viernes, 30 de mayo de 2008

Los polvos de Zapatero. Por Luis María Anson.

Los polvos que Zapatero derramó genuflexo ante Eta en la legislatura pasada han engendrado estos lodos. La jugada huele a Arzallus. Lo que pregunta Ibarreche en su referéndum es lo mismo que el Gobierno zapateresco ofreció a la banda terrorista. Este periódico, EL IMPARCIAL, lo resumía antes que nadie en su titular de portada: “Ibarreche redacta su consulta con textos de Zapatero”.

Menudo marrón. ¡Qué difícil va a resultarle al líder socialista digerir lo que se le avecina! El presidente del Gobierno parece dispuesto, ojo, digo parece, a negar a la representación democrática que encarna Ibarreche lo que negoció bajo cuerda con una banda terrorista especialmente sangrienta.

Propugnar el final dialogado de la violencia no contradice el texto constitucional. Es una ingenuidad. Pero está dentro de la Constitución. El derecho a decidir de los vascos en cuestiones de territorialidad sí resulta plenamente anticonstitucional. España es una nación de ciudadanos libres e iguales ante la ley y corresponde a todos los españoles, desde la Constitución de Cádiz de 1812 a la vigente de 1978, la decisión sobre las grandes cuestiones de Estado, entre ellas, claro es, y en primer lugar, la unidad de España.

Las actas que conocemos de la negociación, de tú a tú, entre el Gobierno de Zapatero y Eta son inequívocas. Las que no conocemos tal vez resulten letales para el crédito del líder socialista. Si Moncloa persiste en decir no a Ibarreche, el Gobierno vasco puede publicar, encuadernado en piel de Zapatero, un tomo con las actas de las ocurrencias y las frivolidades del ludópata político que comprometió gravemente la dignidad de España, de hinojos ante un grupo de asesinos.

El Imparcial - Opinión - 30/05/2008

Mañana comienza la 67 Feria del Libro de Madrid, dedicada esta edición a la literatura latinoamericana

Mañana comienza la 67 Feria del Libro de Madrid, la mejor prueba de que, a pesar del euribor, la lluvia o la pertinaz sequía, el mundo del libro sabe combatir las crisis a golpe de novedades, ángeles juguetones o coléricos, con pijamas de rayas o vestidos de romanos... Lo de menos es que las 364 casetas (veinte más que el año pasado) ofrezcan hasta el 15 de junio casi los mismos títulos, que pueden llegar a agotar letraheridos, vagamundos y curiosos, porque bastantes, en cambio, también ofrecen curiosidades inencontrables,y cientos de golosinas para lectores bulímicos de buena, gran literatura. Y, además, todas ellas van a cobijar a cientos de autores dispuestos a confirmar, un año más, su romance con los lectores. El Cultural se convierte hoy en un anticipado y gozoso libro de dedicatorias de treinta autores, de Luis Landero a Quim Monzó, pasando por Agustín Fernández Mallo, Reyes Monforte o Fernando Savater. Por su parte, Javier Tomeo, Juan Manuel de Prada, Marta Sanz, Ricardo Menéndez Salmón y Jordi Soler nos narran “su primera vez en la Feria”, entre colegas displicentes y amigos esquivos a los que jamás se perdona el abandono en una solitaria tarde de Feria... Además, como la literatura latinoamericana es la gran protagonista de esta 67 Feria, los mexicanos Jorge Volpi y Guillermo Fadanelli, los argentinos Alan Pauls y Guillermo Martínez, la cubana Wendy Guerra, el chileno Alejandro Zambra, el peruano Ivan Thays, los colombianos Juan Gabriel Vásquez y Daniel Samper y el venezolano Juan Carlos Méndez Guedez nos ofrecen su diagnóstico sobre la creación más joven de la otra orilla.
elcultural.es
Agenda y firmas de la Feria, día a día

Vidal Quadras a Gallardón: "No insultes mi inteligencia"

El ‘Hespérides’ encuentra más hielo y pingüinos en el Ártico y el Antártico, pese al calentamiento global

Cada vez hay menos hielo en la Antártida y en el Ártico, pero la tripulación del barco español ‘Hespérides’ , que acaba de regresar de ambos océanos, declara que han encontrado más hielo. ¿Lo habrán puesto ahí las petroleras?

Los propagandistas del cambio climático afirman que las masas de hielo en los polos se están fundiendo por el calentamiento de la Tierra a causa de la depredación humana y, en consecuencia, los animales que allí viven empiezan a morir como chinches.

Los tripulantes del buque de investigación oceanográfica ‘Hespérides’ han vuelto a España después de permanecer varios meses en alta mar. Quizás la lejanía y el aislamiento han hecho que la realidad se imponga a las consignas. El comandante del ‘Hespérides’, Pedro Luis de la Puente, ha declarado que han encontrado “más hielo que el año pasado (…) a pesar de que dicen que hay menos”. Los investigadores y la tripulación descubrieron también “más pingüinos en las pingüineras”.

¿Habrá que reeducar a la tripulación y los científicos del ‘Hespérides’ en una buena cuarentena?

Fuera de los periódicos de la provincia de Murcia –el barco ha atracado en Cartagena-, del gratuito ‘20 Minutos’ y de algunos blogs, esta noticia, esta buena noticia, no ha encontrado espacio en los periódicos de pago de Madrid y Barcelona ni en las televisiones. En cambio, si el ‘Hespérides’ hubiese encontrado menos hielo y menos pingüinos la noticia aparecería en todas las portadas y telediarios.

minutodigital

Romanticismo cómplice. Por Hermann Tertsch

Lo más sorprendente de la muerte de Tirofijo, el líder y fundador de las FARC -probablemente la mayor banda terrorista del mundo-, es que todavía no hemos tenido que desayunarnos en Europa con emocionadas elegías ni hagiografías del finado sacamantecas. No puede excluirse, por supuesto, que en los próximos días surjan lamentos desde los rincones más oscuros de la caverna izquierdista. Pero lo cierto es que el hecho ya confirmado de que el anciano asesino ha muerto en la selva, podrido por fuera y por dentro, no ha generado grandes muestras de pesar más allá de la proclama fúnebre de un secuaz, ese tal Timochenko. Su sucesor es Alfonso Cano, un antropólogo comunista sexagenario, hombre de pocas luces cuya gesta suprema fue ejecutar a cuarenta de sus hombres. Sepa Judas por qué.

Este silencio, aquí y allá de los simpatizantes del narcoterrorismo izquierdista colombiano ante la muerte de uno de sus héroes es paradójicamente una de las manifestaciones más expresivas del éxito de la política del presidente Álvaro Uribe en la lucha contra el terror. Hace sólo cinco años habríamos sido testigos de manifestaciones de luto por Tirofijo y de solidaridad con sus camaradas. Como las que se celebraban contra el presidente Uribe, el denostado demócrata «proyanqui», decidido a defender por las armas y al precio necesario, la superioridad moral de un Estado de Derecho cada vez más fuerte en su lucha contra los enemigos internos y externos. Uribe ha luchado, tantas veces solo, frente a enemigos poderosos apoyados por países vecinos, ricos en petrodólares y narcoeuros, incomprendido por muchos e ignorado por su principal aliado, Washington, inmerso en otras batallas lejanas. Tirofijo y su dirección de intelectuales tóxicos urbanos, desalmados e ideologizados, a la cabeza de un ejército de siniestra leva de campesinos, han gozado durante décadas del aura romántica del guerrillero latinoamericano. Ese «hit» de la comercialización y propaganda lleva aún hoy a millones de jóvenes a portar camisetas o gorras con el rostro o la efigie de un fanático asesino como era el Ché Guevara. Horror les infundiría la mera sugerencia de alternar esa camiseta con alguna que mostrara el rostro de otros protagonistas del siglo XX con similares instintos redentores y asesinos. Como Heydrich o Mengele, Beria o Videla.

Menos inofensiva que la victoria comercial del Ché es la cooperación de grupos y partidos izquierdistas europeos con el narcoterrorismo. En Alemania acaban de surgir datos sobre la cooperación con Tirofijo de miembros del Partido de la Izquierda de Oskar Lafontaine, ex presidente del SPD. Aquí, la ferviente labor del Gobierno en apoyo de la dictadura cubana y su entusiasmo -ahora algo agotado- por caudillos como Chávez, Correa y Morales, nos ha erigido en solícitos cooperantes de los «padrinos» de Tirofijo. Si, como parece, estamos ante el principio del final de las FARC, algún día sabremos cuántos y quiénes ayudaron a los terroristas a mantener al Estado colombiano en jaque tanto tiempo. A más de uno se le puede poner cara de alcalde de Andoáin.

ABC - Opinión