jueves, 1 de septiembre de 2011

Sin etiqueta. Empieza la temporada. Por Rafael Martínez-Simancas

Estamos en la España del bipartidismo: PP y PSOE, o si quieren Real Madrid y Barça. En principio todos los equipos empiezan la temporada en el mismo lugar de la tabla pero una vez presenciado el arranque torbellino de los dos grandes queda claro que los demás ya pueden repartirse los puestos que quedan a partir del tercer clasificado. Barça y Madrid juegan a otra cosa, en otro nivel, una galaxia inexpugnable para los que osan adentrarse en ella.

En política tres cuartos de lo mismo: el PSOE y el PP han decidido hacer una reforma constitucional por su cuenta y amparados en la amplia mayoría que les dan sus escaños por muchos disidentes que tengan que tampoco son tantos, salvo Antonio Gutiérrez que no aspira a renovar en el banquillo de Rubalcaba. Aunque el análisis es aún más perverso: Zapatero y Rajoy se han puesto de acuerdo y el primero le ha hecho un pie agua a Rubalcaba que es el candidato, (es como si Zapatero se quisiera vengar de él por algo que a los demás se nos escapa). En adelante "Alfredo" le dijo al presidente en el Congreso: "me voy a tomar un café que me estoy quedando dormido", y eso es porque el jefe le roba horas de sueño. Desde que Zapatero descubrió que Merkel y Sarkozy le llaman de madrugada parece que ha aprendido la mecánica del asunto.


El escenario en el arranque de septiembre queda dibujado en una partida entre dos, tanto en fútbol como en política. Eso sí, en política siempre se ha dicho que la democracia es gobernar con respeto a las minorías, algo que en fútbol no se puede aplicar porque Mouriño y Guardiola no sienten ningún respeto por la debilidad del rival, al contrario. En fútbol la victoria debe ser aplastante y tener un ejemplo que sirva como aviso para navegantes, se gana con la mayor contundencia para que a uno le tengan respeto. Aquí nos podríamos preguntar si Rajoy busca lo mismo, y si para esa victoria cantada el 20-N cuenta con la inestimable ayuda de Zapatero que ha cambiado de rumbo cuántas veces ha querido. Rubalcaba tiene que tragar con una propuesta de reforma constitucional que hace un año le parecía inviable, cosa de locos, y hoy hasta Felipe González aplaude el pacto con el Partido Popular.

Con este bipartidismo arranca la temporada que deja pocas sorpresas, es decir que el Granada no parece que pueda ganar la Liga así como tampoco parece que los partidos políticos que se oponen a la reforma de la Carta Magna tengan posibilidad de detener el proceso. La noticia es que ya no están ni Agüero ni Forlán, ahora nos queda saber quienes saldrán en el PSOE, algunos ya lo han dicho, a otros se lo dirán las urnas.


Periodista Digital – Opinión

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