miércoles, 8 de junio de 2011

Los gansos. Por Alfonso Ussía

Pocas cosas tan hermosas como una formación de ánsares, de gansos salvajes, en vuelo migratorio. Pocas cosas menos hermosas como el abuso de otros gansos volando a costa del dinero público para sus asuntillos particulares. Se ha sabido que miembros del Gobierno han usado de los aviones «Falcon» 32 veces en 14 días de campaña. No se trata de un legítimo uso institucional, sino partidista. Y los gastos del partido los tiene que pagar el partido, no el contribuyente. A los ministros no les gusta el AVE. Han volado en «Falcon» para dar mítines y decir bobadas preelectorales a Sevilla, Valencia y Zaragoza. Y tampoco les gusta compartir el avión. Trinidad Jiménez y Carmen Chacón coincidieron en Bruselas. Podían haber vuelto a Madrid en un avión. Pues no. Lo hicieron por separado, abusando del Ejército del Aire. Caso extraño el del antecesor de doña Trini en el Ministerio de Desastres Exteriores. Miguel Ángel Moratinos desea ser el próximo Presidente de la FAO. La FAO es la Organización Mundial para la Agricultura y la Alimentación. Una organización que, con toda probabilidad, está muy bien. Para conseguir ser el Presidente de la FAO se precisan los votos de los países miembros. Y para conseguir los votos de los países miembros, es imprescindible viajar. En ese punto de honda reflexión es cuando el exministro Moratinos decide hacerlo de gorra en los «Falcon» de la Fuerza Aérea. A Kinshasha y a Beirut. Encomiable ejemplo de ahorro y de miramiento económico en tiempos de crisis. El nuevo rico se caracteriza por no saber distinguir entre lo normal y lo ridículo. Y el socialismo oficial está abarrotado de nuevos ricos, de personajes que creen que por haber sido siguen siéndolo. El candidato a presidir la FAO no entra en el organigrama de cargos públicos. Otra cosa es que consiga presidir la FAO. En ese caso, será la FAO la que cargue con los gastos de Moratinos. Volar tanto a cuenta de los presupuestos es más que una gansada. Es un abuso. Y usar de los aviones de la Fuerza Aérea para asistir a mítines electorales, es más que una gansada. Es un despropósito vergonzoso. Cuando viajan oficialmente, los Reyes usan de aviones de la Fuerza Aérea. Como el Presidente del Gobierno y los ministros. Cuando la Reina viaja por un asunto privado, lo hace en Iberia y hasta en Ryanair. Es una cuestión de ética y de estética, que siempre van unidas. Narcís Serra, siendo ministro del Gobierno de Felipe González, coincidió con la Reina en el aeropuerto de Palma. Los «Mystére» de antaño eran los «Falcon» de hogaño. La Reina embarcó en un vuelo regular de Iberia y Serra en un «Mystére». Todo un detalle. Y mientras los ministros y los exministros abusan de los «Falcon», el Ejército del Aire ha ordenado a sus miembros que, hasta nueva orden, y debido a la crisis económica, los tradicionales festejos y celebraciones entre militares se ciñan a una sola copa de vino por asistente y exclusivamente frutos secos como acompañamiento. Centenares de miles de euros derrochados por los ministros y el candidato a presidir la FAO, y los militares con una copa de vino y una almendra. O un cacahuete, o una avellana o un piñón, porque almendras, cacahuetes, piñones y avellanas simultáneamente se los han prohibido por considerarlo un derroche. Éstos son capaces de usar un «Falcon» desde Madrid a Guadalix de la Sierra. Previa construcción de una pista, claro.

La Razón - Opinión

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