domingo, 1 de junio de 2008

El Problema es Rayoy. Por Luis María Anson

No se trata de una cuestión ideológica ni de eventuales coqueteos con los nacionalistas ni de ciertas condescendencias con Zapatero, el embustero. Rajoy ha mostrado ante los barones de las autonomías en Valladolid su cara más flexible y coherente, propugnando lo mismo que Aznar: un centro reformista que nadie sabe muy bien qué es. Conviene, ciertamente, atraerse el voto del centro-centro, pero sin olvidar la verdadera realidad electoral: el voto a conquistar, lo mismo para el PSOE que para el PP, es el variable, el de los varios millones de ciudadanos que votan según les ha ido en la feria y que pueden inclinarse lo mismo por los populares que por los socialistas.

El problema del PP, en todo caso, no es ideológico sino de personas. Conviene no confundirse. Son muchos los dirigentes del partido, los afiliados, los simpatizantes, que piensan que Mariano Rajoy cosechará su tercera derrota en 2012. Esto no se puede afirmar de forma absoluta porque la opinión es cambiante y una situación económica que deteriore el bolsillo de los ciudadanos puede hacer oscilar el voto variable y dar la victoria, incluso a Rajoy. Lo que está claro es que el PP tiene más probabilidades de ganar con otro peso pesado del partido o con un nombre nuevo que con el desgastado líder actual.

Rajoy es ya un cadáver político que está de cuerpo presente. Todavía no lo han enterrado. Soraya cree que resucitará y lo aroma de incienso y perfumes orientales. Algún dirigente díscolo que se ha acercado al féretro está a la espera de la derrota marianita en las europeas, en las vascas, en las catalanas, en las gallegas, para acuchillar definitivamente al líder acosado al que ahora defiende con la boca chica.

El Imparcial - Opinión - 01/06/2008

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