El incumplimiento de órdenes de alejamiento y la falta de seguridad de las mujeres amenazadas parecen quedar en un segundo plano: ésta es una de las recetas con las que el departamento que dirige Aído pretende reducir la sangría de mujeres asesinadas por sus parejas y ex parejas, según informa La Razón.
La Subsecretaría del Ministerio de Igualdad publicó la semana pasada en el Boletín Oficial del Estado el anuncio de la licitación del «servicio telefónico y on line de información y orientación en materias y cuestiones relacionadas con los hombres y la igualdad de género. El valor estimado del contrato es de 1,2 millones de euros, aunque la cantidad máxima a invertir será de 1,4 hasta 2011. En el presente año el presupuesto asciende a 234.000 euros. Serán 700.000 para 2010 y 466.000 para 2011.
El objetivo no es disuadir a los hombres violentos ni detectar casos de maltrato. En su lugar, el objetivo es «contribuir con políticas preventivas a otro modelo de masculinidad desde el que establecer las relaciones de pareja sobre unas nuevas referencias, para la cual la implicación y el compromiso de los hombres en esta lucha es imprescindible». Así lo detalla el pliego de prescripciones técnicas que regirá la contratación del servicio.
Tal y como dice el diario de Planeta en su sección El Puntazo:
De ocurrencia en ocurrencia, la ministra Bibiana Aído se va a gastar 1,4 millones de euros en un teléfono gratuito para varones «con dudas» en sus relaciones y en impulsar un «nuevo modelo de masculinidad». La violencia de género es un problema lo suficientemente grave para abordarlo desde políticas más rigurosas y eficaces. En tiempo de crisis, ese presupuesto podría ir dirigido a lo que verdaderamente importa: hacer un seguimiento sobre la falta de seguridad de las mujeres amenazadas, detectar los posibles casos de maltrato y persuadir a los hombres violentos. Pero no, se ha optado por un teléfono que los pondrá en contacto con «organizaciones de hombres igualitarios» y ofrecerá «lecturas recomendadas» sobre igualdad... Pura cosmética con unos resultados más que dudosos. Nadie ignora que la educación es vital para evitar la violencia de género, pero hay cauces más efectivos que este despilfarro.Periodista Digital
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