lunes, 19 de septiembre de 2011

Felipe y la socialdemocracia. Por José Luis Gómez

La izquierda ha ganado a la derecha en Dinamarca y ya ha anunciado que aspira a combatir la crisis con inversiones públicas. Nada muy distinto de lo que vienen escribiendo los premios Nobel Krugman y Stiglitz. Algo parecido a lo que pregona Obama. Más o menos lo mismo que siempre hizo la socialdemocracia europea, la genuina, la de Palme, Brandt, Kreisky, González, Soares o Mitterrand.

Pocas horas después de la victoria de Helle Thorning-Schmidt en Dinamarca, que a sus 44 años será la primera mujer al frente del Gobierno de su país, el ex presidente Felipe González proclamó que quiere recuperar el impulso socialdemócrata en España y que le da pena que su partido tenga los brazos caídos. Sus palabras evocan un pasado glorioso pero colocan al PSOE ante una pregunta clave: ¿puede Rubalcaba decir algo tan sencillo como lo que dijo Helle Thorning-Schmidt en Dinamarca, es decir, que va a combatir la crisis y el desempleo con inversiones públicas?

Dinamarca tiene un déficit público que no llega al 5% del producto interior bruto y un paro juvenil del 10%, ratios que aun siendo altos para un país nórdico representan un sueño para España. Claro que España admite más políticas públicas y no al revés, al menos si quiere parecerse a los países avanzados de Europa, pero el problema no es si debe, sino si puede hacerlo. España está en manos de Alemania y Francia, se ha convertido en una "autonomía" de Europa sin que Europa sea un Estado federal, y ya sabemos que en las autonomías se deciden muchas cosas, pero no la política macroeconómica. Para que España vuelva a disfrutar de las políticas socialdemócratas quizá habrá que aguardar a que el SPD gobierne en Alemania, que todo llegará. Las derrotas conservadoras en algunos länder y en Dinamarca anticipan un ciclo contrario al que parece impregnar España.


Periodista Digital – Opinión

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