Desde el vídeo contra Pedro Jota, no había visto yo una fechoría audiovisual del PRISOE tan descarnadamente abyecta, tan repugnante, tan decididamente asquerosa como la perpetrada por Gabilondo y a finales de la semana pasada contra las víctimas del terrorismo, los que apoyan a las víctimas del terrorismo, los discapacitados en general y los poliomielíticos en particular.
Nunca veo el telediario de Iñaki, ya sé que no soy muy original, pero por casualidad vi el del pasado viernes, justo en el momento en el que el otrora suavón sectario radiofónico mostraba su cara teleoscura, la de un Sardá de cheka dispuesto a congregar como sea a los fieles de la secta progre o acaso de echar fuera la bilis que les rebosa a estos tíos multimillonarios, multiprogres y multicaraduras. Anunciando la cosa, dijo Iñaki con su cara de bueno caducada que iban sólo a contar una historia, sin ni comentar nada, porque se comentaba por sí misma. ¡Y tanto!
Lo que hicieron fue sacar a un señor en una silla de ruedas que participaba en una manifestación convocada por la AVT contra la miserable política de rendición del Gobierno socialista ante ETA. Llevaba este hombre una bandera nacional y asistía a la manifestación dentro del siempre respetuoso tropel de gente que suele congregarse en este tipo de actos cívicos que suele convocar o llenar la derecha, nada que ver con la basura arrojadiza de la izquierda cuando el Prestige, la Guerra de Irak o el 12-M. Y tras esas imágenes se produjo la vil manipulación prisoica de Gabilondo y la Cuatro.

Federico Jiménez Losantos, Comentarios liberales
El Mundo, 18-12-2006
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