sábado, 30 de octubre de 2010

ETA. Esta, nuestra comunidad. Por Maite Nolla

Lo que está proponiendo el Gobierno de forma clarísima es un fraude de lo que dice la ley, más claro aún. Y explicarle eso a Chaves debe ser inútil.

Qué mal suelen estar los políticos que nos han tocado en gracia cuando ponen ejemplos. O no se los preparan, o se los preparan demasiado, y en cualquier caso el resultado es lamentable. Que si fútbol, que si los marineros del barco, que si somos como Nostradamus, pero que no damusni una, y así se acaba comparando a Carod-Rovira con Cruyff, para vergüenza del barcelonismo. Luego se quejan de que Pérez-Reverte les ponga tibios en el Twitter, que no deja de ser la versión reducida y sintetizada de sus artículos de cada domingo. El problema llega cuando el que recurre a la comparación estúpida es Manuel Chaves y cuando a lo que se refiere es a Batasuna. Realmente, este proceso de relegalización de Batasuna, que caduca unos sesenta días antes de las elecciones municipales del próximo verano, tiene algunos fallos de salida. Con la Ley de Partidos en la pantalla del ordenador –ya nadie se la imprime–, Batasuna fue ilegalizada por unos actos concretos que probaban su vinculación con el delito en general y con el terrorismo en particular. Cualquier reversión de eso sería un fraude a la sentencia que lo ilegalizó, por mucho que ahora se vuelvan vegetarianos. Como se ha dicho muchas veces, nadie les ha privado de su derecho al voto, se les ha privado de que voten a un partido que se utilizaba para delinquir. Lo que les quiero decir, en definitiva, es que lo que está proponiendo el Gobierno de forma clarísima es un fraude de lo que dice la ley, más claro aún. Y explicarle eso a Chaves debe ser inútil. Aunque aún más lo puede ser que él intente explicarnos qué narices ha querido decir con lo de subir rellanos, en ésta, nuestra comunidad. Es decir, según la teoría del Gobierno y el símil del socialista ceutí, lo declarado en una sentencia firme tiene vuelta atrás y, además, ésta puede ser por fases.

La cuestión es que si las noticias se confirman, vamos a ver de nuevo lo que ya vimos con el PCTV y ANV, y las teorías que llevaron a ilegalizar cuarto y mitad del mismo partido al que se dejaba presentar en otros lugares. Agravado con el apremio del tiempo: unos necesitan poderse presentar a las municipales y otros necesitan un comunicado para presentarse con algo a las municipales. Y ahí es donde este teatrillo de Eguiguren y Otegi cobra sentido: ¿va a permitir el Gobierno que Otegi sea condenado por otro delito y que se agrave su expediente penitenciario, cuando, al mismo tiempo, los que están fuera van a entrar en los ayuntamientos? Pues, veremos, que de eso se trata.


Libertad Digital - Opinión

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