jueves, 29 de septiembre de 2011

Lo inédito. Por Javier G. Ferrari

Para Rubalcaba, perdón, el señor Rubalcaba, el comunicado de los presos de ETA es algo inédito. Para su todavía jefe, ZP, al que le quedan dos telediarios de esos en los que querían meter mano los consejeros de la hoy llamada Corporación, para quedarse sólo en la Z, se trata de un paso significativo. Y significativo es, porque significa lo mismo de siempre, que para dejar de pegar tiros en la nuca y matar a niños con bombas, hay que dejarles salir del trullo sin que la banda terrorista se disuelva y entregue las armas.

En toda esta historia lo único verdaderamente inédito es que el Fiscal General del Estado se haya desmarcado tildando de vergonzoso e intolerable que los asesinos encarcelados condicionen mantener las pistolas y la goma-2 en los zulos, a cambio de una amnistía que haga bueno el borrón y cuenta nueva.


Los etarras y quienes les apoyan desde las instituciones, o coquetean con ellos para sacar réditos electorales a la desesperada, son el borrón. La única cuenta que vale es la de las víctimas, el casi millar de asesinados, los mutilados y sus familias rotas para siempre. Una paz sin vencedores y vencidos. La frase es en sí misma una infamia. Como una infamia es ver a los de Bildu cobrando de un Estado que quieren destruir y mostrando con el descaro que ofrece la impunidad concedida por el Constitucional de don Pascual Sala, su complicidad absoluta con ETA, cuando no su sometimiento a los dictados de los que tienen las pistolas.

Al menos, al final de su mandato, Cándido Conde Pumpido ha mostrado una pizca de arrepentimiento después de haber sido un fiel escudero del mal llamado proceso de paz, que ha terminado siendo un viaje a ninguna parte por más que el candidato socialista se empeñe en seguir con la ficción de un inminente final del reinado del terror. Ni aun en el caso más que improbable de que ETA anunciara que se entrega atada de pies y manos y asume que la Justicia haga su trabajo, don Alfredo conseguirá un solo voto motivado por este supuesto hecho.

Pero es que además no se va a dar el caso, porque la existencia del independentismo de pendiente y camiseta con mensaje, como diría el maestro Ussía, depende de la amenaza y el miedo a volver a las andadas. Sin el factor miedo el señor Garitano seguiría siendo un simple plumilla en el GARA, o quizá ni eso. Pero, hoy por hoy, este individuo tiene 800 millones de euros para gastar en actos vergonzosos y en propaganda etarra.

El inédito gesto del Fiscal General podría completarse con alguna acción toda vez que hay que ser o muy tonto o muy malo para seguir negando la evidencia de que Bildu y ETA son la misma y repugnante cosa. Haga usted el favor, don Cándido, y redímase de errores pasados poniendo a esta gente en su sitio, que no es otro que el mismo en el que se encuentran los abajo firmantes que hablan de vencedores y vencidos en lugar de asesinos y asesinados.


La Razón – Opinión

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