domingo, 2 de octubre de 2011

Entre el rigor y el estupor. Por Pilar Ferrer

En las antípodas. Así se ubican los dos foros de debate del PSOE y el PP este fin de semana. Unos, en el declive, resignados a lo más vetusto del partido. Otros, con ideario y propuestas concretas, aliento empresarial para la creación de empleo. Resulta sorprendente ver a Felipe González, cómodamente cambiado de casa, yate y compañera, erigirse cual James Dean, en un rebelde con causa. Ahogado por las encuestas, en su afán por alejarse del «zapaterismo», vuelve Rubalcaba a las esencias del «felipismo». Triste mirada atrás, en aras de movilizar a una izquierda no muy animada.

De Madrid a Valencia, largo trecho ideológico. La Conferencia Política socialista, cuya ponencia marco es obra de otra antigua cara, Cristina Narbona, ahonda en las consignas de siempre. El miedo a la derecha, bajo la defensa de lo social, queda mermado por el gobierno del paro. Basta repasar los discursos de los dirigentes del PP para echarlo por tierra. En el marco de un foro de empleo, Mariano Rajoy y los suyos se mueven con holgura. Ya puede arengar el PSOE con su igualdad y sus ataques a la sanidad o el estado del bienestar. Las cifras cantan. El bolsillo ciudadano ya no admite demagogia.

En este arranque de programa electoral, intentan los socialistas sacar pecho. Es lo que Pepe Bono, astuto como una ardilla, llama «inflamación» de los nuestros. Muchos, ocupados en cómo conservar un escaño, que se prevén escasos, a repartir. Hubo un tiempo de gloria, que se desvanece.

Entre Madrid y Valencia, hay algo más que dos proyectos. Hay un abismo entre el rigor y el estupor.


La Razón – Opinión

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