domingo, 9 de octubre de 2011

EEUU. Candidato ABO. Por Alberto Acereda

La útil palabreja ABO se ha puesto ahora de moda en la política electoral norteamericana. Con ella se alude por sus siglas a "Anyone But Obama", o sea, cualquier candidato antes que Obama.

Aunque lo de ABO responde por sus siglas a varias organizaciones en EEUU, desde oftalmólogos a centros de estudio de biomasa de algas, o desde otorrinos a asociaciones de constructores y propietarios neoyorquinos, pasando también por determinados grupos sanguíneos, la útil palabreja ABO se ha puesto ahora de moda en la política electoral norteamericana. Con ella se alude por sus siglas a "Anyone But Obama", o sea, cualquier candidato antes que Obama. Tan mal anda el presidente que de su "Sí se puede" y "Cambio y esperanza" del 2008 ha pasado en apenas tres años al clamor general de "ABO".

Una de las voces más importantes del pensamiento conservador norteamericano, William F. Buckley, Jr., confesaba hace algunos años con su habitual ironía que preferiría vivir en una sociedad gobernada por los primeros dos mil nombres de una lista telefónica de Boston, que en una sociedad dirigida por los dos mil profesores y catedráticos de Harvard University. Aparte de la astuta y reveladora broma de Buckley apaleando al pseudo-progresismo de los intelectuales, y más allá de la anécdota puntual de que Obama fuera por un tiempo asistente del profesorado de Harvard, la realidad es que ABO es a día de hoy el candidato con más posibilidades de ganar.


EEUU ha vivido presidencias con siglas familiares y referidas a sus líderes en la Casa Blanca, desde Lincoln (ABE), Roosevelt (TR), el otro Roosevelt (FDR), Eisenhower (IKE), Kennedy (JFK), Johnson (LBJ) a W (Bush hijo). Cerca ya del inicio de las primarias republicanas, los votantes andan intentando dilucidar quién será ese nuevo nombre y apellido que encarne al candidato ABO y que se enfrente al manchuriano de Illinois dentro de poco más de un año.

La campaña republicana está más abierta que nunca y pocos analistas predecían esta actual situación. Chris Christie y Sarah Palin han confirmado ya que no se presentarán, por lo que no debería haber más entradas de aspirantes sino más bien bajas de quienes se vayan retirando, como ya hizo Tim Pawlenty. A la espera del nuevo debate este próximo martes, Mitt Romney sigue liderando las encuestas pero cada vez con menos diferencias respecto a los seguidores. Rick Perry tuvo un último debate desastroso y ha bajado muchos puntos, además de la mala publicidad que los medios le están dando al hilo de un infundado cuento de tintes racistas. Michelle Bachmann está en caída libre y sus votos parecen haberse ido para Herman Cain, aunque falta ver por cuánto tiempo mantendrá Cain ese apoyo.

Newt Gingrich, a quien algunos dieron por acabado a inicios de verano, acaba de lanzar su nuevo "Contrato con América para el siglo XXI" y ha recibido muchos apoyos en estos últimos días, al haber preparado un documento orgánico que muestra una visión para todos los norteamericanos. Ron Paul no acaba de despegar porque, pese a sus grandes ideas en materia de libre mercado, está lejos del pulso de los votantes en cuanto a política exterior y seguridad interior. Jon Huntsman y Rick Santorum es posible que duren poco tiempo más en campaña, lo que deja, a mi juicio, un horizonte real con tres o cuatro candidatos que se disputarán el triunfo final: Romney, Cain, Gingrich... y acaso todavía Perry.

Quienquiera que sea el candidato que se enfrente a Obama tendrá que medir bien su estrategia porque ahora mismo se presenta un calendario de primarias bastante volátil donde algunos estados como Florida quieren adelantar sus elecciones, moviendo calendarios y usos de elecciones anteriores que pueden alterar la percepción de los votantes. Está claro que esa búsqueda del candidato ABO tomará fuerza durante las vacaciones navideñas en un calendario demasiado condensado que ayuda poco a esas campañas más cortas de dinero. Es ahí donde Romney juega con ventaja, pero todo está aún por decidir.


Alberto Acereda es catedrático universitario en Estados Unidos y miembro de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, correspondiente de la Real Academia Española.

Libertad Digital – Opinión

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