viernes, 2 de septiembre de 2011

La manta del indio. Por Martín Prieto

Felipe González ha comenzado a escribir artículos cantiflescos en el periódico al que tanto debe y tanto le adeuda. Como es inteligente acierta en los pronósticos pero se pierde en la neblina de los análisis. Considera el déficit cero como un disparate propio del radicalismo ideológico y del Partido Popular, alumno aventajado del Tea Party. El sectarismo socialista no ceja ni cuando pactan con el enemigo, porque adversarios no tienen. El déficit cero es una abstracción, como el cero absoluto al que nunca se llega. También el pleno empleo no existió ni bajo el socialismo real y sólo es un convencionalismo por el que según un tanto por ciento de la población activa en desempleo se considera, no obstante, que las cosas van bien si las prestaciones sustitutorias son adecuadas. Demonizando el inexistente déficit los socialistas indignados y cabreados quieren que el techo de la deuda no se calcule por años fiscales sino por ciclos económicos. Está bien, pero no siendo la economía una ciencia exacta nunca se sabe cuando vienen las vacas gordas o llegan las reses flacas. Pero el mayor peligro reside en que la socialdemocracia europea ha ideologizado el gasto, el imperativo y el fraudulento, como única propuesta política y se ve impelida a endeudarse en bonanza o en tormenta, como ha demostrado Zapatero en esta legislatura. Si no pedalean con el erario se caen de la bicicleta. Un indio teniendo frío en la cabeza cortó su manta por abajo consiguiendo calentarse las orejas y enfriarse los pies. La lección que aprendió el indio es elemental: hay que tejer una manta más larga aunque sea más estrecha.

La Razón – Opinión

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