lunes, 19 de septiembre de 2011

Rubalcaba y el ejemplo del éxito

El PSOE es el principal responsable de lo lejos que ha llegado el nacionalismo catalán en su lucha por separar esta región del resto de España. Sin duda el PP peca de falta de firmeza, cuando no de complicidad.

La lucha contra la inmersión no tiene nada que ver con la calidad del método para lograr que se hable y escriba un idioma correctamente. Pocos dudan de que es la mejor manera de aprender una lengua. Se trata de libertad, la de poder elegir la lengua materna de la mayoría de los españoles, y de los catalanes, en las escuelas pagadas con nuestros impuestos. En igualdad de condiciones. Y si así la mayoría escoge una escuela monolingüe en catalán –o en castellano– poco habrá que decir, al menos en el terreno político: será el resultado de elecciones individuales de los padres, los únicos legitimados para tomar esa decisión.

De ahí que la defensa de Rubalcaba de la inmersión esté viciada de raíz, como lo están muchos argumentos que lo defienden. Ahora, no se puede negar que poner como escaparate de los éxitos de esta política a Montilla, uno de los personajes con más dificultades de expresión en ambos idiomas que hemos tenido que soportar los españoles, tiene su gracia. Como tantas otras declaraciones de Rubalcaba desde que es candidato del PSOE, incluye su propia refutación.


Pero la verdadera cuestión no es educativa sino política, y de política está hablando el exvicepresidente del Gobierno de España. Cuando Rubalcaba defiende la inmersión y pone como ejemplos de su éxito a Montilla y Chacón lo que está realmente defendiendo es el nacionalismo catalán, exponiendo como frutos de la apuesta del PSOE por el mismo a Montilla, expresidente de la Generalidad, y Chacón, su principal contendiente por el control del partido y candidata a presidir el PSC.

El PSOE es el principal responsable de lo lejos que ha llegado el nacionalismo catalán en su lucha por separar esta región del resto de España. Sin duda el PP peca de falta de firmeza, cuando no de complicidad, como la mostrada por Jorge Fernández Díaz aplaudiendo hace unos días la inmersión, pero los socialistas han apostado por la vía nacionalista sin ningún rubor. Las palabras de Rubalcaba demuestran que no tiene ninguna intención de reformar el PSOE y recuperarlo como partido nacional. Que su principal alternativa sea Chacón no deja muchas esperanzas de que la deriva independentista no haga otra cosa que acelerarse durante los próximos años.


Libertad Digital – Editorial

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