sábado, 19 de junio de 2010

Templando gaitas. Por Hermann Tertsch

Ahora nos vienen todos los paniaguados del evento interplanetario que jamás existió a decirnos que Angela Merkel y Nicolas Sarkozy han dado la razón a nuestro Gran Timonel. No es ya que nos crean imbéciles. Nos tratan como imbéciles. Y quizás lo merezcamos por esta patológica falta de indignación que mostramos. Pastueños o cainitas feroces. Pero nunca surge en la masa crítica de la sociedad española la dosis lógica de crítica y entendimiento de lo que sucede en el exterior. Por eso algunos aquí se permiten repetir la obscena mentira de que aquí pasa lo mismo que en el resto de Europa. Pues sepan que no es así.

Cierto es que tanto Merkel como Sarkozy o Strauss-Kahn prefieren unas tiritas a los aplausos a la hemorragia. Que era —los aplausos— exactamente lo que Zapatero y su tropa viene haciendo desde que le dijeron desde todos los rincones del mundo que su economía clientelista e ideologizada llevaba a España al desastre a muy corto plazo. Y cierto es también que ninguno de los tres quiere un desplome de España. Primero porque nos quieren bien. Mejor que muchos protagonistas de esta historia sórdida a la vez de patética en la que nos han metido los chicos del cheque, nuestros sindicalistas y montillas. Y segundo, porque saben que ellos tendrían que pagar gran parte de la factura. La irresponsabilidad no es patrimonio español. Eso lo sabemos. Pero también se ha constatado que cuando nos lanzamos a ella somos estupendos.

Por eso el trío citado, alarmado por la incapacidad del equipo de Gobierno español, templa gaitas. Saben que las tiritas no van a salvar a los españoles de una crisis de caballo y larga como un maratón. Pero esperan que al menos les salven a ellos de tener que pagar un precio demasiado alto.

ABC - Opinión

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