martes, 2 de agosto de 2011

Déficit autonómico. ZP no es excusa para el despilfarro del PP. Por Guillermo Dupuy

Los del PP fueron igualmente irresponsables si, considerando infladas esas previsiones de recaudación, no sólo se pulieron esos anticipos "a todas luces excesivos".

Tras la esperpéntica reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera de la semana pasada, no han faltado quienes han buscado excusas para los manirrotos gobernantes autonómicos del PP que, simplemente, no son de recibo: me refiero a los déficits ocultos que ha dejado el PSOE en las autonomías que los populares pasan ahora a gobernar, así como al hecho de que haya sido el Ejecutivo de Zapatero el que infló las previsiones de ingresos de 2008 y 2009 que permitieron abonar a las autonomías unos anticipos a cuenta que eran a todas luces excesivos.

Evidentemente, los populares no son responsables de las facturas que el PSOE ha dejado impagadas, tanto encima de la mesa como debajo de las alfombras; pero este es un hecho con el que el partido de Rajoy tendrá, no obstante, que lidiar y que, desde luego, no excusa el enorme déficit y endeudamiento de otras regiones que ya estaban en manos del PP antes de las últimas elecciones autonómicas, como Castilla y León, Murcia o la Comunidad Valenciana. Precisamente han sido a estas tres comunidades gobernadas desde hace muchos años por el PP a las que la agencia Moody's acaba de bajar nuevamente su rating de solvencia, junto a Castilla-La Mancha, Cataluña y Andalucía.


Más absurda es aun la excusa que pone de relieve el hecho de que fue el Gobierno de Zapatero el que hizo la fantástica previsión de ingresos por la que se abonaron a las autonomías unos anticipos de 23.000 millones de euros de más y que ahora los gobiernos regionales no pueden devolver. Pues bien: si los gobernantes del PP consideraban realistas esas fantásticas previsiones de Zapatero es que eran tan irresponsables como él. Cosa que también ocurre si, considerando infladas esas previsiones de recaudación, no sólo se pulieron esos anticipos "a todas luces excesivos" sin dejar por ello, además, de incurrir, todos ellos, en déficits presupuestarios. No se olvide, por otra parte, que esos 23.000 millones que tan urgentemente reclama Salgado son pecata minuta comparado con los más de 120.000 millones a los que asciende el endeudamiento autonómico total.

A nadie se le oculta –a mí tampoco– que la rigidez con la que el Gobierno pide que le devuelvan lo que ha entregado de más sólo busca forzar en época preelectoral impopulares medidas de austeridad en unos Ejecutivos regionales mayoritariamente gobernados por el PP. Pero es que el PP debía haber llevado a cabo esas medidas de austeridad desde hace años en todas las autonomías en las que ha estado gobernando. Y eso, por no hablar de los ayuntamientos –con el de Madrid a la cabeza–, ante cuyo despilfarro la dirección nacional del partido respaldó la desvergonzada protesta liderada por la manirrota Rita Barberá ante los timidísimos topes de endeudamiento que les había impuesto el Ejecutivo socialista.

Entiéndaseme bien. No pretendo rebajar un ápice la responsabilidad que Zapatero tiene en el desbarajuste de las cuentas, ni pedírselas anticipadamente a Rajoy. Se trata, simplemente, de señalar corresponsabilidades que los gobernantes autonómicos y municipales del PP tienen desde hace años en este desbarajuste y de advertir que no son ejemplo de la "revolución en el recorte del gasto público" que tiene que acometerse para que el cambio de Gobierno no sea un mero cambio de siglas. Y es que, en esto del exigible equilibrio presupuestario, no debe existir en el PP ningún "verso suelto", y el hecho es que hay bastantes.


Libertad Digital - Opinión

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