
El Gobierno británico lleva trabajando desde hace tres años, tras los atentados en el metro de Londres en julio de 2005, para conseguir tener acceso a nuevas medidas de control de la ciudadanía. Con este fin buscó el consenso de la Unión Europea para promover una nueva directiva que permitiese un mayor registro de datos. La directiva está en proceso y en el futuro será aplicable a todos los países miembros. Por el momento, no se incluye el acceso al contenido de los emails, las llamadas o los sms, sino sólo a los detalles de cuándo y dónde se da cada comunicación y a quién va destinada, informa El Correo Digital.
En la actualidad, ya es obligatorio en Reino Unido que las grandes empresas de telecomunicaciones, como BT, Orange o O2, mantengan un registro del tráfico de las llamadas de cada ciudadano desde teléfonos fijos y móviles. Almacenar los datos de correo electrónico durante doce meses pasará a ser imperativo. El Gobierno británico ha anunciado, además, que en otoño tiene previsto ir un paso más allá, con una nueva propuesta por la cual todas las empresas estarían obligadas a incluir la información en una extensa base de datos gubernamental a la que autoridades policiales y otros organismos públicos podrían tener acceso directo.
Periodista Digital
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