
En un discurso encendido, Ortega fustigó a las políticas neoliberales y expresó que los servicios de energía se verán fortalecidos con varias plantas eléctricas, proporcionadas por Venezuela, para evitar que el sistema de distribución eléctrica que esta en manos privadas colapse, pero no se pronunció a favor de la nacionalización.
Ortega, habló del "capitalismo brutal y salvaje", parafraseando al Papa Juan Pablo II, y adelantó, sin explicar como va a conseguirlo cumplir con las ambiciosas promesas realizadas durante la campaña, que vendrá "un nuevo camino que permita a las familias nicaragüenses vivir con dignidad". Actualmente, el 80% de los cinco millones de nicaragüenses viven en la pobreza y la mitad de ellos en la miseria.
El nuevo gobernante prometió austeridad, ausencia de salarios elevados y seguir gobernando desde abajo y no desde arriba porque a algunos servidores públicos se les olvida que fueron elegidos por el voto del pueblo y que es hora, parafraseando una frase de una canción "de irse bajando de la nube más alta".
Inicio con retraso
La segunda toma de posesión de Daniel Ortega como presidente comenzó con dos horas de retraso, para permitir a Hugo Chávez concluir su propia investidura y viajar a Managua donde volvió a repetir la consigna "socialismo o muerte". Algunos de los 15 mandatarios, así como otros invitados, dieron señas de molestia por la demora y de sorpresa por la presencia del ex presidente Arnoldo Alemán, condenado a 20 años de prisión por corrupción.
El ex gobernante, acompañado de su esposa, ocupó sonriente un lugar en la primera fila y saludó a antiguos funcionarios de su gobierno. Alemán se encuentra desde 2005 en arresto domiciliario. En el 2003 fue condenado por lavado de dinero, fraude, malversación de caudales públicos, asociación para delinquir y delito electoral en perjuicio del Estado. "Hoy es día del nuevo presidente, se venció el plazo y se pagó la deuda, se enfrió la sopa y va a haber perros bebiéndola", dijo Alemán.
Ortega, que repite mandato después de 16 años y de tres intentos fallidos (1990, 1996 y 2001) y gobernará para el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) durante los próximos cinco años, pretendió quedar bien con Dios y con el Diablo. De esta manera anunció el ingreso de su país en la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA) y al mismo tiempo trabajar con el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos con Centroamérica (TLC).
Tras la ceremonia Ortega salió a darse un baño de multitud entre simpatizantes sandinistas en Managua, acompañado de los representantes de la izquierda más dura; el venezolano Chávez, de boliviano Evo Morales, y los representantes de Cuba y Rusia, el vicepresidente José Ramón Machado y Sergey Vadimovich, respectivamente.
La mayor parte del resto de los mandatarios estaban en otros actos más elitistas o abandonando el país, como el caso del mexicano Felipe Calderón. Chávez y Morales permanecieron hasta este jueves en Managua, donde elogiaron al presidente cubano Fidel Castro como el "comandante de la liberación latinoamericana".
Diplomacia en Managua
La toma de posesión de Ortega fue aprovechada por el mandatario de Colombia, Álvaro Uribe, y el gobernante electo de Ecuador, Rafael Correa, para poner fin al conflicto bilateral por las fumigaciones de los cultivos de coca.
Acordaron crear una comisión tripartita, integrada por las dos naciones y un delegado de la OEA, para verificar que las fumigaciones con herbicida -glifosato no traspasen los límites fronterizos de Ecuador; la realización de un estudio para ver si el producto afecta o no a la salud; y recoger testimonios de ambos lados de la frontera con opiniones de la gente sobre estas labores.
Heraldo de Aragón (13/01/07)
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