domingo, 4 de febrero de 2007

El rechazo a la negociación con ETA gana la batalla de la calle

La manifestación convocada por el Foro Ermua superó ampliamente a la celebrada el día 13 y que, en sintonía con el Gobierno, sólo pedía la paz.
Ondearon miles de banderas de España.

La manifestación convocada por el Foro Ermua movilizó a muchas más personas que la que se limitó a promover la paz en sintonía con el Gobierno Los asistentes ondearon miles de banderas constitucionales y el acto concluyó con el himno nacional. Asistieron los principales líderes del PP.

Sin dudas. El no a la negociación con los terroristas ganó claramente la batalla de la calle. Cientos de miles de ciudadanos se dieron cita ayer en Madrid para lanzarle un claro mensaje a Rodríguez Zapatero: «No hay nada que negociar».

Pero, además, quisieron también demostrar que eran capaces de ganar en número a los que el pasado 13 de enero asistieron a la manifestación contra el último atentado de ETA en una convocatoria en sintonía con el Gobierno en la que se reclamaba la «paz», pero no se pronunciaba ni contra el diálogo ni contra la negociación. Aquella manifestación fue convocada por los sindicatos UGT y CCOO junto a los colectivos de ecuatorianos en España. Una vez más, se produjo una nueva guerra de cifras. Desde la Delegación del Gobierno se informó de que la convocatoria de Foro Ermua fue secundada por 181.201 personas. Desde la Comunidad de Madrid la cifra se disparó hasta el millón y medio de manifestantes.

El pasado 13 de enero, la Delegación cifró en 174.824 el número de asistentes y la Comunidad de Madrid habló de 210.000. En cualquier caso, ambos organismos confirmaron que en la marcha de ayer había más asistentes que en la del pasado 13 de enero. Además, las arterias tanto del paseo de Recoletos como de la calle de Alcalá tenían más manifestantes ayer que en la convocatoria anterior. La iniciativa de Foro Ermua contó con el respaldo de miles y miles de ciudadanos, llegados de todas las comunidades de España, que inundaron el centro de Madrid para pedir la «derrota» de ETA «sin concesiones ni negociaciones».

Desde al menos hora y media antes de la hora prevista para iniciar la marcha, la madrileña plaza de Colón se convirtió en un ir y venir constante de ciudadanos con banderas de España en sus manos, ansiosos de iniciar la marcha.

El color rojo y gualda llenó el recorrido de la manifestación en un acto sin precedentes. «No había visto tantas banderas de España juntas en mi vida, ni cuando los partidos de la selección», recordaba uno de los asistentes. Otro le contestó: «Es que parece que por fin ya no nos da vergüenza enseñar la bandera». La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, había realizado un llamamiento para que los ciudadanos acudieran a la protesta con banderas de España. Incluso, al final de las intervenciones sonó el himno nacional.

Pero no faltaron las banderas de todas y cada una de las comunidades autónomas.

A ETA se la vence, no se la convence. Era la pancarta que la gran mayoría de los asistentes portó durante las casi tres horas que duró la protesta contra el terrorismo etarra, en un acto que, además de ser una condena del atentado de Barajas, sirvió para dejarle claro al Gobierno que los asistentes no quieren concesiones a ETA para acabar con el terrorismo; quieren «la derrota de los asesinos».

Gran respaldo

Además de la gran mayoría de las asociaciones de víctimas del terrorismo de ETA y del 11-M, el acto fue secundado también, entre otros, por el Partido Popular, la Unión del Pueblo Navarro, Ciudadanos de Cataluña, el Sindicato Unificado de la Policía, la Confederación española de Policía, asociaciones de guardias civiles... hasta más de 150 asociaciones, movimientos cívicos y partidos.

«España, España, España», «Zapatero, dimisión», «España se merece otro presidente», «No se negocia con los asesinos», «Vaya libertad, si dices lo que piensas te vienen a matar», «Todos a una, contra Batasuna», «Con este Gobierno, España es un infierno», «11-M, queremos saber», fueron los gritos más coreados. La manifestación arrancó pasadas las cinco de la tarde, encabezada por los representantes del Foro Ermua, bajo el lema Por la libertad. Derrotemos juntos a ETA. No a la negociación. Junto a ellos, los máximos representantes de las diferentes asociaciones de víctimas, con la AVT a la cabeza.

El líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, y prácticamente toda la cúpula de su formación arroparon de nuevo a las víctimas del terrorismo en esta nueva convocatoria, celebrada apenas 20 días después de que en el mismo sitio y prácticamente a la misma hora casi 200.000 personas, convocadas por los sindicatos UGT y CCOO, condenaran también el último atentado de ETA.

También acudieron, entre otros, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón y las militantes socialistas Gotzone Mora y Rosa Díez (que estaba tras una pancarta con el lema ETA no, ETA ez). El presidente valenciano, Francisco Camps, los dirigentes populares Eduardo Zaplana, Angel Acebes, el ex ministro Jaime Mayor Oreja, y una larga lista de responsables políticos de la formación popular también secundaron la convocatoria.

Rajoy indicó que su partido estará detrás del Gobierno «si rectifica, cambia su política y rechaza la negociación con ETA».

El ex presidente del Gobierno José María Aznar aseguró: «Estamos aquí todos los que queremos derrotar al terrorismo, los que no queremos negociar ni rendiciones, ni diálogo ni trampas debajo de la mesa».

La militante socialista también hizo una velada referencia a las declaraciones de Fernández de la Vega. «Juntos podemos acabar con ETA de buena fe, si somos muchos la vamos a derrotar. Aquí no sobra nadie», sentenció.

El comunicado final no dejaba lugar a dudas. Fue leído por Conchita Martín, viuda del comandante Blanco, primera víctima tras la ruptura de la anterior tregua, y Antonio Aguirre, ex dirigente del PSE y militante de base de esta formación. Tras condenar los dos últimos asesinatos de ETA en la Terminal 4 de Barajas, indicó: «Ésta no es una convocatoria ni de izquierdas, ni de derechas, ni de centro, es una convocatoria para todos los ciudadanos que quieran defender la libertad, confíen en el Estado de Derecho, en la derrota de ETA y que se oponga a la negociación con los asesinos».

«Debemos aprender de nuestro pasado que no hay que negociar con ETA porque no hay espacios legítimos entre la democracia y el proyecto liberticida de la banda, y porque los intentos de diálogo no son gratuitos: sirven para legitimar a los terroristas, para hacerles concebir esperanzas», añade el comunicado.

Contra la vicepresidenta

Teresa Jiménez Becerril también tomó la palabra y exigió a la vicepresidenta del Gobierno que pidiera disculpas a todas las víctimas del terriorismo, «que pida disculpas también a mi madre, que se ha recorrido media España para estar aquí, con buena fe, como todas las víctimas, con buena fe». Contestaba a las declaraciones de la vicepresidenta que el pasado viernes aseguró que veía «mala fe» en la manifestación de ayer porque no era contra ETA.

El presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, también habló desde el estrado. «Nuestros seres queridos no han sido asesinados en vano. Tras 40 años de sufrimiento y dolor sembrados por el terrorismo en España, no podemos consentir que finalmente el terrorismo de ETA consiga ninguno de sus objetivos. Señor Zapatero, rendirse a los pies de ETA es de cobardes e irresponsables ya que, entre otras cosas, los actos de estos asesinos serían justificados por nuestro Estado de Derecho. A ETA se la vence, no se la convence». Advirtió del riesgo de que finalmente el Supremo, en próximas fechas, excarcele al etarra De Juana Chaos, en huelga de hambre.

En representación de la comunidad ecuatoriana intervino Jaquelin Pulupa, quien reclamó que no se ceda «ni un centímetro» a las reivindicaciones de los terroristas, que les caiga «todo el peso de la ley». Pidió también la unidad de todos los demócratas como arma más efectiva para acabar con los etarras.

El acto del Foro Ermua, que se inició con el lanzamiento de más de 25.000 globos con los colores de la bandera de España, finalizó con el himno nacional.

Fernando Lázaro
El Mundo, 04-02-2007

0 comentarios: