domingo, 11 de noviembre de 2007

"¿Por qué no te callas?" en la prensa del domingo

Viva el Rey , Juan Carlos Girauta:
El presidente ha intentado una tímida defensa, similar a la que usaba hasta anteayer cuando alguien se metía con Otegi: las bondades del diálogo y tal. Afortunadamente había un Rey en la cumbre.

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EL REY PUSO A CHAVEZ EN SU SITIO EN NOMBRE DE LOS ESPAÑOLES
Editorial de El Mundo

La Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile marcará un antes y un después en este tipo de reuniones. Si habitualmente las sesiones plenarias suelen caracterizarse por discursos diplomáticos, en esta ocasión no ha sido así, debido al matonismo político del presidente venezolano, Hugo Chávez, que está contagiando a otros presidentes, como el nicaragüense Daniel Ortega. Y fue el Rey de España quien paró los pies al caudillo venezolano en presencia de todos los mandatarios iberoamericanos, diciéndole lo que hace mucho alguien le tenía que haber dicho.
Hugo Chávez, como había hecho el primer día de la Cumbre, insistió ayer en calificar a Aznar de «fascista» y añadió que era menos humano «que un tigre o una serpiente». Zapatero tomó la palabra para pedirle a Chávez «respeto» hacia el ex presidente del Gobierno español y como el venezolano le interrumpiera, Don Juan Carlos se dirigió a él con un elocuente gesto mientras le decía, o más bien le gritaba: «¿Por qué no te callas?». Después, ante las críticas contra la eléctrica Unión Fenosa por parte del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, el Monarca -de acuerdo con Zapatero- abandonó el plenario como gesto de protesta por las descalificaciones contra Aznar y las empresas españolas.

El hecho no tiene precedentes, desde luego, en ninguna de las reuniones de alto nivel a las que asisten el Rey y el presidente del Gobierno. Pero ello indica también hasta qué punto un individuo como Chávez ha agotado la paciencia de todo el mundo, incluso de una personalidad tan respetada y admirada en toda Iberoamérica como el Monarca español. Las cinco palabras de Don Juan Carlos darán mucho que hablar. El presidente venezolano suele aprovecharse de la educación de sus interlocutores cuando insulta, pero esta vez quien podía hacerlo le ha puesto en su sitio. No sólo somete a su país a la tortura semanal de una homilía de varias horas por televisión, sino que en foros como la ONU pronuncia discursos impresentables.

El episodio es un reflejo de algo que ha quedado claro en esta cumbre. Chávez, y en menor medida Evo Morales y Daniel Ortega, han tomado el relevo de Castro y conforman una izquierda populista, antisistema y con un discurso antiimperialista que culpa a España y a las empresas españolas de la pobreza de los países donde ellos gobiernan. Una izquierda, por cierto, muy diferente a la que representan la presidenta chilena, Michelle Bachelet -excelente anfitriona de la Cumbre-, o el presidente brasileño, Lula da Silva.

Nada más conocerse la noticia en elmundo.es, comenzaron a llegar mensajes de apoyo al Rey por defender a un ex presidente del Gobierno. Una vez más, Don Juan Carlos ha sabido representar adecuadamente a todos los españoles. También el presidente Zapatero, a pesar de sus obvias diferencias con Aznar, tuvo una encomiable actuación a la hora de recordarle a Chávez que estaba en una mesa con gobiernos democráticos que representan a sus ciudadanos y en una comunidad iberoamericana que tiene como principio esencial el respeto a los demás.



"¿Por qué no te callas?" (El Mundo)
LAS CINCO PALABRAS QUE CHAVEZ MERECIA HACE TIEMPO QUE ALGUIEN LE DIJERA


El presidente de Venezuela volvió a llamar «fascista» a Aznar, Zapatero exigió «respeto» para el ex presidente, Chávez trató de interrumpirle y el Rey ya no aguantó más / Don Juan Carlos abandonó la sala cuando Daniel Ortega criticó a una empresa española

SANTIAGO DE CHILE.- La jornada de clausura de la XVII Cumbre Iberoamericana reservaba una gran sorpresa. Las tensiones ideológicas alimentadas durante varios años por el principal foco de populismo de la región, la Venezuela bolivariana de Hugo Chávez, estallaron ayer en toda su amplitud y cayeron directamente sobre España.

Como si de repente el mundo se hubiera vuelto del revés, en cuestión de sólo unos minutos Zapatero se enfrentó a Chávez reivindicando respeto para José María Aznar, y el Rey, por encima de todos, se encaró a las bravas con el mandatario venezolano defendiendo a sus dos presidentes, el actual y el anterior.

«Pero ¿por qué no te callas?», vociferó Don Juan Carlos incorporándose de la silla y alzando la mano hacia Chávez. Sigue en

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Todos los rostros cambiaron de color. La temperatura del gran salón plenario se elevó en décimas de segundos. Nunca nadie había visto al Rey de España, la figura más respetada en la comunidad iberoamericana, saltar del asiento con esa actitud.

Los acontecimientos venían cociéndose desde el día anterior, cuando un Chávez crecido hizo acto de presencia en la Cumbre y utilizó su discurso incendiario para disparar contra muchos de los presentes y también contra algún que otro ausente. Entre estos últimos, el ex presidente del Gobierno, José María Aznar, al que tachó de «fascista».

Ayer, nuevamente, y pese a que España había expresado oficialmente sus protestas a Venezuela, el líder bolivariano volvió a arremeter contra Aznar en presencia de Zapatero y del Rey. No sólo volvió a repetir el calificativo de «fascista», sino que a ello añadió que el ex presidente español era menos humano «que un tigre o una serpiente». Dijo que era un «racista» y le acusó de haber apoyado el golpe de Estado que se dio en Venezuela en 2002.

Zapatero solicitó entonces la palabra y con gesto serio pero tono tranquilo, dirigiéndose a Chávez, salió en defensa de Aznar. El líder bolivariano intentó replicar al presidente español en numerosas ocasiones (ver diálogo adjunto), y fue entonces cuando el Rey, visiblemente molesto y harto de la actitud del venezolano, terció alzando la voz y la mano: «Pero ¿por qué no te callas?».

En la sala de prensa el aluvión de periodistas concentrado en torno a la gran pantalla en la que se retransmitía el plenario no daba crédito a lo que veía y escuchaba. Las palabras del Monarca surtieron efecto. Chávez calló no sin antes añadir: «Podrá ser español el presidente Aznar, pero es un fascista y es un...».

La frase quedó suspendida en el vacío y Zapatero continuó con su queja. Pero Chávez, furioso, seguía intentando retomar la palabra y lo consiguió unos segundos: «Responderé al señor Zapatero con una sola frase del poeta José Gervasio Artigas: 'Con la verdad ni ofendo, ni temo'». «El Gobierno de la nación venezolana», añadió desafiante, «se reserva el derecho a responder a cualquier agresión, en cualquier lugar y en cualquier momento».

A continuación, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, cedió el turno a Daniel Ortega. El presidente de Nicaragua enhebró una intervención prácticamente ininteligible de la que sólo surgió un mensaje claro: el reproche agrio a España, a la que acusó de formar parte de una «dictadura global» y de enviar a su tierra a empresarios e inversores que sólo pretenden «hacer dinero» con prácticas «corruptas y mafiosas».

Todo esto fue demasiado para el Rey, que, de acuerdo con Zapatero, optó por abandonar la sala. Posteriormente, fuentes autorizadas de la Casa Real reconocieron el profundo malestar del Monarca y explicaron que su decisión de marcharse del plenario era una forma evidente de protesta ante el cariz que estaban tomando las cosas.

El turno de micrófono cayó a continuación del lado cubano. El vicepresidente, Carlos Lage, señaló que «Aznar, no en una ocasión, sino en varias, ha atacado a la dignidad de Venezuela y a su presidente con epítetos más graves que los utilizados aquí por Chávez».

Al término de la agitada sesión, el presidente del Gobierno compareció ante los periodistas españoles para repetir su exigencia de «respeto». Zapatero calificó de «absolutamente inapropiado e inaceptable» el rifirrafe suscitado por Hugo Chávez y advirtió: «Espero que sea la última vez».

Anoche, el ex presidente Aznar llamó al Rey y a Rodríguez Zapatero para agradecerles el gesto de salir en su defensa. El actual mandatario español respondió desde Buenos Aires a Aznar que era su obligación y que se lo dictaban sus principios en defensa de las instituciones, de sus representantes y del Estado de Derecho.

Más tarde, Bachelet dijo en una conferencia de prensa que la disputa reflejó la «diversidad» de posturas y el «apasionamiento» en la reunión. «No hay que dramatizar los debates», concluyó en tono conciliatorio.

UN DIALOGO SIN PRECEDENTES

Hugo Chávez.- (Refiriéndose a Aznar, al que acababa de llamar «fascista»): «Una serpiente es más humana que un fascista o un racista; un tigre es más humano que un fascista o un racista».

José Luis Rodríguez Zapatero.- «Estamos en una mesa donde hay gobiernos democráticos (....). Se puede estar en las antípodas de una posición ideológica, no seré yo el que esté cerca del ex presidente Aznar, pero el ex presidente Aznar fue elegido por los españoles y exijo, exijo...».

Chávez.- «Dígale a él que respete».

Zapatero.- «Exijo que tú, un momentín [dirigiéndose en este caso al Rey, que dirigió una frase inaudible a Chávez en tono reprobatorio]...».

Chávez.- «Dígale lo mismo a él».

Zapatero.- «Exijo respeto, por una razón, y además...».

Chávez.- «Dígale lo mismo a él, presidente».

Zapatero.- «Por supuesto, por supuesto».

Don Juan Carlos.- [Alzando la mano hacia Chávez] «Pero ¿por qué no te callas?».


Chapeau
Erasmo, El Mundo

Pocas veces la incontrovertible espontaneidad de lo fortuito excluye apaños, fingimientos, simulación. Y la dicotomía consabida civilización o barbarie se hace patente en el sereno sosiego frente al rebuzno totalitario: El Rey de España. Punto. El presidente del Gobierno de España. Punto. Frente a ellos: Chávez, Tiranuelo Banderas, golpista iletrado, espadón de Valle. Y el nica Daniel Ortega (ya sin careta) de telonero y.

LA JUSTA IRA DEL REY (La Razón)
La bitácora del Director

Como Jefe del Estado, el Rey ha representado tradicionalmente la imagen exterior de España. Ha sido nuestro mejor embajador, el muñidor de acuerdos, el enmendador de errores, el gran procurador de las empresas españolas en los mercados internacionales. Con habilidad, con prudencia y con inteligencia. Ayer, el Rey, salvó la dignidad de España en la sicalíptica cumbre de países latinoamericanos. El gorilón Chávez, dictadorzuelo con falsas credenciales democráticas, había llamado golpistas a los empresarios españoles y había insultado al ex presidente del Gobierno español. Esto último, en la misma línea que Zapatero, su Gobierno y sus terminales mediáticas. El Rey blandió su ira, ordenó callar a Chávez y a otros caudillitos, se levantó y se fue. Lo que no hizo Zapatero.


Rajoy reprocha a Zapatero su tardanza en responder a los insultos de Chávez

Le Figaro (Francia)

Le Monde (Francia)

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