miércoles, 8 de abril de 2009

Cruel ironía

El puño izquierdo en alto. La mano derecha abierta, cobrando. Que una mano no sepa lo que la otra hace. Lo que es del Dios Progreso para el Dios Progreso, siempre y cuando lo que es del César sea para el César.

Marx se revolvería en su tumba si viera que los que roban las plusvalías a los trabajadores no son los perversos explotadores empresarios, sino los herederos de su marxismo, solemnes demabobos; y que los alienados son los trabajadores que les votan, y que el único opio del pueblo es su Socialismo.


Desde el Exilio

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