viernes, 12 de agosto de 2011

Desgobierno. Faisán, adelanto del adelanto y Pleno extraordinario. Por Agapito Maestre

Sin bajarse del autobús, como se dice castizamente, el PP ganará las elecciones. Pero, parecería que Rajoy, el hombre tranquilo, ahora le hubieran entrado algunas prisas por demostrar que él quiere hacer cosas.

Noto al PP cada vez más nervioso a medida que se acercan las elecciones, a pesar de que todas las encuestas le dan ganador por mayoría absoluta. Es como si no se lo terminara de creer. Yo, sin embargo, cada día que pasa estoy más convencido de su triunfo, porque la gente no soporta las picias y fracasos terribles de Zapatero en particular, y el PSOE en general. Sin bajarse del autobús, como se dice castizamente, el PP ganará las elecciones. Pero, parecería que Rajoy, el hombre tranquilo, ahora le hubieran entrado algunas prisas por demostrar que él quiere hacer cosas. Es menester cuidarse de ese hiperactivismo, sobre todo cuando se viene de una larga etapa de hibernación, porque puede provocar lesiones graves de carácter muscular.

Más allá de las metáforas, el nerviosismo, que cunde ahora entre los dirigentes del PP, les lleva a exigir algunas cosas que no se entienden su significado, excepto que las justifiquemos cómo mecanismos oportunistas para conseguir votos. Ejemplos de ese nerviosismo abundan por todas partes, pero, lo grave, es que, a veces, especialmente en temas espinosos, revelan una carencia de proyecto político alarmante. He aquí tres asuntos mal planteados y peor resueltos por el PP sin que podamos desvelar su genuino significado político. Son como palos de ciego.


El primero que asombra es el caso Faisán. ¿Por qué se ha pasado de hablar todos los días y a cualquier hora del caso Faisán a no decir nada? ¿Cómo puede justificarse ese tránsito sin sentir sospecha de que la negociación del Gobierno con ETA también afecta al PP? ¿Acaso Rubalcaba está negociando con la cúpula del PP no tratar ni discutir, durante la campaña electoral, sobre temas que pudieran afectar al PP cuando llegue al poder? Imagínense, queridos lectores, la papeleta que ETA le puede acarrear a Rajoy, si en vez de decir ahora que abandona las armas, con el aprovechamiento consiguiente que haría Rubalcaba de ese comunicado, espera a decirlo después del 20-N las elecciones y con el PP en el poder. Quizá en este preciso contexto tendríamos que contextualizar las, por otro lado, poco claras y prescindibles declaraciones de Arenas sobre el final del terrorismo pero no el final de ETA. Por favor, señores del PP, no adelanten problemas. Bastante tienen con definir un proyecto nacional que ilegalice lo que ya está legalizado de facto: ETA. Porque Bildu es ETA.

El segundo caso que me cuesta entender es por qué se pide con tanta insistencia "el readelantamiento" del adelanto de las elecciones, cuando estamos viviendo una crisis económica mundial sin precedentes en la historia. Tampoco veo claro para qué puede servir un pleno del Congreso, si no es para decir que los políticos están haciendo algo por solucionar la crisis. Naturalmente, siempre habrá motivos para justificar esa exigencia del PP y abundar sobre las medidas del Gobierno contra la crisis, que a veces han sido compartidas por el PP. Quizá sea acorde con el sentir común de los españoles esta petición para saber exactamente cuáles son las medidas de ajuste. En fin, ese pleno pudiera tener, sin duda alguna, una función más o menos catártica para los participantes, e incluso para algunos observadores, pero, nadie se engañe, porque lo fundamental del asunto es conocido de sobra. Nadie debería de esperar demasiado de ese pleno, porque parte de esas medidas ya las sufren los españoles, desde hace años; son millones los que conocen en sus propias carnes esas medidas, piénsese, por ejemplo, en los millones de funcionarios a los que se le ha rebajado el sueldo, o en los jubilados que tienen congeladas sus pensiones, etcétera.

Por otro lado, vivimos en una democracia de información y opinión, es decir, no es difícil enterarse por los medios de comunicación de lo que hace este Gobierno para paliar la crisis. Este Pleno Extraordinario puede, en el mejor de los casos, actuar más como un placebo del desgobierno de España que como una solución. Y, naturalmente, quizá también sirva para arrancar unos pocos votos más al PP.


Libertad Digital - Opinión

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