestos a lo que sea con tal de ocupar el poder: lo mismo les da torturar etarras que repartirse con ellos el país.
Luis del Pino
Libertad Digital, 25-01-2007
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