lunes, 17 de enero de 2011

PP. Aznar y Rajoy. Por Agapito Maestre

Toda la casta política está inquieta. Ya no puede seguir simulando que el Estado de las Autonomías es la solución de España. Falso. Es el fracaso de España.

Aznar puso a Rajoy en la presidencia del PP. Siempre lo ha seguido de cerca. Las últimas declaraciones de Aznar comprometen, sin duda alguna, a Rajoy. Aznar ha sido contundente. En efecto, que el modelo autonómico de España es insostenible lo sabe cualquiera con un poco de cabeza; que el endeudamiento creciente de las comunidades autónomas lleva a la quiebra del Estado español también era previsible; pero que todo eso lo reconozca alguien, como Aznar, que no hizo nada en el pasado por plantarle a cara al chanchullo de las autonomías, es digno de atención. Me han gustado sus declaraciones sobre el fiasco del Estado de las Autonomías. Ha llegado tarde a esa corriente de opinión política, pero, por lo menos, ha caído en la sensatez. Nunca es tarde si la dicha llega.

Aznar no lo quiso ver, cuando estuvo en el poder; pero, ahora, además de hacer su autocrítica, está comprometiendo en términos políticos al actual presidente del PP. O Rajoy se suma a esta corriente de opinión crítica contra el Estado de las Autonomías o tendremos que decir que está fuera de juego. Aznar está exigiéndole a Rajoy un compromiso sobre el asunto. Tendrá que vertebrar un discurso sobre un régimen autonómico que gasta, gasta y gasta sin control, y no gestiona nada con decencia y eficacia. No basta con que salga González Pons, vicesecretario del PP, y proponga un pacto con el PSOE para que algunas competencias de las comunidades puedan volver de nuevo al Estado. Es menester que el líder diga, vertebre y cree un nuevo discurso sobre la viabilidad de España como nación. Una vez que el señor Rajoy ya se ha convencido de que no puede confiar en CiU, tiene que decir exactamente qué modelo de nación quiere para España.

La irresponsabilidad en la cayeron más de seis comunidades autónomas, que aumentaron su endeudamiento por encima del 30% durante 2008, no sólo pone en evidencia a esas comunidades sino que deja al pie de los caballos a toda la casta política española. Toda la casta política está inquieta. Ya no puede seguir simulando que el Estado de las Autonomías es la solución de España. Falso. Es el fracaso de España. Ese modelo de Estado, como algunos llevamos diciendo hace más de una década, es inviable no sólo económica y políticamente, sino sobre todo social y culturalmente. La coincidencia en este punto entre Aznar y el PSOE es obvia. El Gobierno de Zapatero, por un lado, trabaja para reducir el gasto autonómico; por otro lado, Aznar está dispuesto a seguir dando la batalla... Así las cosas, nadie interpretaría con benevolencia que Rajoy permaneciese en silencio sobre este trascendental asunto. Más aún, creo que si Rajoy tuviera la tentación de caer en una cierta indolencia, podría ser un motivo suficiente para que algunos le pidiésemos a Aznar que cumpliera su palabra.

Nadie olvide que Aznar ha dicho, más de una vez, que sólo si España está en riesgo, él volvería a la política activa. Creo que el fracaso del modelo de Estado por un lado, y el hipotético silencio del hombre que tendría que poner remedio a ese fiasco, por otro lado, son motivos suficientes para que Aznar terminase postulándose para ser candidato a la presidencia del Gobierno.


Libertad Digital - Opinión

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