domingo, 18 de noviembre de 2007

¿Puede aún perder el PP las elecciones?

"Al PP le basta con seguir donde está, donde ha estado toda la legislatura, dejando que la hemorragia (por leve que sea) de votos socialistas hacia IU o hacia la abstención, siga su curso natural."

Para hallar respuesta, traigo más interrogantes: "¿No tienes enemigos? ¿Es que jamás dijiste la verdad o jamás amaste la justicia?" Es cita célebre de Ramón y Cajal (de los dos, Zapatero, de los dos).

No veo a Rajoy con ganas de perder, es poco probable que le cieguen los dioses. No ha vacilado durante su travesía en la oposición a la hora de decir verdades como puños en las Cortes, verdades a veces terribles, pero necesarias. Como la traición de Z a los muertos. Tampoco ha entorpecido o comprometido la independencia de la justicia; más bien ha buscado preservar la división de poderes, que es la forma efectiva de "amarla". Con lo cual, lógicamente, se ha granjeado enemigos.

Lo cual contrasta con el espíritu "sí a todo" de su rival, valedor de separatistas, responsable último de su creciente influencia, de sus sanciones lingüísticas, de su retórica de "banderas del enemigo". Y de un Estatuto inconstitucional que ya ha provocado numerosos conflictos de competencias con su propio Gobierno. Es más, Z vio hasta ayer hombres de paz en Otegi y De Juana, intentó las dos mesas y legitimó socialmente al entramado etarra. Y seguirá en sus trece si gana en marzo.

Para comprender la dinámica del voto español –los trasvases de un partido a otro, o de un partido a la abstención–, para desmitificar el ansiado voto "centrista", formidable espejismo, conviene visitar el análisis de César Molinas en El País, que tiene la virtud de apoyarse en la pura estadística y que es ajeno a cualquier deseo de influir en programas o agendas ajenas. A destacar: "Con una participación lo suficientemente alta y con un voto a IU lo suficientemente bajo, el PSOE siempre ganará unas elecciones generales, haga lo que haga el PP. (...) Es improbable que el PSOE gane las elecciones de 2008 si el voto a IU se mantiene en el 4% y la participación cae por debajo del 71% (en 2004 fue el 76%). Si el voto a IU subiese al 6%, el PSOE necesitaría una participación del 74% o superior para ganar."

O sea, que el PSOE tiene un serio problema si un par de puntos se le van a IU y/o si aumenta algo la abstención con respecto a marzo de 2004, cosa altamente probable, especialmente en Cataluña, donde los socialistas obtuvieron la práctica totalidad de su ventaja en escaños sobre el PP... y que es también, a día de hoy, sede mundial del cabreo ciudadano. Con el importante matiz de que todas las administraciones que afectan a los catalanes están en manos socialistas: no hay forma creíble de esquivar las responsabilidades.

Dado que no se mueven votos del PSOE al PP en una sola legislatura, no hay motivo para renunciar a nada a fin de caer bien a los votantes del partido que ha querido cambiar el régimen del 78. Al PP le basta con seguir donde está, donde ha estado toda la legislatura, dejando que la hemorragia (por leve que sea) de votos socialistas hacia IU o hacia la abstención, siga su curso natural.

Respondo ya al título: sólo si se empeña en perseguir espejismos.


Juan Carlos Girauta es uno de los autores del blog Heterodoxias.net
Libertad Digital, 18-11-2007

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