domingo, 23 de diciembre de 2007

El abordaje ideológico de UPyD

A finales de Septiembre de 2007, un nuevo proyecto político se puso en marcha en España, me refiero al proyecto de Rosa Díez y Fernando Sabater. Fui invitado a formar parte de su Consejo Político y estuve en Madrid en el acto inaugural de UPyD que fue arropado por el afamado escrito hispano-peruano Mario Vargas Llosa.
Vargas Llosa, encarnaba los ideales del liberalismo aunque desde su fracasada aventura política no se le había visto acudir a ninguna manifestación ni acto de ningún acto político, una promesa que se hizo y que tuvo que romper porque vislumbró la necesidad de que una nueva alternativa política de corte liberal se instalara en España, una nueva fuerza que se convirtiera en una alternativa a los dos grandes partidos, el PP y el PSOE.

Pero, Vargas LLosa creyó que esa alternativa sólo sería posible bajo la tutela de un partido liberal que fuera capaz de acabar con la necesidad de los grandes partidos de tener que pactar (hipotecar) su política económica y social con los partidos nacionalistas excluyentes. El mensaje que lanzó Vargas Llosa fue muy claro como siempre: apoyar sin complejos el proyecto de un partido político que se había definido desde su nacimiento como un partido liberal en todos sus términos, incluido el económico; lo que naturalmente no es incompatible con la sensibilidad social, contrariamente a lo que algunos políticos de izquierdas puedan pensar.
No obstante, tras el mensaje del acto inaugural debo declarar hoy mi absoluta decepción por un proyecto que no representa los ideales del liberalismo, y que finalmente ha pasado a situarse justamente en el polo opuesto, y por tanto, ha pisoteado las esperanzas de quienes buscabamos una alternativa nacional a los dos grandes partidos, y esto ha ocurrido lamentablemente por la miopía e inexperiencia de algunos de sus líderes y por los prejuicios lamentables de un número importante de simpatizantes, que ya estando dentro de UPyD han hecho lo posible por anclarlo en la izquierda más tradicional, más allá incluso del PSOE, no aceptando, e incluso pidiendo que no se admita a simpatizantes de orientación liberal (y puedo demostrarlo).
Hay quienes desde dentro del partido de Rosa Díez no les importa en absoluto el alejamiento de las posturas liberales, es más, hay quienes se empeñan en dejar claro que este es un partido de izquierdas, encapsulándose como ocurre con sus representantes en Aragón en las posturas más radicales de la izquierda, otros incluso pretenden refundar el PSOE, y otros crear un partido Ciutadans bis. Quizás por estos motivos y acompañados de intereses puramente arribistas, no les importe que finalmente el reparto electoral de los votos se consiga directamente de la disgregación de la izquierda. Un error político de este calibre ha llevado a los liberales, entre los que me incluyo, a abandonar este proyecto. En Aragón el pCUA, como partido liberal no ha podido ignorar lo que sucede ideológicamente en UPyD, por lo que voluntariamente decidimos no continuar en la coordinadora de Aragón, y en mi caso además, dejar el Consejo Político.
Desde mi punto de vista un partido no puede proclamarse liberal si no es capaz de asumir todos los postulados del liberalismo, y mucho menos intentar confundir al electorado introduciendo un significado distinto a lo que entendemos los liberales por liberalismo. Está claro que el liberalismo promueve la libertad personal y de empresa, la libertad de disentir en consciencia y actuar libremente porque cree en una sociedad libre y abierta donde todos somos iguales ante la ley, es contrario al intervencionismo estatal y a la planificación pública sobre los medios de producción, pretende acabar con los monopolios sean estos privados o públicos, y considera al sistema de mercado y a la competencia como la forma más elevada cooperación capaz de generar bienestar, y que además constituye el fundamento de las libertades políticas. Por eso, me resulta difícil comprender que un partido pretenda proclamarse liberal y a la vez querer practicar políticas de izquierdas, o se es liberal o se es de izquierdas, no es posible simultanear ambas opciones, porque en esencia dichas palabras son antagónicas. La ideología de la izquierda o de una «izquierda liberal» no es posible, se cae por su propio peso, pues la izquierda siempre ha pensado que los ciudadanos sólo somos un medio para alcanzar su tipo de sociedad utópica, donde prima el colectivismo y la autarquía, donde prevalece la voluntad del colectivo frente al individuo, del Estado frente a la propiedad privada. ¿Cómo puede entonces ser compatible el liberalismo y la izquierda? Imposible, lamentable este es otro intento más de la izquierda como siempre de apoderarse de las palabras, en este caso de la palabra «liberalismo», quizás porque muy probablemente desde la caída del muro de Berlín aún no ha encontrado su camino para hacerse con los votos de los ciudadanos.
Para el pCUA, como para otros liberales la UPyD ha elegido un espacio político sin futuro, el de la fundación de una «izquierda liberal» que se cae por su propio peso. No han querido entrar en el debate de propuestas concretas, fundamentalmente cuando estas propuestas han sido liberales en lo económico, y algunos de sus responsables como los de la coordinadora de Aragón han demostrado que su única postura ideológica es la del pensamiento único y la descalificación del que disiente; aunque parezca que el mensaje que intentan extender desde su dirección no haya variado: «no somos de izquierdas ni de derechas», la base del partido y también su dirección prefiere definirse como progresistas de izquierda liberal, y aunque digan que su partido es transversal y no tener prejuicios, los practican, al menos en Aragón precisamente contra los liberales.
Desafortunadamente el que muchos de sus miembros provengan de sectores de la izquierda más tradicional, aleja la posibilidad de llegar a propuestas programáticas serias en el ámbito económico. En Aragón, por ejemplo, ha habido manifestaciones en su coordinadora, en contra de las reglas de juego del mercado, si más oposición que la de los liberales del pCUA. Este tipo de manifestaciones tan radicales y típicas de los antisistema, desde mi punto de vista serían rechazadas por la mayoría del electorado. De esta manera difícilmente se conseguirán los votos de muchos electores desencantados de la política del PP y del PSOE, y por tanto, el electorado no encontrará en ellos una alternativa política real. Actualmente su supuesto liberalismo fundacional no deja de ser un mero espejismo, o bien, un deliberado afán por dar una imagen distorsionada de la que realmente representan.
Pero, ¿por qué de esa involución de UPyD?, ¿por qué se escora tanto a la izquierda hasta el punto de arriesgar el hundimiento del barco?. El análisis político que puede hacerse es complejo, y no se puede achacar únicamente al control desde la base del partido de la izquierda antisistema, o de una facción de izquierda más perturbadora del partido Ciutadans, aquella que responde a un orden orquestado donde no hay cabida a plantear distintas alternativas si estas no responden al pensamiento único. Gran parte del problema de UPyD nace en su propia indefinición ideológica inicial, donde supuestamente cabía todo tipo de pensamiento político, lo decían ya en el manifiesto de su acto fundacional: «Ser considerados de izquierdas o de derechas no nos parece el centro del problema ...». Pero, ¿por qué de esta indefinición?. Hay que decir que el proyecto UPyD surge en el País Vasco, donde la situación política difiere mucho del resto de España. Allí lo que realmente importa es estar al lado de los demócratas, lamentablemente el intentar trasladar esta idea (aunque loable en el País Vasco) al resto de España no es posible, y decir que al electorado no les importa la distinción ideológica es una falacia.
Salvando las distancias, las consecuencias finales que acarrea esta humorística forma de pensar ya se ha experimentando anteriormente, cuando se mantuvo en el limbo de la indefinición ideológica el partido Ciutadans de Cataluña, que manteniendo similar actitud, lo único que consiguió finalmente fue la espantada de su militancia y su casi desaparición de la escena política. El experimento fallido vuelve a repetirse, y me temo que el resultado será similar.
UPyD se gesta en el País Vasco, como respuesta a la actuación del PSOE cuando decide negociar con ETA, lo que origina que parte de sus dirigentes en el País Vasco, no sólo muestren su descontento, sino que decidan formar una nueva alternativa política, con un nexo común: mantener una postura contraria a la negociación promovida por el PSOE. Miembros reconocidos por su participación en la plataforma Basta Ya, intelectuales sin definición ideológica, y políticos claramente en contra de la negociación, van recibiendo el apoyo de un número importante de personas y deciden promover un nuevo partido. Pero, en el resto de España esa alianza implícita de muchos demócratas contra el separatismo y principalmente contra ETA no existe de forma independientemente a la carga ideológica. En el resto de España también cuentan las diferencias ideológicas de los partidos y en muchos casos suelen ser insalvables, porque en el resto de España afortunadamente no vivimos de cerca la situación que se vive en el País Vasco. Por eso, cuando se promueve a través de plataforma-pro y posteriormente se constituye UPyD, se comete un grave error político: dejar en el limbo de la indefinición ideológica a UPyD. Esto abre el abanico de posibilidades para que sean los movimientos de base los que decidan cuál va a ser la posición política del partido. El abordaje de la izquierda tradicional, más proclive a este tipo de actuación, al interior del partido de UPyD a mi modo de ver son los que por mayoría van decidiendo su posicionamiento ideológico, dejando pocas o nulas posibilidades a otras fuentes de pensamiento, consiguiendo que poco a poco se fuera aligerando toda posición liberal dentro de UPyD, aunque esta fuera la propuesta inicial imbuida en su discurso inaugural. La indefinición fundacional y la debilidad ideológica sería utilizada para tomar casi sin oposición el barco. Estos «piratas» de la izquierda ideológica amparados en las manifestaciones de algunos miembros de su dirección, y en otro caso, como en Aragón, respondiendo a un orden orquestado que fue tomando posiciones bajo la dirección del sector más reaccionario de la izquierda del partido Ciutadans son los verdaderos actores de su involución política.La participación del partido liberal pCUA en la coordinadora de UPyD de Aragón ha sido anecdótica, toda vez que antes incluso de intentar promover cualquier reunión entre sus miembros, algunos ex representantes de la izquierda del partido Ciutadans se apresuraron a impedir que el orden democrático surgiera como algo natural, y ello refugiándose entre otras cosas, en que la línea política liberal del pCUA no se correspondía con la línea de izquierdas que ellos habían diseñado para UPyD en Aragón, llegando incluso a trasladar el discurso político de sus ex líderes de Ciutadans como forma de pensamiento único que debería imperar en UPyD de Aragón. Aunque, el orden orquestado probablemente no provenga directamente de estas personas, lo cierto es que las fuerzas más aniquiladoras del espíritu fundacional del partido que podría haber albergado muchas esperanzas en Aragón y España se encuentran ya instaladas, y difícilmente, por lo que he podido ver de cerca, la dirección piensa enderezar el timón del barco ahora que está puesto todo a babor.

Blog de Günther Zevallos

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Parece que en Aragón también hay problemas en relación con la transversalidad de la UPyD. La marea magenta cada día más roja.

Anónimo dijo...

Que estupidez, todo esto es un rollo que os montais sin objetividad alguna, que se os ve el plumero hombre!!!!!

Anónimo dijo...

Coño que lío mestoy haciendo como habeis arriconao esto aquí. Habeis pasao de charlar sobre cuestiones de interes social a los cotilleos de los renegaos de UPyD. Documentaros mas sobre el tipo zevallos, el que no acepta la transversalidad es el solo el, y la derecha disfrazada de liberismo siempre ataca con lo de izquierdoso. Fijaros en el lapsus de este tio cuando se refiere al liberalismo como libertad de personas y empresa. Pues no, hoy no es eso ser liberal, pero al incuir "empresa" queda retratao.

Antes de publicar tonterias documentaros como corresponde a cualquier "principio ético de veracidad" que aplica tanto la justicia como la prensa; no solo darle la razon a una parte sin mas y porque me interesa.

Pero creo que vosotros no sabeis que coño es eso.