miércoles, 25 de mayo de 2011

Bildu. Repugnante. Por Regina Otaola

Todos han querido que la zorra estuviera presente y ahora se escandalizan o hacen que se escandalizan porque se va a comer a las gallinas. Repugnante.

En primer lugar y antes de entrar en harina quiero dar mi enhorabuena al PP por los resultados obtenidos en prácticamente toda España. Dicho lo cual, me voy a centrar en los resultados municipales de la comunidad autónoma vasca.

Lo primero que debo decir es que siento una gran repugnancia por los resultados que ha obtenido Bildu. Porque estos resultados no han llovido del cielo –mejor dicho, del infierno–, sino que se deben a la acción de personas de carne y hueso que han depositado su voto conscientes de lo que hacían. En otras palabras, sabemos fehacientemente que una parte considerable de esta sociedad considera que es bueno premiar al que ha apoyado el tiro en la nuca, el coche bomba, la extorsión y el chantaje. Y que no digan lo contrario: Permach celebró el triunfo de y con Bildu al grito de "independencia" y "presos a casa". Son los mismos con distinto nombre. Y una gran parte de esta sociedad los apoya. Esa parte que va de "buenista" por la vida y a la que le dan pavor los enfrentamientos verbales entre los representantes de los partidos. Esa parte de la sociedad que considera que hacer política consiste en ir todos de la mano sin saber a dónde pero, eso sí, de la mano. Todos al precipicio de la mano. La argumentación y el debate estremecen y cansan a estos buenistas. La comodidad y el pacifismo de pacotilla es lo que les gusta.

Siento también repugnancia por un Gobierno que ha permitido que Bildu esté en las instituciones y por unos miembros del Tribunal Constitucional que han seguido las órdenes dadas por un Ejecutivo que es una vergüenza nacional. Un Gobierno que, paradojas de la vida, está a favor del aborto, de la eutanasia y sin embargo reanima y da oxígeno a una banda de terroristas, porque eso significa el hecho de abrir las puertas a una coalición con "independientes" dependientes de las órdenes que dictan los de siempre, los de las pistolas.


Todos –el PSE, el PNV, Aralar, EB– han defendido la legalización de Bildu, incluso con chantajes al Gobierno en caso de que el Tribunal Constitucional no diera el visto bueno. Todos han querido que la zorra estuviera presente y ahora se escandalizan o hacen que se escandalizan porque se va a comer a las gallinas. También es repugnante.

El panorama es desolador se mire por donde se mire. Política, social y económicamente. Empresarios, comerciantes, autónomos y demás emprendedores están aterrorizados porque lo anunciado por esta coalición es que quiere subir el impuesto de sociedades, el de la renta, rescatar el impuesto de Patrimonio y gobernar al son de la txalaparta y el que no esté conforme u ose protestar, que se ande con ojo. Tienen un programa muy conciso: freír a impuestos a quien crea riqueza, repartir la pobreza entre todos y a por la "independentzia" cueste lo que cueste.

¿Ahora qué va a hacer el PNV? Se ha quedado prácticamente como único opositor independentista frente a Bildu. Aralar ha pasado a ser una anécdota y EA-Alternatiba terminarán o ya han terminado por desaparecer fagocitados por los "independientes" que luego, si el TC lo permite también, pasarán a militar en Sortu. ¿Puede el PNV colaborar con los proetarras? ¿Van a permitir los nacionalistas "moderados" que gobiernen la Diputación de Guipúzcoa llevándonos a todos al caos más absoluto? ¿Se va a atrever a desbancar a Bildu y pactar con el PSE, o con el PSE y el PP? En principio parece que toca de nuevo el PNV pragmático. Ya veremos si es así y a cambio de qué. El PNV jamás da nada a cambio de nada.

El futuro es incierto y nada esperanzador para quien no sea nacionalista. ETA ni se ha rendido, ni ha entregado las armas. Por perdonarnos la vida un ratito está recibiendo una gran cantidad de regalos envueltos en papel negociador. Los presos a la calle, Bildu a las instituciones y los ciudadanos ofrecidos como víctimas propiciatorias en pos de una claudicación disfrazada de paz; pero, eso sí, todos de la mano al son de la txalaparta.

Los que no estemos de acuerdo con ese futuro deberemos trabajar para que dure lo menos posible. Para ello es necesario un Gobierno central con una idea clara: al terrorismo no se le convence, se le vence. El PP tiene que ser ese Gobierno. Economía, sí; derrotar a ETA, también.


Libertad Digital - Opinión

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