viernes, 24 de noviembre de 2006

25-N : Siempre las víctimas

Ahora que Ciutadans está poniendo de moda las citas de los cantautores de los años 60-70, podríamos recordar a propósito de las víctimas del terrorismo aquello de Raimon: «Jo vinc d un silenci / antic y molt llarg». Porque a las víctimas del terrorismo etarra, durante muchos años, se les sacaba en su ataúd por la puerta de atrás de ciertas iglesias vascas. Y ello no retrataba sólo a ciertos pastores y a algunas ovejas, sino a la cabaña ovina en pleno, es decir, a la nación española, que era incapaz de tratar con el respeto debido a quienes daban la vida precisamente por ser españoles y por defender todo lo que nuestra viejísima nación ha sido, es y significa.
Si no podemos aplicar a las víctimas otra canción de Raimon, ésta dedicada al viejo comunista López Raimundo, T he conegut sempre igual, es porque hubo unos días de dolor y de vergüenza, los del martirio y asesinato de Miguel Angel Blanco, en los que la nación española se hartó de renegar de sus hijos y decidió sacar a sus muertos por la puerta grande de las catedrales. Desde entonces, ya no hemos visto siempre igual a las víctimas del terrorismo etarra. Por lo menos, no toda España.

Durante los años de Aznar se entendió, con muy buen criterio, que a las víctimas no sólo había que tratarlas con decoro, sino convertirlas en referente moral de la lucha contra sus asesinos, porque sólo en la identificación, en la empatía con las víctimas quedaba anclado el rechazo permanente contra sus verdugos.

Esto ha cambiado con Zapatero, al menos en lo que a la izquierda se refiere, que tras intentar la destrucción de la AVT, con el infame Peces de chequista gubernamental, empleó todas sus herramientas mediáticas en el descrédito de Francisco José Alcaraz, ora negándole las subvenciones más elementales a las que tiene derecho la AVT, ora injuriándole por no rendirse ante ETA como este mal llamado Gobierno de España (no es ni una cosa ni la otra), que en el mal llamado proceso de paz (que tampoco lo es), ha resultado aún más infame que aquéllos de UCD y el PSOE que sacaban los ataúdes de los asesinados por la puerta de atrás de las iglesias.

El linchamiento de la AVT por parte de los sicarios o simpatizantes del zapaterismo, desde Peces a Savater, ha chocado con el respaldo moral y material, político y social de la nación española, al menos de la parte de ella que se niega a envilecerse pactando con los verdugos y despreciando a las víctimas. Este sábado, el 25 a las 17.00, de nuevo la AVT y otras organizaciones cívicas se manifiestan en Madrid contra la política de rendición ante ETA. Sólo los líderes del PP acudirán a esa manifestación, porque saben que ese resorte moral de respaldo a las víctimas obedece más que nunca a la razón de ser de toda la nación.

Son víctimas porque son nuestras y son nuestras porque son víctimas. Allá otros con sus verdugos.

Federico Jiménez Losantos
El Mundo, 24-11-2006

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