jueves, 28 de julio de 2011

Que no te engañe Rubalcaba, su efecto tiene fecha de caducidad. Por Federico Quevedo

Si hacemos caso a la última entrega del barómetro del CIS, Alfredo P punto Rubalcaba habría conseguido recortar 3,3 puntos la distancia que separa a su partido del Partido Popular, es decir, que el llamado ‘efecto Rubalcaba’ habría tenido, valga la redundancia, efecto favorable a los intereses del Partido Socialista. Si esto es verdad lo vamos a saber muy pronto: si hay adelanto electoral es que ni el conserje de Ferraz se ha creído la encuesta, y si las elecciones cumplen su calendario y son en marzo es que realmente el PSOE le ve posibilidades a su candidato.

Mi apuesta, francamente, va por lo primero. El CIS, por desgracia, es un organismo público al que sus últimos sondeos electorales han desautorizado como fuente sociológica. De hecho, se le llama Centro de Intoxicaciones Socialistas por razones evidentes, básicamente que todas sus encuestas se empeñan en tratar bien al PSOE y al Gobierno y ocultar lo que verdaderamente ocurre en este país, que no es otra cosa que una necesidad imperiosa de cambio político.


Pasó con los sondeos previos al 22 de mayo, y antes de eso ocurrió con los sondeos previos a las elecciones gallegas y europeas, incluso con las catalanas. El CIS ya no sirve como referencia, pero dicho eso, era además lógico que ayer publicara una encuesta favorable a Rubalcaba, en primer lugar porque esas encuestas las cocina el propio Rubalcaba y, en segundo lugar, porque el Partido Socialista necesitaba un sondeo que le imprimiera algo de ánimo, por poco que fuera, que sirviera de paraguas a la que le está cayendo que no es poco.
«Si hay adelanto electoral es que ni el conserje de Ferraz se ha creído la encuesta, y si las elecciones cumplen su calendario y son en marzo es que realmente el PSOE le ve posibilidades a su candidato.»
Pero la realidad es muy distinta. La realidad es que el 80% de los encuestados creen que las próximas elecciones las va a ganar el PP, y ese dato es revelador. La realidad es que en la respuesta instantánea el PP gana al PSOE, y eso casi nunca ha ocurrido. La realidad es que, hagan lo que hagan Rubalcaba y su equipo, es prácticamente imposible invertir una tendencia que cada día que pasa afianza más la victoria del PP y la necesidad de cambio que tienen los españoles.

Rubalcaba puede manipular las encuestas, y puede salir todos los día a hacer una oferta de saldo para ver si se la compran los del #15M, pero ni se ha enterado de qué va el #15M ni tiene capacidad intelectual para mantener esa tónica de oferta por día durante mucho tiempo. Digo que no se ha enterado de qué va el #15M porque si de verdad lo supiera el pasado lunes en lugar de poner a su equipo a contestar a 15 preguntas previa y convenientemente seleccionadas de entre las 1.500 que le presentaron en Twitter, hubiese sido él mismo el que se pusiera a los mandos del teclado para contestar a cuantas más preguntas mejor sin selección previa de las mismas.

¡Ah! Pero es que esto de las redes sociales es muy complicado porque puede ser que aparezca alguno con ganas de armarte bronca, y Rubalcaba no soporta que nadie le monte una gresca, y mucho menos en Internet que es un medio que él no maneja… Es verdad que tampoco lo hace Rajoy, pero al menos no presume de ello ni se trae al equipo de Obama como si ahora resultara que Rubalcaba va a revolucionar la red con un Yes, we can típico de las campañas yanquis…

De eso nada, y de hacer propuestas verdaderamente implicadas en la resolución de la crisis que atraviesa este país, menos todavía. Hasta ahora, el PSOE le echaba en cara al PP que no tuviera programa y no lo presentara, pero a partir de ahora tendrá que soportar la guasa que supone ver cómo tampoco el candidato Rubalcaba tiene más de dos propuestas serias y sensatas, porque si realmente las tuviera habría que preguntarse por qué no las ha puesto en práctica antes. Pero, sobre todo, es que a este ritmo de promesa diaria no va a dar para llegar hasta marzo, razón de más para creer que las elecciones van a ser cuando le convenga a Rubalcaba, y eso es ahora, en otoño, porque diga lo que diga el CIS las encuestas que de verdad maneja el PSOE dicen que sigue abriéndose la brecha con el PP y que Rubalcaba no ha servido de tapón para frenar la hemorragia de votos que esta sufriendo el PSOE.


El Confidencial - Opinión

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