sábado, 13 de enero de 2007

El gobierno se asusta, y los titiriteros salen al rescate

Cuatro años después, otra vez el mismo espectáculo. Idénticos rostros, idénticos nombres e idéntico odio. Se han quitado la careta que blandieron amparándose en una iniciativa con gran apoyo popular contra la guerra de Irak. Han demostrado lo que son: palmeros, machacas de lujo de los que echar mano porque ellos lo valen, y porque las subvenciones de Carmen Calvo, a diferencia de las de Pilar del Castillo, son de ida y vuelta.

En la manifestación del sábado, UGT no ha sido el único mamporrero del Gobierno. Al papel se han sumado muy gustosamente una troupe reaparecida de a saber dónde. Gentes que han respondido al "A mí la Legión" –y que me perdonen los caballeros del Tercio – lanzado por un Ejecutivo cuyo jefe se niega a apechugar con la triste realidad, dando un paso al frente contra la derecha "cerril y cavernícola" para crear un "cordón sanitario". Esa misma derecha, y que cada palo aguante su vela, que tanto los mimó y a la que tantas bofetadas propinaron.

Resulta curioso ver a tanto personaje saliendo de sus cómodos poltronas. Ahí está cierta matriarca que, por poner verde al PP, es capaz de juntarse con una baronesa. O aquél otro, republicano, que pierde los vientos por cenar con una princesa. Tal vez el de más allá, comunista de toda la vida, y cantautor elogioso del generalito ferrolano, casado con la Pilarín Cuesta de la radio del franquismo. Y en medio, la tieta Regás y los nietos de La Pasionaria en versión rosa. ¡Menudo personal!

Pero lo más curioso es que a estos mismos que afloran como setas, algunos de ellos promotores de las Rosas Blancas (no por la dignidad, precisamente), les ha entrado una preocupación por ETA sorprendente. Aunque las generalizaciones nunca fueron buenas, sería interesante conocer cuántos de los mismos que ahora defienden una manifestación de repulsa al atentado del 30-D, y de paso, destinada a apoyar al Gobierno, han participado en otros actos similares con anterioridad. Claro que para algunos de ellos, es más digna una abogada de etarras como Jone Goirizelaia que un simple simpatizante, o votante, del Partido Popular. El cordón sanitario y tal. Ya saben.

No engañáis, queridos. Ya estáis muy calados. Ni para dobermans servís.

Rodrigo Robles
El Semanal Digital, 12-01-2007

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