lunes, 19 de febrero de 2007

Sólo el 31% de los andaluces refrenda su 'realidad nacional'

Nada más acudió a votar el Estatuto el 36,2% / El 87,4% de los votos fue a favor, el 9,5% en contra y el 3%, en blanco / Zapatero felicita a Chaves por el resultado

Sólo el 31% de los andaluces refrendó ayer su realidad nacional contenida en el nuevo Estatuto de autonomía.

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, había dicho días atrás, para justificar que la inmensa mayoría de los andaluces admitía en las encuestas que desconocía la reforma del Estatuto, que «cuando se hace una reforma del Estatuto o incluso de la Constitución, no es un problema de conocimiento; la gente intuye qué es lo que está en juego».

Si se trataba de eso, si ese era el listón, la intuición, los andaluces dejaron ayer claro qué han intuido ante la reforma del Estatuto: se trata de un asunto que no les interesa. La realidad nacional que el presidente de la Junta de Andalucía introdujo con calzador en el Estatuto andaluz no ha merecido el respaldo más que del 31% de los más de seis millones de andaluces que ayer estaban llamados a esta consulta. Sigue en

Con la totalidad de los votos escrutados, la participación sólo llegaba al 36,28%, con lo que la abstención se situó en el 63,72%. De ese escaso número de votantes, el voto afirmativo, que defendían todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria (PSOE, PP e IU) salvo el Partido Andalucista, obtuvo el 87,45%, frente al 9,48% de votos negativos y un 3,07% de votos en blanco.

Chaves, que además de la Junta de Andalucía también preside el PSOE federal, había vaticinado en numerosas ocasiones que la jornada del 18 de febrero sería un día histórico. Pese a ser el dirigente socialista andaluz más longevo de todos cuantos aparecían en aquella famosa foto de la tortilla en torno a Felipe González, Chaves no había tenido una participación activa en el referéndum andaluz del 28 de Febrero de 1980 y, acaso por ello, buscaba ahora emular aquella jornada en la que el voto masivo de los andaluces rompió el modelo autonómico que había trazado el Gobierno de Adolfo Suárez.

Es probable, sin embargo, que con estos datos de la jornada electoral, a partir de ahora el principal interesado en evitar cualquier comparación sea el propio presidente de la Junta. Porque las cifras no dejan lugar a dudas sobre cómo ha crecido el desinterés por la autonomía en los 26 años transcurridos desde entonces. La «realidad nacional» de Andalucía que promulga el nuevo Estatuto no ha sido capaz de superar la barrera del 40% de participación que sí logró en esta comunidad el referéndum de la Constitución Europea, con un 40,3% de votantes.

Récord de abstención

Quiere decirse que si el 18 de febrero será histórico por algo, lo será porque ya se ha convertido en la consulta que menos ha interesado a los andaluces en toda la historia de la democracia; nada que ver, desde luego, con las elecciones y nada que ver con ninguno de los seis referendos que había habido hasta ahora.

Pero es que ni siquiera podría alegarse como excusa de la elevada abstención que lo que se sometía a votación es un texto farragoso que se ha sometido a votación, un tocho de 250 artículos (el texto se ha triplicado, el Estatuto andaluz ha pasado de contenerse en 10.000 palabras a extenderse en más de 36.000). El 28 de Febrero de 1980 la pregunta que dispuso el Gobierno de UCD, que propugnada la abstención, era algo tan enrevesado como lo siguiente: «¿Da usted su acuerdo a la ratificación de la iniciativa, prevista en el artículo 151 de la Constitución, a efectos de su tramitación por el procedimiento previsto en dicho artículo?». Y sin embargo, la participación alcanzó el 64%, casi el doble que en la consulta de ayer, que apenas superó el 36%.

Pese a todas estas evidencias, que nadie espere ningún gesto de autocrítica entre los dirigentes que han fomentado y apoyado esta reforma. Tras conocerse el resultado, el Gobierno activó el procedimiento habitual de felicitaciones en una campaña electoral. Las reacciones se acogieron estrictamente a ese protocolo de victorias sin reparar en nada más. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, descolgó el teléfono de La Moncloa y felicitó al presidente andaluz, Manuel Chaves, por el resultado de la consulta.

Según el presidente, «Andalucía se ha dotado de un nuevo Estatuto que le permitirá no sólo ejercer un mayor y mejor autogobierno, sino afrontar con éxito una nueva etapa de más desarrollo económico y progreso social». Punto. Ni una referencia a la abstención.

Tampoco el presidente andaluz, que compareció ante los medios de comunicación un par de horas después del cierre de los colegios electorales, le prestó demasiada importancia a la abstención. Es más, el presidente andaluz incluso se atrevió a interpretar la abstención a favor del Estatuto reformado.

A juicio de Chaves, si no ha acudido a votar ni el 40% de los andaluces ha sido «por un exceso de optimismo». «Seguramente esos ciudadanos estarían de acuerdo con el Estatuto, pero habrán considerado que el partido estaba ganado de antemano».

Estas dos palabras, «exceso de optimismo», las veremos repetidas a partir de hoy en todos los dirigentes socialistas junto a otro argumento más: La culpa de la elevada abstención la tiene el Partido Popular.

A pesar de que el Estatuto que se ha sometido a referéndum lo pactaron el PSOE y el PP en el Congreso de los Diputados; y a pesar de que el PP ha llenado Andalucía de vallas con sus principales líderes pidiendo el voto afirmativo, los socialistas andaluces los han acusado durante toda la campaña de no haber puesto suficiente énfasis. En el mitin de cierre de la campaña de Chaves, el PSOE llegó un poco más lejos «Sabemos en qué mesas votan», afirmaron.

Las urnas de la derecha

Anoche, nada más cerrarse las urnas, el PSOE se aplicó con este análisis. «Hay una mayor cantidad de votos negativos en las mesas electorales en las que tradicionalmente se vota a la derecha», repetían los dirigentes locales del PSOE en varias ciudades andaluzas.

De todas formas, al margen de la pugna política, ¿es verdad que los votantes del PP se han abstenido? Con toda probabilidad, una buena parte del electorado que tradicionalmente apoya al PP ha decidido abstenerse o votar en contra, pero es que es muy probable que lo mismo haya ocurrido con los votantes socialistas y con los de Izquierda Unida. De hecho, los votos afirmativo conseguido por el Estatuto no llegan ni siquiera a los votos que obtuvo el PSOE en las últimas elecciones andaluza. El nuevo estatuto andaluz fue respaldado por 1.899.860, una cifra que está 340.000 votos por debajo de los sufragios que consiguió el PSOE en las últimas elecciones autonómicas. Y el Estatuto lo apoyaban, al margen del PP, el PSOE, Izquierda Unida, además de todas las organizaciones sindicales, patronales y sociales de Andalucía.

En cualquier caso, cuando se apague esta nueva polémica entre el PSOE y el PP, la única realidad constatable será la aprobación y ratificación de un nuevo Estatuto de Andalucía que, a pesar de incluir muchos aspectos calcados del Estatuto de Cataluña, no acabará en el Tribunal Constitucional gracias al acuerdo previo de socialistas y populares en el Congreso.

La principal dificultad, en adelante, será resolver lo que, en su día, definió el vicepresidente Pedro Solbes como el «sudoku» de la financiación autonómica. Con la aprobación del Estatuto andaluz, el laberinto autonómico se complica porque también Andalucía tiene garantizado por su Estatuto que cobrará la deuda histórica y que, durante siete años, las inversiones del Estado en Andalucía serán equivalentes al peso de la población en el conjunto de España. Cuando llegue ese debate, en fin, lo único que estará garantizado es que nadie se acordará ya de que este referéndum del 18 de Febrero ha sido líder en abstención.

El Mundo, 19-02-2007

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