lunes, 3 de octubre de 2011

Los socialistas, como requetés después de comulgar. Por Antonio Casado

Eso es, como requetés después de comulgar. Así salieron ayer los 2.500 asistentes a la Conferencia Política del PSOE. Dispuestos a pasar a la ofensiva y no darse por vencidos antes de tiempo. Aunque solo fuese por no desmentir a Felipe González ni a Pérez Rubalcaba, los encargados de administrar el chute del fin de semana a sus desalentados compañeros.

Eso vimos en el escenario del Palacio Municipal de Congresos. Muy previsible en estas circunstancias, incluido el nuevo mutis de Rodríguez Zapatero y los gritos de guerra premanufacturados del candidato: “No me voy a dejar ganar”, “No nos van a ganar en ganas de ganar”. Tratemos de analizar ahora lo visto y lo intuido, en el telón de fondo y entre bambalinas.

Plato fuerte de la conferencia fue el discurso de clausura, a cargo del candidato. Con todos los elementos obrantes en su hoja de ruta: insinuarse a los indignados del 15-M (apuesta por las listas desbloqueadas), distanciarse de Zapatero (desaparecido en las negritas del texto), hacerse el encontradizo con Mariano Rajoy (las dificultades de enfrentarse al señor “Depende”) y redefinir el papel de la socialdemocracia en tiempos de vacas flacas donde lo esencial no cambia (Sanidad y Educación).


Son los cuatro puntos cardinales de la campaña electoral del candidato socialista. Pero a nadie se le oculta que se trata de una campaña lastrada por las sensaciones negativas que el viernes González y ayer Rubalcaba trataron de bombardear con sus soflamas ¿Qué sensaciones? La primera, el hecho de partir como perdedores. La segunda, la incomparecencia del adversario (Rajoy no responde a Rubalcaba, ayer se encargaron Javier Arenas y Carlos Floriano). Y la tercera, una organización deprimida después del escandaloso revolcón sufrido en las urnas territoriales del pasado mes de mayo.

¿Se dan las condiciones para que el esforzado equipo de Rubalcaba pueda desprenderse de esos grilletes en los cincuenta días que faltan hasta la cita del 20-N? En fecha tan connotada en la imaginería de la derecha española, los españoles le van a pasar factura a los gestores de una crisis económica que ha disparado las cifras de paro y ha llevado a muchos españoles al borde de la pobreza.

Si hasta cinco minutos antes los socialistas lo han hecho tan mal en el Gobierno va a ser muy difícil que los españoles crean que van a hacerlo bien cinco minutos después, aunque decoren su discurso con planes para la creación de empleo, apuestas por una economía competitiva que mantenga intocado el llamado Estado del Bienestar y castigo fiscal a los ricos, amén del consabido compromiso con la igualdad, lo público, el europeismo o la “causa nacional” (Rubalcaba dixit). No hay garantías de que sea bastante para mantener vivo el subidón de ayer hasta el próximo aniversario de la muerte de Franco.


Periodista Digital –Opinión

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