martes, 11 de octubre de 2011

Crisis.Madrid, una lección para Cataluña. Por Emilio J. González

Quien siembra vientos recoge tempestades, que es a lo que se ha dedicado Cataluña en los últimos años. Y si quieren prosperar, que tomen ejemplo de lo que se hace en Madrid, por muy duro que les pueda resultar a su orgullo.

Los políticos y los medios de comunicación catalanes se han lanzado a una nueva campaña de victimismo a tenor de la catastrófica situación financiera de la Generalitat, que la lleva a desatender servicios básicos como la sanidad mientras sigue dilapidando los recursos públicos en promover el nacionalismo a toda costa. Lejos de realizar el necesario ejercicio de autocrítica, estos personajes se dedican a criticar al resto de España mientras el Ejecutivo autonómico se las tiene que ver con unas cuentas públicas que no cuadran ni a martillazos, sin tener en cuenta que en otras autonomías, como Castilla-La Mancha, Baleares o la Comunidad Valenciana sus líderes están tomando decisiones drásticas ante la calamidad de su situación financiera. Pero, claro, si se fijaran en lo que se hace en otras regiones no podrían levantar la bandera del victimismo para que vengan otros a arreglarles los problemas que se han creado ellos solitos. Quizá deberíamos enviarles un ejemplar del informe Situación Económica y Social de la Comunidad de Madrid 2010, que el Consejo Económico y Social madrileño ha presentado este lunes, porque dicho documento contiene las claves de por qué Madrid va bien y Cataluña no, por mucho que las comparaciones les resulten odiosas a los catalanes.

Los datos del informe, sin embargo, no admiten lugar a discusión. Por ejemplo, Madrid, con un millón menos de habitantes que Cataluña, aporta al PIB nacional casi lo mismo que los catalanes. De ello se deriva que el PIB per cápita de los madrileños (21.834,8 euros) es claramente superior al de Cataluña (19.541,8). Por supuesto, desde Cataluña siempre se dirá que esto se debe a que la Comunidad de Madrid disfruta de una renta de capitalidad que ellos no tienen, y el mismo argumento emplearan para explicar por qué el 75% de la inversión extranjera en 2010 se concentró en Madrid, o por qué el 24% del total de empresas que se crearon en España fue en esta región. Pretender agarrarse a esa excusa, sin embargo, es un ejercicio de negación de la realidad. Si Madrid está económicamente mejor es porque aquí se aplican políticas liberalizadoras, como en materia de comercio, mientras en Cataluña predomina el proteccionismo. Si Madrid prospera es porque es una comunidad abierta que no expulsa a las empresas con sus políticas de inmersión lingüística ni con sus manifestaciones secesionistas. Si, por todo ello, la economía madrileña crece más y genera más empleo, también contará con más recursos para financiar su gasto público. Si, por último, el Ejecutivo de Esperanza Aguirre se dedicó a recortar el gasto público desde que empezó la crisis en 2007 mientras que otros han seguido tirando alegremente de chequera, porque para eso ya estaba Zapatero dispuesto a darles todos los dineros que quisieran, y ahora se encuentran con que no hay recursos porque las arcas del Estado están vacías, es problema suyo. Quien siembra vientos recoge tempestades, que es a lo que se ha dedicado Cataluña en los últimos años. Por tanto, que se dejen de criticar a los demás y apechuguen con las consecuencias del problema que ellos solitos se han creado. Y si quieren prosperar, que tomen ejemplo de lo que se hace en Madrid, por muy duro que les pueda resultar a su orgullo.

Libertad Digital – Opinión

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