jueves, 1 de septiembre de 2011

Duran i Lleida. La amenaza del fantasma. Por Maite Nolla

El miedo de los nacionalistas es que si las obligaciones vienen de Europa, difícilmente van a encontrar a un Pascual Sala o a una María Emilia que hagan jamalají-jamalajá con las leyes europeas, como hicieron con la Constitución.

Vaya cómo se han puesto los nacionalistas ante la mera sospecha de una especie de LOAPA europea. Y es que la posibilidad de que Europa o de que los alemanes hayan decidido imponer obligaciones verdaderas e ineludibles, explica que Duran se pusiera hecho un basilisco el pasado martes. Total, la reforma de la Constitución deberá concretarse en una ley y aplicarse efectivamente, y allí los nacionalistas tendrán su oportunidad de influir, si tienen votos para ello. Y si no tienen votos, no sería la primera vez que se pasan las leyes o las sentencias de los más altos tribunales por dónde yo les diga. Por cierto, en su puesta en escena resultó de lo más tierno que Duran dijera que no se pueden ignorar las sentencias del Tribunal Constitucional alemán sobre la solidaridad entre los länders. Otro que le da al estramonio o que tiene una cara que no puede con ella: nos alegan jurisprudencia alemana los que se han manifestado en contra del Constitucional español.

El miedo de los nacionalistas es que si las obligaciones vienen de Europa, difícilmente van a encontrar a un Pascual Sala o a una María Emilia que hagan jamalají-jamalajá con las leyes europeas, como hicieron con la Constitución. Además, el recurso a las amenazas faroleras tiene un problema: el PSC no está por la labor. Les recuerdo que cuando se manifestaron en la víspera de la final del Mundial –entre un millón y medio de nacionalistas, según algunos, y poco menos de cien mil, según la técnica– el que encabezó la manifestación era el líder de los socialistas en Cataluña. Incluso el presidente de la patronal se volvió antisistema. Por eso, si no pasó nada después del presunto agravio que supuso la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, pese a que excepto PP y Ciudadanos todos los partidos políticos, sindicatos y la patronal se unieron al desafío, no veo yo al pueblo catalán movilizado en contra del límite al déficit estructural. Además, estaría bien que se ahorre el anuncio de la llegada del apocalipsis y del caos. Si sus amenazas son de verdad lo tiene muy fácil rompiendo con el PP de Cataluña, que les está apoyando de mil amores en todo. Se empieza por lo cercano y luego, si eso, ya vendrán los choques de trenes a la altura de la estación de Monzón de Río Cinca. Menudo fantasma.

Algo se ha roto, dice Duran citando a Felipe González y a Miquel Roca; puede que sea su juguete.


Libertad Digital – Opinión Opinión

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