sábado, 20 de agosto de 2011

Fiestas de proetarras. Por Carmen Gurruchaga

La treta de Bildu para estar presente en la manifestación de la izquierda abertzale durante la Aste Nagusia de Bilbao es más vieja que la injusticia y casi una tradición en ese mundo. Consiste en que una persona, o varias, que aparentemente no tiene vinculación con la coalición abertzale, solicite el pertinente permiso ante la autoridad competente para celebrar un acto de protesta y, a continuación, Bildu lo respalda. En esta ocasión, el «grupo de ciudadanos independientes» quiere protestar contra las «imposiciones españolistas, las conculcaciones de derechos y la imposición de iniciativas y símbolos»; y si la consejería de Interior del Gobierno Vasco no lo impide estarán acompañados por las caras más conocidas de los abertzales y las nuevas de la coalición. Las fiestas bilbaínas se verán amenizadas por las comparsas «Txori Barrote» y «Kaskagorri», sancionadas en 2009 con dos años de suspensión por exhibir fotos de presos de la organización terrorista ETA, pero que tal y como desveló LA RAZÓN, estarán presentes con dos txoznas (casetas). Además, Kaskagorri organizará varios actos a favor de los reclusos. El protagonismo de los etarras internos en cárceles está siendo un clásico este año en todas las fiestas patronales de la geografía vasca y navarra. Cualquier excusa para que algún dirigente de Bildu pida el fin de la dispersión, la vuelta a casa de los presos, su puesta en libertad, el apoyo a los familiares. La coalición campa a sus anchas con el discurso que ilegalizó a sus predecesores. Pero en esta ocasión, sin consecuencias penales.

La Razón - Opinión

Medidas anticrisis. Minar el terreno. Por Emilio J. González

Zapatero sigue con su política de tierra quemada para ponerle las cosas todavía más difíciles al próximo Ejecutivo que surja de las urnas.

El Gobierno está dispuesto a evitar como sea que le estalle en la cara la crisis de la deuda antes de las próximas elecciones generales, para lo cual no tiene el menor reparo en acudir a lo que sea con tal de evitarse el desastre, sin importarle lo más mínimo las consecuencias posteriores de sus decisiones, o importándole si éstas pueden suponer problemas adicionales para el PP si obtiene el triunfo en los próximos comicios y llega a formar Gobierno. En resumen, que Zapatero sigue con su política de tierra quemada para ponerle las cosas todavía más difíciles al próximo Ejecutivo que surja de las urnas. El último ejemplo: el adelanto en el pago del Impuesto de Sociedades que acaba de aprobar el Consejo de Ministros.

Con esta medida, el Gobierno pretende acelerar este año la recaudación fiscal y evitarse, con ello, más problemas de los que ya tiene con los mercados de deuda. Dicho de otra forma, para tener que emitir menos deuda de aquí a noviembre, el Ejecutivo socialista obligue a las empresas a ingresar antes en las arcas de Hacienda los pagos por tributos que tendrían que realizar en 2012. De esta forma, ZP tratará de maquillar tanto las cuentas públicas como su nefasta gestión de las mismas y pretenderá hacernos creer a todos, mercados incluidos, que hace cuanto está en su mano para cumplir con los objetivos que se ha marcado de déficit público. Pero lo que está haciendo en realidad es coger parte del dinero que tendría que entrar en las arcas de Hacienda el próximo ejercicio y utilizarlo para taponar parte de los agujeros presupuestarios de éste, ya que sigue negándose a aplicar medidas reales de recorte del gasto público. Con ello, y en un entorno de desaceleración de la economía española, que puede acabar en los próximos meses en una nueva recesión, le quita al próximo Ejecutivo parte de los ingresos con que debería contar planteándole, de esta forma, más y más problemas a la hora de reducir el desequilibrio en las cuentas públicas. Vamos, que lo que está haciendo es minarle al PP el terreno todo lo posible. Esta forma de actuar se califica por sí misma.

Además, al actuar de esta forma, el Gobierno le está planteando más problemas a las empresas, que necesitan ese dinero para poder seguir financiando sus actividades, a falta, como estamos, de crédito bancario. A Zapatero y su equipo, sin embargo, eso le importa un rábano. Para ellos lo importante es salvar la cara como sea y, si de paso, le dejan al PP una nueva bomba de relojería en marcha, mejor que mejor. Qué más da que ese adelanto de impuestos pueda suponer menos puestos de trabajo; qué importa si la mejor estrategia para resolver el problema de la deuda es recortar el gasto. A Zapatero lo único que le importa es maquillar las cifras económicas, sean cuales sean éstas, haciendo todo lo que pueda fastidiar al PP en la medida de lo posible. Así está dejando a este país, convertido en un páramo económico irreconocible.


Libertad Digital - Opinión

El Papa de la Verdad señala el verdadero camino al 15M. Por Federico Quevedo

Fe y Razón son compatibles. No solo eso: suman. Y en momentos en los que la Razón se desencuentra, la Fe ayuda a enderezar de nuevo el rumbo. ¿Qué ocurre con el que no tiene fe? El primer consejo que cabe dar es buscarla. Pero si, aun así, no se encuentra o se rechaza, la Fe sigue estando ahí y aporta un contenido intelectual esencial para todos los seres humanos, independientemente de sus creencias. Por eso Razón y Fe son compatibles, y su combinación contribuye a llevar al ser humano hacia la Verdad, una verdad que nos hará libres en un mundo que hoy se caracteriza por someter al
hombre, a la persona, al individuo, a los dictados de una sociedad de consumo implacable, de un colectivismo atroz.

Siempre entendí el Movimiento 15M como una respuesta casi revolucionaria a esos dictados, como una reacción a la imposición y a un modo de entender el sistema de convivencia basado en la negación de la persona, lo que ha conllevado a la perversión del propio sistema democrático. Los ciudadanos se revuelven contra aquellos que les han hurtado su derecho a opinar y a decidir, contra aquellos que les han conducido a una crisis social sin precedentes.

«El Movimiento 15M sigue teniendo una sólida base para su existencia: la ausencia total y absoluta de los valores y principios que alumbraron el nacimiento del constitucionalismo liberal moderno, valores y principios que podemos volver a encontrar en esa conjugación de Razón y Fe más allá, insisto, de creencias.»
El problema es que desde el primer momento el Movimiento adolecía de una clara dirección en sus objetivos, y al final se ha convertido en una simple operación de marketing de la extrema izquierda. Aun así, más allá de las manifestaciones laicistas y del odio y el resentimiento que ese sector radical de la izquierda ha desplegado hacia la Iglesia Católica y hacia la visita del Papa, contribuyendo además a ofrecer una pobre imagen en el exterior de nuestro país que es ya lo que nos faltaba, el Movimiento 15M sigue teniendo una sólida base para su existencia: la ausencia total y absoluta de los valores y principios que alumbraron el nacimiento del constitucionalismo liberal moderno, valores y principios que podemos volver a encontrar en esa conjugación de Razón y Fe más allá, insisto, de creencias.

Valores y principios que pueden resumirse en la defensa de la libertad individual, el derecho a la vida, el respeto y la tolerancia hacia todas las ideas, opiniones y creencias, la justicia social, la igualdad de oportunidades, la no discriminación, la solidaridad... Todos esos principios y valores se encuentra comprendidos en el Humanismo Cristiano, y contra ellos ha luchado un pensamiento relativista heredero del socialismo real que ha impuesto a nuestra sociedad el modelo de la absoluta satisfacción. Pero ese modelo, y eso es lo que ha denunciado de manera constante el Papa, ha fracasado, y la prueba de ese fracaso es la actual crisis que está atravesando especialmente el mundo occidental, donde se percibe una absoluta ausencia de valores morales y principios con los que antes se sostenía nuestro modelos de convivencia.

Si alguien puede dar lecciones sobre cómo volver a encontrar ese rumbo es la Iglesia, es el Papa, porque nunca lo ha abandonado a pesar de lo que se diga desde la absurda propaganda anticatólica de la izquierda radical: la Iglesia viene siendo desde hace siglo la mayor organización social de ayuda a los más necesitados, la que más ha aportado a la Humanidad en materia de Educación y de Sanidad, la que más ha contribuido a enriquecer nuestra sociedad con el arte y la cultura.

Negar todo eso es propio del determinismo marxista, y supone contribuir a una enorme y masiva mentira que ha hecho un daño a nuestra sociedad que puede llegar a ser irreparable si no volvemos a recuperar ese rumbo que habíamos perdido. La sociedad protesta porque es consciente de que hay muchas cosas que se han hecho mal durante todo este tiempo, porque sabe que se nos han hurtado muchos de esos valores, pero lo que no sabe es cómo canalizar ese descontento, cómo dar una respuesta a las múltiples preguntas que en estos tiempos convulsos nos hacemos porque de pronto nos hemos dado cuenta de que hemos perdido los escasos referentes que el relativismo nos había impuesto como buenos.

El Papa ha venido a dar respuesta a muchas de esas preguntas, y se le puede hacer caso o no, pero lo que nadie puede negar es que lo hace desde el verdadero compromiso con el ser humano y su futuro, y aunque solo sea por eso, porque Benedicto XVI está tendiendo la mano a todo aquel que quiera encontrar respuestas, sería bueno que volviéramos a encontrar dentro de nosotros mismos la capacidad de entender y de respetar que habíamos perdido y escuchar. Sólo escuchar, que tampoco es pedir mucho.


El Confidencial - Opinión

El Papa y los enfadados. Por Charo Zarzalejos

Al mediodía, nuestro país abría los informativos de todas las grandes cadenas internacionales, dándonos a todos los españoles una publicidad realmente impagable. El Papa Benedicto XVI pisaba tierra española, al tiempo que las principales arterias de la ciudad se llenaban de peregrinos y ciudadanos en general para darle la bienvenida. Madrid ha cambiado su rostro. Enormes cantidades de grupos de jóvenes de todas las nacionalidades imaginables recorren la ciudad.

Lo hacen alegres, sonrientes, de manera ordenada y afable. Los organizadores de la JMJ se han visto desbordados en sus previsiones y cientos de miles de creyentes se sienten reconfortados, ilusionados. Como ocurre en toda sociedad democrática y abierta no todo el mundo se siente identificado ni con el Papa, ni con la Iglesia y, ni siquiera con la idea de la existencia de Dios. Tienen derecho a ello pero algo ocurre al anticatolicismo militante cuando para reafirmarse en sus tesis apelan siempre a lugares comunes. Da igual que se haya dicho por activa y por pasiva que la JMJ se sufraga por los propios peregrinos, donaciones de empresas y particulares. Da igual que se sepa de antemano que la JMJ va a dejar beneficio. Da igual que las primeras palabras del Papa en el avión que le ha traído de Roma haya sido una severa crítica a la economía que sólo busca el beneficio en lugar del bienestar del hombre. Da igual que hable de convivencia, de verdad, de libertad, de perdón. Da igual porque para los anticatólicos militantes todo se reduce al uso o no del preservativo. Es llamativo que los enfados por la visita del Papa no esgriman argumentos más de fondo, más serios. Se olvidan de las ideas para caer en la ocurrencia, en la mofa fácil, en lo patético para intentar ridiculizar a una religión y a una Iglesia que mueve a miles de millones de hombres y mujeres en todos los continentes.

Es seguro que entre ateos y agnósticos hay gentes con estupendas cabezas, que saber argumentar con seriedad y sin necesidad de ofender a nadie ni a nada sus ideas y posiciones discrepantes con la Iglesia Católica, pero con ocasión de esta visita del Papa, lo que se ha visto hasta ahora es un anticatolicismo español -el laicismo es otra cosa- ramplón y chabacano que no solo ha actuado como efecto movilizador a favor de la visita papal sino que además no ha ganado un solo adepto.

¿Es el Papa el que mueve a tantos millones de hombres y mujeres?. En la medida que tiene el liderazgo de la Iglesia, si. Rotundamente, si. ¿Tiene la piedra de la Meca un imán que atrae en contra de su voluntad todos los años a millones de peregrinos musulmanes?. No. Van porque quieren. Se acompaña al Papa, se adora a Buda, se viaja a la Meca porque el ser humano, desde el principio de los tiempos ha necesitado creer en algo y como dice el laico Sarkozy, "una sociedad que cree es una sociedad esperanzada".

Los cientos de miles de jóvenes que se han reunido en Madrid son jóvenes esperanzados y la esperanza ni tiene precio ni decae por las mofas ajenas. Madrid está siendo un buen ejemplo de ello.


Periodista Digital - Opinión

Convezquiendo. Por Iñaki Ezkerra

Se dice que los actuales ministros españoles no están preparados y adolecen de una incultura general básica. Ése es ya un tópico recurrente en la conversación política. Pero, para demostrar que se trata de una simple falacia de la derecha, José Blanco le dijo hace unos días lo siguiente a la radiofónica Begoña Gómez de la Fuente en el programa de Carlos Herrera: «Es hora de que Bildu ‘‘convezca’’ a ETA de que debe dejar las armas». Blanco se inventó así, de buenas a primeras, haciendo un refinado alarde de creatividad gramatical y morfosintáctica, el verbo «convezquer»: yo convezco, tú convezques, Bildu convezque o no convezque a nadie… Para hacer lo que ha hecho Blanco con el verbo «convencer» –retorcerlo como una bayeta húmeda, violarlo a la luz del día, darle una mano de leches en los lavabos del diccionario, hacer chirriar todos los goznes del castellano…– hay que poseer una gran cultura y un hondo conocimiento del idioma. Inventarse el verbo «convezquer» es algo que sólo puede hacer José Blanco, un hombre de sólidas y profundas «convezquiones» que merece un doctorado «horroris causa» como los que tienen Pajín y Aído por similares aportaciones al acervo lingüístico.

La verdad es que «convezquido», lo que se dice «convezquido» de que ETA debe dejar las armas, no le veo yo ni a Bildu siquiera. Y para «convezquer» a alguien de algo debe «convezquerse» primero uno mismo. La verdad es que Bildu ni siquiera nos quiere «convezquer» a nosotros de su falso pacifismo. Quiere chulear, que es otra cosa. Chulear de su poder para darnos el verano en todos los fiestorros populares del País Vasco. Chulearnos con sus txosnas y sus presos y sus pancartas y sus brindis-trampa municipales con dos panolis del PP donostiarra cuyo único pecado es ése, el de dejarse «convezquer» para un brindis-molotov como panolis. La foto esa debe servirnos de vacuna porque es muy simbólica. De ella, lo que más me llama la atención es la risa desencajada del alcalde, la carcajada de viejo zorreras que sabe bien lo que se hace, el lío en el que les está metiendo a ese par de lirios del valle y las reacciones que iba a provocar esa imagen. ¡Qué quieren que les diga! La foto habla por sí sola. Ahí no hay traición ni premeditación ni alevosía política. Hay mala leche por parte de uno y eso, panolismo por parte de los otros. Un panolismo puro, virgen y mártir, que no es el panolismo sociata, estudiado, impostado y curtido que le pide a Bildu que «convezca» a ETA. Ya lo dijo Unamuno: «Vezqueréis pero no convezqueréis». No sé lo que significa ese verbo pero me imagino que es una cosa buena. Yo deseo que le «convezca», pero ya y de una vez por todas.

La Razón - Opinión

Diputaciones. Los ideólogos. Por Maite Nolla

Pretenden instaurar ni más ni menos que siete provincias al modo nacionalista catalán, que no se llaman diputaciones, sino veguerías. Es decir, la propuesta de Duran es la de casi doblar el sistema actual; a lo nacionalista, pero doblado.

La verdad es la verdad y, aunque la cuestión es más compleja y exige muchas más reformas colaterales, la idea de suprimir las diputaciones no sólo es necesaria, sino que parece casi inevitable. Pienso que la cosa tiene que ver más con el reparto de las atribuciones y con las necesidades de cada caso, pero es un principio. Lo que sucede es que siendo novedoso que en España, por fin, se pueda hablar de reorganizar un poco el amplio concepto de eso que se llama la Administración Pública, nunca se podía pensar que los ideólogos del debate sobre la supresión de las diputaciones fueran Pepe Blanco, Rubalcaba y Duran i Lleida. Y menos que los socialistas le pretendan dar al tema un toque ideológico, y que el socialcristiano quiera darnos un ejemplo de la sensatez del nacionalismo moderado.

De los tres, el que tiene alguna disculpa es el ministro Blanco. Pedirle que antes de dar una rueda de prensa se lea el artículo 137 de la Constitución, el 141 y el 143, y que los procese, ya sé que puede ser excesivo, pero redundaría en su propio beneficio. Dijo el portavoz del Gobierno que las diputaciones respondían a una concepción "preautonómica" del Estado. Franquista, quiso decir. La Constitución no dice que las diputaciones tuvieran que desaparecer cuando se constituyeron las comunidades, ni lo prevé como algo a extinguir. Estamos en agosto, y no es plan de soltar un rollo sobre el carácter potestativo del acceso a la autonomía, pero tan constitucionales son las diputaciones como las autonomías, aunque sólo sea porque son dos cosas distintas. Si lo que ha querido decir Blanco es que lo moderno es lo autonómico y lo retrogrado las diputaciones, que despida al que le ha redactado la nota.

En el capítulo de los falsos, aparecen dos habituales: Rubalcaba y Duran. Difícil determinar cuál de los dos lo es más, pero empezando por el líder nacionalista, dice que su partido lleva proponiendo la supresión de las diputaciones desde 1931. Lo que sucede es que ellos proponen la supresión de la provincia por ser una forma española de dividir y organizar a Cataluña. Pero una vez liberados de la imposición española, ellos pretenden instaurar ni más ni menos que siete provincias al modo nacionalista catalán, que no se llaman diputaciones, sino veguerías. Es decir, la propuesta de Duran es la de casi doblar el sistema actual; a lo nacionalista, pero doblado. Y de Rubalcaba hay que decir lo mismo, porque él cocinó, redactó y votó en el Congreso la ley que prevé esa posibilidad: el Estatut. Vamos, que de creernos su propuesta cabría preguntarse por qué ha necesitado salir del Gobierno para ver la luz. Como con la solución al paro.

Dicho todo esto, el PSOE no saca el tema porque el PP sea ahora el que gobierna en las diputaciones. ¡Bong!, respuesta incorrecta. En el PSOE se apuntan a esto porque ya no saben qué hacer. Con lo cual, a ver si los que se quedan de guardia en el PP en verano se trabajan un poquito más las ruedas de prensa.


Libertad Digital - Opinión

Delegada de la chusma. Por Alfonso Ussía

Lo siento por los peregrinos que han sufrido los ataques de odio de la chusma. El mal rato no se lo quita nadie. Pero han contribuido al bien con su miedo y su estupor. Han desenmascarado a esa gentuza sin ideas y rebosadas de ira. Podría haberse evitado, pero la Delegada del Gobierno, desde ahora Delegada de la Chusma, hizo todo lo posible para que se produjera el enfrentamiento. Mejor que enfrentamiento, la agresión de los violentos a los pacíficos que respondían al odio irracional con la sonrisa del perdón. Se han derrumbado los perroflautas. Más de un millón de jóvenes limpios de cuerpo y alma han puesto en evidencia a la suciedad por definición. Que no nos vengan con cuentos los necios con sus proclamas baratas y elementales. Decía ayer una actriz de muy reducidas dotes y lejana a la belleza que antes de dar de comer al Papa ella cocinaría para los de Sol. No es necesario que se esfuerce. El Papa come en la Nunciatura y los de Sol no tienen necesidad de trabajar para comer, porque son unos vagos sostenidos. Engañaron al principio, pero durante poco tiempo. Están apoyados por los de siempre, y los de siempre usan la violencia para compensar la oquedad de sus mentes, el exilio permanente de las ideas. Es fácil gritar, insultar , abofetear y escupir. No tiene secretos ni se precisa una preparación especial para hacerlo. De ser necesaria esa preparación, no gritarían, ni insultarían, ni abofetearían ni escupirían. Ellos actúan desde la elementalidad más brutal. Lo difícil es responder a la barbarie y a la agresión con una sonrisa y los brazos caídos. Este millón largo de jóvenes que se han reunido en Madrid para ver y oír al Papa son los verdaderos pacifistas. La inteligencia es pacífica. La brutalidad, ayuna de ideas, principios y valores, tiene la garrota. Pero nada más que eso. La garrota de un anticlericalismo cavernario que no encuentra argumentos para el debate. La garrota del odio social renacido durante los años del zapaterismo. La garrota del rencor. Es curioso. Más de un millón de visitantes y Madrid está limpia, y huele a limpia, y no se amontonan las basuras y los desperdicios, y no se acumulan jeringuillas y deposiciones humanas. No sólo creen en Dios, que es cuestión que atañe exclusivamente a cada individuo. Están civilizados. Están educados en el respeto hacia los demás y las ideas del prójimo. Están preparados para rezar por quienes los hieren y humillan. No necesitan de la mugre humana para sobrevivir. Reivindican la salud del alma y del cuerpo, sonrientes, felices, esperanzados. La Delegada de la Chusma tiene que abandonar su cargo inmediatamente. Ella ha sido la responsable de la agresión. Las Fuerzas del Orden Público son las primeras en exigir su marcha. Que se instale en Sol con los suyos. Se sentirá muy bien entre el estiércol físico, anímico y mental. El agnosticismo ponderado, el ateísmo culto, el laicismo sensato, reconoce sin tapujos el altísimo nivel intelectual de quien representa hoy en día a Cristo en la tierra. Asombra y emociona su palabra. El Papa ha venido a España a fortalecer a los que ya son perseguidos. Y lo ha conseguido desde el primer momento, porque eran casi dos millones de jóvenes, de futuros, los que aguardaban la llegada de esa fuerza. La chusma no puede con ellos. La violencia se derrota a sí misma. Las máscaras han caído. La luz contra la oscuridad. Maravillosa visita. Sea enviado inmediatamente un paquete a la Delegada del Gobierno en Madrid. Cuando lo abra, se encontrará con una camiseta sudada y una estrella roja de cinco puntas. Unos vaqueros de marca y unas zapatillas malolientes. No encontrará en el paquete ninguna idea. Quizá una garrota. Y que se instale en Sol hasta que su sucesor la desaloje. Delegada de la Chusma.

La Razón - Opinión

Antipapas. "Como en el 36". Por Pablo Molina

El que haya quien considere una provocación ver a otra persona rezar simplemente nos sirve para comprobar el estado de putrefacción intelectual al que se puede llegar cuando se frecuentan ciertos ambiente e ideas.

Lo más penoso de la algarada anticatólica de la Puerta del Sol no es la constatación de que en Madrid existen unos doscientos descerebrados violentos capaces de protagonizar semejantes escenas de odio, pues en la capital de España debe haber, por simple estadística, muchos más. Ese nutrido resto o estaba fuera de vacaciones o tiene como objeto de su ira otra cuestión más prosaica y no consideró oportuno sumarse a ese festival de escupitajos, insultos y empujones a católicos pacíficos, incluidos menores de edad, al que con tanto entusiasmo se dedica por las tardes el resto de la catetada.

La existencia de radicales ociosos dispuestos a vomitar su odio contra quien no piensa igual es un hecho inevitable en todas las sociedades y no hay que escandalizarse demasiado por ello. El que haya quien considere una provocación ver a otra persona rezar simplemente nos sirve para comprobar el estado de putrefacción intelectual al que se puede llegar cuando se frecuentan ciertos ambiente e ideas.


Pero lo realmente sustantivo de estas escenas de violencia callejera contra los jóvenes católicos es la colaboración con que han contado sus protagonistas por parte de las autoridades encargadas de velar por que episodios así no se produzcan.

Las imágenes de una policía maniatada permitiendo que se vulneren derechos constitucionales refleja perfectamente de qué parte está el Gobierno, y los comentarios de los líderes de la izquierda que se han pronunciado al respecto defendiendo a los agresores muestra, a su vez, la catadura ética de un PSOE y una IU irrecuperables para la convivencia democrática.

"Los vamos a quemar a todos como hicimos en el 36", frase proferida junto con otras de similar calaña por la avanzadilla de los manifestantes, demuestra que el guerracivilismo instaurado por Zapatero comienza a dar sus frutos, pero como el violento de a pie siempre es más bestia que el político de nómina, el ropaje progresista con que se revisten estas operaciones de ingeniería social acaba por el suelo hecho unos zorros.

Los políticos de nuestra izquierda han situado en el mismo plano ético a los manifestantes anticatólicos y a los peregrinos asistentes a estas Jornadas Mundiales de la Juventud, lo que significa que para ellos resulta igual de aceptable la instigación verbal al asesinato por motivos ideológicos ("como en el 36") que la profesión pacífica de una determinada fe religiosa.

¿Que a los Valenciano, Jáuregui y Blanco les molesta el correlato? Sólo tienen que poner un tuit condenando moralmente la actuación de estos fanáticos. Más fácil (y barato) imposible.


Libertad Digital - Opinión

Vuelta al ladrillo

Como estaba anunciado, el Gobierno aprobó ayer un nuevo paquete de medidas económicas con el propósito de recaudar unos 5.000 millones adicionales y asegurarse de este modo el cumplimiento del objetivo de déficit del 6% en este año. Si bien el grueso de las iniciativas era ya conocido por haberlo adelantado la ministra Salgado, el Ejecutivo sorprendió al incluir en el real decreto-ley la reducción del IVA para la compra de vivienda nueva del 8% al 4% hasta final de año, además de contemplar la modificación del Impuesto de Sociedades que afectará principalmente a las empresas cuya facturación sea superior a los 20 millones de euros (unas 3.900 en total), y que implica no sólo el adelanto del pago, sino también la eliminación de deducciones temporalmente hasta 2013. La tercera medida es un plan para reducir el gasto farmacéutico que consiste en recetar los medicamentos por principio activo, no por el nombre de las marcas, y dispensar el fármaco de menor precio de una misma categoría. La valoración global del nuevo catálogo antidéficit de Economía es que estamos ante nuevos parches coyunturales en línea con esa política económica a remolque de las exigencias europeas, pero cuya eficacia se diluye precisamente por no formar parte de un plan general. En cuanto al detalle, la decisión del Gobierno de incentivar la compraventa de pisos con ese IVA del 4% es positiva, pero demuestra las contradicciones que han lastrado la política económica socialista. Hace apenas 13 meses, el Gobierno subió un 1% el IVA de las viviendas nuevas, que ahora recorta, por no hablar de que en estos años ha demonizado hasta hundirlo el sector de la construcción, que ahora quiere reflotar para generar empleo y oxigenar los balances bancarios; o el perjuicio evidente para el mercado del alquiler, que, según el discurso socialista, era el futuro. Estas erráticas decisiones son lo que hace poco fiable la política económica del Gobierno. No obstante, menos es nada, y cualquier estímulo fiscal de la actividad siempre es positivo y más en un sector tan castigado, con un stock de 700.000 pisos en venta. Además, es previsible que las entidades financieras puedan desprenderse de activos inmobiliarios y que se relaje así la presión sobre el sistema. Si la rebaja del IVA es un paso en la dirección correcta, la modificación del Impuesto de Sociedades nos parece un error. Trabar la proyección de las empresas en plena crisis mermará su liquidez y capacidad de financiación y, por tanto, su capacidad para competir en un entorno de gran exigencia. Si a eso sumamos la supresión de ciertas deducciones empresariales hasta 2013, lo que sólo se puede traducir en mayor presión fiscal, el revés para nuestras multinacionales resulta importante, pues se las hipoteca en 3.300 millones. El real decreto está marcado por el afán recaudatorio del Gobierno y no por la recuperación económica o las reformas que el país necesita. La realidad es que el Ejecutivo ha cambiado las reglas de juego para garantizarse una suerte de préstamo de las empresas al Estado a interés cero en un contexto adverso para las compañías. La herencia que recibirá Rajoy empeora a un ritmo acelerado.

La Razón - Editorial

Sin alternativas

El Gobierno se esfuerza por sanear las cuentas, pero el nuevo ajuste no generará crecimiento.

Las decisiones destinadas a reducir el déficit público en 5.000 millones de euros, que mediante decreto acaba de adoptar el Consejo de Ministros, constituyen una contrapartida más a los apoyos que está recibiendo la deuda pública española y una señal para tranquilizar a los mercados. Está por ver que este ajuste adicional en las finanzas públicas calme por sí solo a los inversores. Es mucho más probable, sin embargo, que acentúe la ya explícita atonía del crecimiento económico y las dificultades para reducir el desempleo. No son, por tanto, las medidas que precisa la posición cíclica de nuestra economía. Pero las autoridades españolas, en la actual coyuntura, no tenían otra alternativa.

Con independencia del efecto recaudatorio que finalmente tenga, la anticipación del impuesto de sociedades no favorece a la mayoría de las empresas. Ese es un gravamen que gira sobre los beneficios y en cuya tasa efectiva concurren deducciones y bonificaciones diversas, de las que sacan más partido las empresas de mayor tamaño. A las dificultades que encuentran las sociedades con menor facturación, derivadas de una deprimida demanda y un persistente racionamiento crediticio, se añade esta forma de concesión adicional de financiación al Estado.


La otra decisión que incorpora el decreto forma parte de esa racionalización necesaria en el conjunto del gasto sanitario, y más concretamente en el farmacéutico. Los 2.000 millones de euros que se pretenden ahorrar derivarán, en primer lugar, de la rebaja en un 15% del precio de los medicamentos que lleven más de 10 años en el mercado. Otra fuente de ahorro derivará de la obligación impuesta a los médicos de recetar el principio activo y no la marca de las medicinas. Esa utilización de los genéricos ya es amplia en algunas comunidades autónomas. Los efectos de esta medida no serán desde luego neutrales para el conjunto de la industria, sobre todo en los laboratorios, pero tampoco para las farmacias, con serios problemas financieros en algunas comunidades autónomas.

La pretensión de compensar, aunque sea de manera parcial, el efecto contractivo de esas dos decisiones se ha concretado en la reducción a la mitad del IVA para la adquisición de viviendas nuevas, con el fin de aligerar el parque de viviendas vacías. La vigencia de esta medida, que tan solo se prolongará hasta final de año, limitará su efecto, y es dudosa que vaya a conseguir que los compradores potenciales se precipiten a la calle para adquirir alguno de los numerosos pisos o apartamentos que siguen sin vender desde que estalló la crisis. Sin empleo y, desde luego, sin crédito bancario, el mercado inmobiliario seguirá siendo un pesado lastre sobre la recuperación económica.

Son medidas comprensibles, pero no mejorarán unas finanzas públicas en las que incide de forma sustancial la caída de la recaudación derivada de la falta de crecimiento. En ausencia de las presiones que desde hace más de un año ejercen los mercados de bonos sobre las economías periféricas de la eurozona, la prioridad de cualquier Gobierno no sería contraer aún más las posibilidades de crecimiento mediante el aumento de los impuestos o reducciones en el gasto público. Especialmente en un momento como el actual, en el que se observan recaídas sobre ritmos ya anémicos y previsiones decepcionantes. La inquietud de los mercados financieros no se centra ahora tanto en la verificación del saneamiento de las finanzas públicas como en esas deterioradas posibilidades de crecimiento. El Gobierno español ha redoblado su disciplinado propósito de saneamiento público para tratar de cumplir sus compromisos en la eurozona, pero con ello no logrará reducir el paro.


El País - Editorial

Unas medidas económicas para hipotecar a Rajoy

Se trata de permitir al gobierno comprar tiempo para no perjudicar las expectativas electorales de un voluntarioso Rubalcaba y, sobre todo, de provocar serias dificultades al que surja de las elecciones de finales de este mes de noviembre.

Como ha venido ocurriendo con insistencia machacona desde que el Gobierno reconoció la existencia de la crisis, las medidas aprobadas por el consejo de ministros de este viernes tampoco van a ofrecer ninguna solución real a los graves problemas que padece nuestra economía. Se trata lisa y llanamente de permitir al Gobierno comprar tiempo para no perjudicar las expectativas electorales de un voluntarioso Rubalcaba y, sobre todo, de provocar serias dificultades al nuevo Ejecutivo surgido de las elecciones de finales de este mes de noviembre que, previsiblemente y a tenor de lo ocurrido en las pasadas autonómicas y municipales, corresponderá formar al Partido Popular.

Los dos grandes ejes que vertebran este supuesto paquete de medidas económicas destinado a paliar los efectos de la crisis es el adelanto en la recaudación del impuesto de sociedades y la reducción del tipo impositivo del IVA que grava la compra de vivienda.

En el primer caso, y esto resulta más que obvio, la intención no es beneficiar a las grandes empresas para estimular la creación de empleo, sino sencillamente adelantar la recaudación fiscal correspondiente al año 2012 de forma que Zapatero disponga de más dinero para gastar en las postrimerías de su mandato, disminuyendo paralelamente el volumen de deuda pública que de otra forma tendría que emitir con el riesgo que ello conlleva dada la situación de los mercados internacionales y la confianza que despierta el ejecutivo español fuera de nuestras fronteras.


La rebaja temporal del IVA aplicable a las transacciones inmobiliarias persigue un objetivo parecido. Lejos de reactivar el sector de la construcción como ha afirmado el ministro de Fomento faltando a la verdad, una rebaja fiscal de una duración de tan sólo cuatro meses permitirá, y eso en el mejor de los casos, que los bancos puedan colocar en el mercado una parte de las viviendas embargadas por impagos de hipoteca. Salvo que el señor ministro demuestre que de aquí al 31 de diciembre se puede redactar un proyecto, obtener los permisos pertinentes, ejecutar la obra y realizar la venta de las viviendas construidas, es evidente que ningún empresario del sector va a emprender nuevas edificaciones en función de una medida que en nada le va a beneficiar ni a él ni a sus futuros clientes.

Eso sí, aunque esta reducción en el IVA no supone una rebaja en el precio final tan grande como para provocar ninguna decisión de compra nueva, lo que es seguro es que quienes ya están pensando en adquirir una vivienda adelantarán sus planes. De modo que se comprará más durante los últimos meses de Zapatero y menos durante los primeros del próximo Ejecutivo.

En la línea habitual de Zapatero, las decisiones adoptadas en el último consejo de Ministros sólo van a permitir que el Gobierno maquille ligeramente la ruina que ha provocado con su inacción culpable para evitar, en la medida de lo posible, otra crisis de deuda soberana que podría acabar con expectativas electorales del sucesor Rubalcaba, ya de por sí bastante exiguas. Si además se limita duramente el margen de maniobra de un Mariano Rajoy, llamado a suceder a los socialistas en el poder, la tentación es demasiado poderosa. Especialmente para un gobernante sin escrúpulos como el actual inquilino de La Moncloa.


Libertad Digital - Editorial