¿De Dónde han venido los votos de Ciutadans?

En fin, mucho nos tememos que los votos que Ciutadans ha podido arañar al PSOE son anecdóticos, por mucho que se empeñe en lo contrario, para justificarse a sí mismo, Jiménez Losantos

Redaccion: 23.11.2006 Recientemente Albert Rivera, cabeza visible de Ciutadans, definía el nuevo partido diciendo que compartía los valores de la socialdemocracia y el liberalismo progresista. Es decir una especie de mezcla entre Willy Brant y Bill Clinton.

Un partido que según él mismo afirmaba se declaraba laico, partidario del matrimonio homosexual y del aborto. No parece pues que los principios que defienden en Ciutadans coincidan mucho con los valores tradicionales de nuestra derecha, ni tampoco que su modelo de sociedad tenga parecido alguno, no ya con el modelo conservador clásico, sino con el liberal inspirado en los neo-con norteamericanos.

Sin embargo nos enteramos que Albert Rivera ha abrazado este centro izquierda, socialdemócrata y liberal-progresista muy recientemente, ya que fue militante del PP durante tres años y que, curiosamente, dejó el partido el pasado mes de abril para integrase como cabeza de lista de Ciutadans. Resulta pues que hasta el mismo líder de Ciutadans sale del PP. Y algunos se empeñan en hacernos creer que sus votos no han salido mayoritariamente de electores del PP.

No que va, mera coincidencia que los votos que ha perdido el PP coincidan casi exactamente con los que ha sacado Ciutadans. En fin, mucho nos tememos que los votos que Ciutadans ha podido arañar al PSOE son anecdóticos, por mucho que se empeñe en lo contrario, para justificarse a sí mismo, Jiménez Losantos. La realidad es que el comunicador ha jugado con las bases de la derecha, esas que no se merece el PP, en Cataluña, para que, con el banderín de enganche del meritorio antinacionalismo de Ciudatans, votasen a un partido que está en las antípodas del resto de principios de la derecha española.

Jiménez Losantos sabrá por qué ha preferido orientar el voto de los descontentos del PP hacía un partido de izquierdas y no hacía uno de derechas. A nosotros solo nos queda repetir que nos alegra ver surgir una izquierda nacional, pero que nos alegraría aún más que su éxito se hubiera basado en el apoyo de las bases de la izquierda y no se fraguase a costa de las bases de la derecha.

Minuto Digital (24/XI/06)