miércoles, 6 de enero de 2010

Todo era mentira. Por Agustín Vega Cortés

La formación Unión Progreso y Democracia, que apareció como un soplo de aire fresco en un panorama político asfixiado por la corrupción, la puerilidad y el alejamiento de la vida de los ciudadanos, de unos partidos que viven su propia realidad, se ha mostrado, desafortunadamente para la sociedad española, como un simple espejismo o una quimera en el mejor de los casos, aunque seguramente, el pequeño circulo de personas, que encabezado por Rosa Diez, se han hecho dueños y señores del partido, siempre tuvo entre sus planes llevar a cabo la gran mentira, el ignominioso fraude que esas siglas representan al día de hoy.

Donde se hablaba de pluralidad, de tolerancia, de laicismo, de participación, de democracia interna, de listas abiertas para elegir a los responsables de partido, de limite de mandatos, de separación de cargos, etc, solo queda una estructura de mando completamente vertical, casi militar, acaudillada por una líder mesiánica egocéntrica, ambiciosa y despiadada, que ha dejado en el camino a la mayoría de los que con su trabajo, su dinero y sus ilusiones, hicieron de UPYD una realidad política.


Hoy, el partido de la regeneración democrática, no es más un pudridero de ideas y valores éticos, mandado por un reducido grupo de personas, (no más de 6 o 7 ), que agrupados y sostenidos por una fidelidad casi perruna a la líder, actúa como una guardia pretorina, con la única función de “limpiar” el partido de todas los militantes que resulten “molestos”, o que simplemente, puedan llegar a serlo. De esta forma, cada día se disuelven comités locales, comarcales o provinciales, se vetan a dirigentes, se les expulsa, o se impide, a la poca estructura territorial que queda, desarrollar cualquier tipo de actividad política o tomar ninguna iniciativa en el ámbito de sus competencias, que no sea previamente aprobada por ese aparato, casi policial, instalado de Madrid.

Parece mentira que eso pueda ocurrir, pero desde la dirección nacional que encabeza Rosa Diez, se está ejecutando una verdadera labor de sabotaje interno, con el objetivo de impedir que dentro del partido se pueda desarrollar una minima estructura territorial con capacidad de hacer política en sus respectivos ámbitos, y que de lugar a la aparición de nuevos liderazgos que hagan visible al partido y sus propuestas, sin tener que depender de la omnipresencia de la caudilla. Mientras tanto Rosa Diez, es la única autora de las propuestas concretas del partido, que no son otras que las que ella misma, y sin contar con nadie, se inventa cada día sin otro norte que ir a la contra de lo que propongan los demás partidos. Por eso UPyD no es un partido con una diputada, sino una diputada con un partido a su servicio, sin otro fin que el de garantizarle la continuidad en el cargo. Todo lo demás, no es más que puro atrezzo. Por eso no quiere militantes ni estructura; solo figurantes, pega carteles y palmeros.

El discurso ético y regeracionista que, avalado por algunos intelectuales como Fernando Savater, fue capaz de seducir a una gran cantidad de hombres y mujeres de una gran valía personal, y que nunca habían militado en ningún partido, o lo habían abandonado decepcionados por sus formas de proceder, hoy es un ejercicio de hipocresía y cinismo en manos de aquellos que han secuestrado ese discurso y la siglas, en busca de un pesebre para medrar al calor de la gran vaca sagrada.

La mayoría de los mejores militantes, los más honestos, los más capaces y los más coherentes,, ya no están ahí. Se han marchado o han sido obligados a marcharse. Aún quedan algunos que se resisten a aceptar que han sido engañados y que sus esfuerzos solo ha servido para el provecho personal de un grupo de oportunistas y arribistas sin escrúpulos, pero mientras más continúen alimentando la farsa, más los beneficiaran. Las ideas y los valores que alumbraron ese proyecto siguen siendo necesarios y validos, pero no puede ser representado por el partido de Rosa Diez, porque tanto ella como los que le acompañan, personifican el paradigma de todo lo contrario.

Agustín Vega Cortés Ex cordinador de UPYD de la Comarca de Tierra de Barros. Badajoz.


El Librepensador

Turismo: La Plaza Mayor de Chinchón (Madrid)



La Plaza Mayor de Chinchón es uno de los mejores ejemplos de plaza porticada castellana y su origen se remonta al siglo XV.

Mr. Bean y el XSS. Por Daniel Rodríguez Herrera

Ha sido una imagen de notable incapacidad tecnológica la que ha dado este Gobierno del nuevo modelo de desarrollo productivo, basado en el I+D y no en el ladrillo, y todas esas monsergas propias de quien no sabe de qué habla.

Al final, ¿han atacado o no la web de la presidencia española de la UE? ¿Ha sido hackeada? ¿Qué ha pasado exactamente? Resulta difícil de entender para un lego, incluso para alguien que sabe algo de ordenadores pero no de seguridad informática, saber qué ha sucedido en realidad. Porque por mucho que el Gobierno insista en hablar de un "fotomontaje" son demasiados los que han visto directamente en su navegador la foto de Mr. Bean sustituyendo a la del presidente del Gobierno. Y sin embargo, es cierto que la seguridad de los servidores que alojan la web no ha sido comprometida. Pero ¿cómo se traduce este galimatías?


Normalmente se entiende como un ataque el uso de alguna técnica que permite a los malos entrar en el ordenador de otro como si fuera el propio o inutilizarlo de alguna forma. No es eso lo que ha pasado. Lo que se ha producido es un ataque empleando una técnica llamada cross-site scripting o XSS, información que imagino les habrá dejado igual de fríos. Mediante esta técnica pueden lograrse muchas cosas, entre ellas alterar un sitio web sin entrar en él, que es lo que han hecho en este caso.

Muchas veces, por ejemplo, haciendo una búsqueda en Google (por ejemplo, "ld"), podrán ver cómo la dirección de la web es un galimatías un poco incomprensible ("http://www.google.es/#hl=es&source=hp&q=ld&btnG=Buscar+con+Google&meta=&aq=f&oq=ld&fp=cd373de720a5339") en el cual se le envía al buscador un montón de información, entre la que destaca el texto que queremos encontrar en la web. En muchas páginas puede suceder que si en lugar de enviar un texto, digamos, normal, se envía código escrito en algún lenguaje de programación se consigue que éste se ejecute, lo que nos puede permitir, entre otros resultados, alterar el contenido que ven los usuarios.

Cuando ustedes accedían a la web por la dirección habitual, www.eu2010.es, veían la web en su estado normal. Sin embargo, el hacker en cuestión hizo circular una dirección similar a esos prodigios de arte abstracto que son a veces las direcciones de las páginas de los buscadores que hacía que la web de la presidencia española de la UE mostrara la imagen de Mr. Bean. No era un fotomontaje, no, pero tampoco fue un ataque clásico, de los que permiten a los malos hacerse con el control de la página. La web, vamos, no fue "hackeada", tal y como se suele emplear ese término.

Pero el problema es que da lo mismo si a esto se le llama técnicamente un ataque o no, porque el resultado que han visto los internautas ha sido equivalente a si lo hubieran hecho. Se trata de una imagen de notable incapacidad tecnológica la que ha dado este Gobierno del nuevo modelo de desarrollo productivo, basado en el I+D y no en el ladrillo, y todas esas monsergas propias de quien no sabe de qué habla. No es que no se lo merezca, claro.


Libertad Digital - Opinión

Sin soluciones contra el paro

POR más que el Gobierno quiera presentar favorablemente los datos del desempleo en diciembre de 2009 mediante su comparación con los del mismo mes de 2008, la realidad del paro en España es dramática y certifica el fracaso del Ejecutivo en la política de creación de puestos de trabajo. La medida de ese fracaso la da el conformismo del Gobierno al complacerse con empeorar menos que hace un año. Ahí se acaba la ambición del Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. Lo que calla el Gobierno es que los 54.657 nuevos parados son el segundo peor dato de un mes de diciembre y que la tendencia desde agosto hasta finales de 2009 es de caída constante del empleo después de tres meses -mayo, junio y julio- de subida, gracias al apogeo del plan de financiación de obras locales. La cifra oficial de parados inscritos en el INEM es de 4.373.788 personas, según el informe mensual del Ministerio de Trabajo. Cualquier otra lectura de las estadísticas es pura manipulación, como la que oculta a casi millón y medio de desempleados inmersos en cursos de formación. A estos datos se une la caída de cotizantes a la Seguridad Social, que terminó diciembre de 2009 con una afiliación media de 17.803.839, pero con sólo 17.640.018 el día 30 de ese mes. En resumen, en 2009 se fueron al paro 794.640 personas -con 3.923.603 personas concluyó el año, según el Gobierno- y la Seguridad Social perdió 727.473 cotizantes. La traducción en gasto público es estremecedora.

Con estos datos, resulta injustificable que el Gobierno haya comenzado 2010 sin medidas concretas de lucha contra el paro, de recorte generalizado del gasto público no productivo y de rebaja de impuestos para relanzar el consumo. La ausencia de estas decisiones estratégicas hace que 2010, apenas comenzado, pueda darse por perdido en buena medida para la recuperación económica. El Gobierno se contenta con una política de resignación, que es la que reflejan los presupuestos generales del Estado. Mientras Alemania recorta el paro por noveno mes consecutivo y baja impuestos, y la prensa internacional recibe la presidencia española de Europa con diagnósticos demoledores sobre España, el Gobierno permanece apalancado en el inmovilismo, temeroso de los sindicatos, seco de ideas y sin fuerza para emprender las reformas que necesitan el mercado de trabajo, el sistema tributario y las administraciones. Ahora ya no es momento de empezar a pensar en soluciones, sino de aplicar las que ya se hubieran decidido. Pero no hay ninguna audaz ni positiva. Sólo una subida de impuestos. 2010 puede estar perdido.

ABC - Editorial

Triste récord de parados con foto en La Moncloa

Resulta sarcástico que Zapatero, el rey del paro en Europa, con 3.923.603 desempleados (y otros 500.000 que no cuenta como tales) se haga la foto con otro campeón, Felipe González, que atesoró también cifras de récord.

ESPAÑA CERRÓ 2009 al borde mismo de los cuatro millones de parados. Concretamente, 3.923.603 desempleados registraron los servicios públicos de empleo el pasado mes de diciembre, lo cual sitúa el aumento del paro a lo largo del año en 794.640 personas, un 25,4% más que en 2008. Aunque el dato oficial del Gobierno ya resulta terrible, la realidad es aún peor, ya que en esas cifras de paro registrado no se incluyen como desempleados los temporeros del campo ni las personas en periodo de formación, que ascienden a 251.830. Y hay que recordar que la última EPA conocida, correspondiente al tercer trimestre de 2009, contabilizaba los 4.123.000 desempleados. No es, por tanto, una exageración decir que ya en este momento podemos estar cerca de los 4.500.000 de parados. Por ello resulta no sólo inútil sino contraproducente para la propia credibilidad del Gobierno hacer cualquier lectura complaciente o restar dramatismo a la situación, que es precisamente lo que hicieron ayer los responsables del Ministerio de Trabajo, al señalar que en 2009 «el desempleo aumentó mucho menos» por lo que «continúa frenándose la destrucción de empleo». Es verdad que en 2008 hubo casi un millón más de parados y que en 2009 fueron 794.640. No parece que la desaceleración sea tan significativa como sostiene el Gobierno. Y aunque habrá que confiar en que se frene la destrucción de empleo con la misma rapidez con la que se han perdido puestos de trabajo, no existe consuelo posible cuando estamos a la cabeza del paro en la UE. Alemania, por ejemplo, creó empleo neto en el mes de diciembre.

En este contexto, la reunión que mantuvo el presidente Zapatero con Felipe González, Jacques Delors y Pedro Solbes para intercambiar ideas sobre la Presidencia española de la UE sólo puede ser analizada desde la ironía, puesto que tampoco de la cumbre salió ningún resultado concreto para el gran problema español. No deja de ser sarcástico que Zapatero -actual campeón de Europa del paro- se reúna para tratar la crisis con González, que ostentó idéntico título como presidente del Gobierno en 1994, cuando la tasa de desempleo se situó en España en un 24,55%, cifra récord en términos relativos, ya que el número de parados era menor debido a que también había menos población activa.

Al margen de las fotos más o menos oportunas, lo verdaderamente importante es que las dramáticas cifras del paro en España no parecen ser suficientes para que el Gobierno reaccione y el presidente deje de guiarse por los cantos de sirena sindicales en su política económica.

Las medidas que se han tomado hasta la fecha no han cambiado la tendencia. El Plan E creó puestos de trabajo temporal y en sectores poco cualificados. Tal vez la situación sería distinta si esos miles de millones que se utilizaron para crear un empleo tan efímero se hubieran destinado a ayudas a las empresas para la contratación de trabajadores.

Lo que resulta increíble es que habiéndose destruido nada menos que casi dos millones de empleos en España desde que comenzó la crisis en julio de 2007, el presidente del Gobierno siga negándose a impulsar una reforma del mercado laboral que por una parte facilite la creación de puestos de trabajo fijos y acabe con la exagerada temporalidad que perjudica a los trabajadores, y por otra, favorezca la contratación flexibilizando las condiciones de los despidos.


REl Mundo - Opinión

La cumbre de los "sabios del paro"

Ver a reputados expertos en la generación de paro como Solbes, Delors, Gonzalez, Salgado o Zapatero reunidos para tomar medidas ante la crisis en la UE resulta tan poco serio como ver a Mr. Bean en la web española de la presidencia europea.

Con casi 55.000 desempleados más en diciembre, el volumen total de parados alcanzado en 2009 roza los cuatro millones, cifra oficial esta que, a pesar de ser la más alta de toda la serie histórica comparable, oculta 400.000 parados más –los llamados Demandantes de Empleo no Ocupados y los Demandantes de Empleo Especiales con disponibilidad habitual– que, como es habitual, el Ministerio de Corbacho arteramente contabiliza aparte.


Poco quedaría por decir a estas alturas de la desastrosa política económica de este Gobierno si no fuera porque este último y escalofriante dato sobre el desempleo ha venido a coincidir con una "cumbre de sabios" que, con ocasión de la presidencia de turno española de la UE, Zapatero ha celebrado en La Moncloa con el objetivo de estudiar medidas contra la crisis en Europa. Si ya resulta un sarcasmo que Zapatero impulse una cumbre para atajar la crisis en Europa, cuando España, lamentablemente, lidera la destrucción de empleo en la Unión, más bochornoso es que los "sabios" invitados hayan sido, junto a la actual ministra de Economía española, Elena Salgado, el ex presidente del Gobierno Felipe González, el ex ministro de Economía, Pedro Solbes y el ex presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors.

Si los políticos socialistas europeos no se caracterizan precisamente por su impulso a la economía y la creación de empleo, Zapatero ha ido a escoger a sus "sabios" entre los peores de todos ellos. Tal es el caso de Delors, quien, a pesar de la aureola de su presidencia de la Comisión Europea –bastante mediocre, dicho sea de paso– fue, bajo la presidencia de Mitterrand, uno de los peores ministros de Economía que haya tenido Francia. En cuanto a González y Solbes, ¿pretende Zapatero acaso conmemorar con ellos que el paro es ahora tan preocupante –si no más– que en tiempos de los primeros gobiernos socialistas?

Con la desaparición de casi 800.000 puestos de trabajo en 2009, este año se ha cerrado con poco más de 17,8 millones de afiliados, prácticamente los mismos que habían en 2004, con el agravante –claro está– de la diferencia de población activa, que hace que a finales de 2004 la tasa de paro fuera del 10,56 por ciento mientras que ahora sobrepasa el 18 por ciento. Si esto hace de los gobiernos de Zapatero –en los que Solbes ha participado hasta el pasado abril– algo peor que un "lustro perdido", recordemos que bajo los mandatos de González hubo momentos en los que la tasa de paro sobrepasó el 20 por ciento.

Aunque Solbes no haya sido el peor ministro de Economía que hayamos padecido, tengamos presente que su supuesta "sensatez" es sólo relativa comparada con el resto de los integrantes del Gobierno de Zapatero. Solbes, dentro del Ejecutivo de Zapatero, se limitó a vivir de la herencia de las reformas aprobadas por los gobiernos del PP y de la burbuja que irresponsablemente había generado la expansión crediticia alentada por las autoridades monetarias y su política de "dinero barato". Cuando todo eso llegó a su fin, Solbes protagonizó conocidas discrepancias con Zapatero sobre el rumbo a seguir, pero a la hora de la verdad se limitó a seguir las directrices de su jefe, hasta que hace meses decidió marcharse.

En cualquier caso ni él, ni mucho menos Delors, Gonzalez, Salgado o Zapatero son expertos o sabios de nada, salvo en la creación de paro. Verlos ahora reunidos para discutir las medidas que se han de tomar a favor del crecimiento económico y del empleo en Europa resulta tan poco serio como ver a Mr. Bean en la web española de la presidencia europea.


Libertad Digital - Opinión

Vuelta a las andadas. Por José María Carrascal

ACABA de tomar posesión y ya empieza a hacer de las suyas. ¿A qué viene ese convocar en la Moncloa a «tres viejos sabios», Delors, González, Solbes, para consultarles sobre las directrices a tomar durante la presidencia española de la Comunidad Europea? Con cámaras, naturalmente. O no se siente preparado para la tarea o estamos ante otro de esos espectáculos de luz y sonido, que tanto gustan a nuestro presidente. Si no se siente preparado, esa consulta tendría que haberla hecho antes de tomar posesión y en el más riguroso sigilo, por aquello del pundonor. Y si se siente preparado y todo es un buñuelo de viento, empieza a hacer en Bruselas lo que viene haciendo en Madrid: hacer que hace. Este hombre no tiene remedio.

Tomemos a Solbes. Le tuvo durante años como principal asesor económico y se sirvió de él mientras decía sí a sus disparates, como negar la crisis -¿recuerdan el debate con Pizarro?-, pero cuando, visto como se estaba poniendo el panorama, el ministro empezó a torcer el gesto ante la tozudez del presidente, éste le dejó marchar y se buscó una vicepresidenta más acomodaticia a su forma de ver el mundo, la política y la economía. Y ahora le llama como asesor áulico. ¿Le va a hacer tanto caso como entonces?

Y de Felipe González, ¿qué podemos decir?¿Cuántas veces le ha consultado sobre cuestiones trascendentales, como la negociación con ETA? Que sepamos, ninguna. Pero ahora, sí, ahora que las cosas se han puesto realmente mal, le llama y le oye. Pero ¿le escucha? Que sepamos, no escucha a nadie. En cuanto a Delors, ¿qué puede decirle de la Comisión Europea, cuando la que él presidió nada tiene que ver con la actual, como nada tienen que ver sus problemas? Nada de extraño que de esta primera reunión lo único que haya salido es que los problemas de Europa se resuelven «con más Europa». Más que un parto de sabios, parece un parto de los montes.

Comprendo los llamamientos que se hacen para unir fuerzas en torno a la presidencia española de la UE. Pero el primero que está haciendo de ella un uso partidista es el presidente -vean la costosísima carnavalada montada al respecto-, y eso no puede consentirse, aunque sólo sea por sentido del ridículo. La prueba del algodón de que ese comité asesor no es un mero despliegue publicitario será si se nos informa de lo que los «tres sabios» recomiendan a Zapatero, y ver si éste lo sigue. En otro caso, no tendrán mucha más importancia que los tres Reyes Magos que se presentaron ayer en la Moncloa, llevando al inquilino un enorme pedazo de pan, tan falso como ellos. Cuando lo que tendrían que haberle llevado era carbón, como ocurría antes a los niños que no se habían portado bien durante el año. Pero a ver quién es el guapo que regala carbón en la España aterida de frío y llena de parados de nuestros días.


ABC - Opinión