lunes, 4 de julio de 2011

Bildu, también en el Congreso.

Como era previsible, los efectos de la legalización de Bildu por seis magistrados del Tribunal Constitucional no se detienen en sus conquistas electorales del 22 de mayo. Según el sondeo de intención de voto que hoy publicamos, de celebrarse ahora elecciones generales la formación batasuna lograría colocar cuatro diputados en el Congreso. Es decir, se convertiría en un actor parlamentario de indudable envergadura que no sólo llevaría la voz de la banda terrorista al hemiciclo, sino que además legitimaría plenamente que no se haya disuelto y desaparecido. De ahí que sea tan importante y trascendente la próxima sentencia constitucional sobre si Sortu se puede presentar o no a las generales. Lo de menos en este asunto, como en el de Bildu, es el ideario independentista que defienda o sus sueños mesiánicos. Otros partidos, como ERC, también predican la independencia y a nadie se le ha ocurrido que pueda ser un partido ilegal. Incluso en el País Vasco existen formaciones, como Aralar y EA, que desde hace años defienden la secesión, y no por ello se le ha ocurrido a nadie instar su ilegalización. La diferencia es que Bildu-Sortu-Batasuna ha vuelto a la pugna política con el permiso de ETA, mientras que los pistoleros se reservan el papel de vigilantes activos, como el mafioso que espía en la trastienda si se paga o no la extorsión. Al no haber desaparecido la banda terrorista, sus representantes políticos en las instituciones se convierten en la correa de transmisión de sus tácticas y estrategias, en portavoces de sus amenazas y en comisarios políticos que toman buena nota de sus adversarios. Desde que Bildu ha recuperado el estatus que Batasuna perdió (aunque fuera a medias) gracias al pacto antiterrorista, la sombra de ETA se cierne de manera muy palpable en cada decisión que adoptan sus alcaldes y altos cargos forales. Detrás de las manifestaciones exigiendo la libertad de los terroristas presos, de actos ilegales como retirar el retrato del Rey y la bandera nacional de los consistorios o impedir el trabajo de los escoltas está la mano de la banda etarra. Hoy mismo publicamos cómo en varios municipios gobernados por los batasunos se están obstaculizando las acciones antiterroristas de la Guardia Civil, como la instalación de controles, y ya han planteado iniciativas legales para que no pueda operar en sus demarcaciones. Bildu está cada día más envalentonada y se siente legitimada para aplicar el ideario político de ETA, que sigue activa, porque así se lo ha permitido el Tribunal Constitucional. Su objetivo siguiente será entrar en el Congreso y, dos años después, convertirse en fuerza de gobierno en el País Vasco. Salvo, naturalmente, que el Gobierno de la nación ponga verdadero empeño en evitarlo con la Ley en la mano. En este sentido, es oportuno subrayar que nuestra encuesta electoral de hoy ratifica la mayoría absoluta del PP, partido que incrementa hasta el millón el número de votantes fugados del PSOE, lo que demuestra su clara victoria en el Debate sobre el Estado de la Nación. Casi el 60% de los encuestados insisten en que se adelanten las elecciones.

La Razón - Editorial

0 comentarios: