viernes, 22 de octubre de 2010

El canon sigue siendo legal, pero menos

Normal que la ministra de la ceja, González-Sinde, se haya apresurado a decir que buscará una alternativa. Aquí lo esencial es mantener el nivel de ingresos del pesebre al que ella misma pertenece, sea justo o injusto, por la vía que sea.

El dictamen del Tribunal Europeo de Justicia hecho público este jueves responde a una consulta elevada por la Audiencia Provincial de Barcelona que pretendía que se le respondiera a una duda muy concreta: ¿es legal que se cobre el canon digital a empresas y administraciones públicas? No se preguntaba por la legalidad de este tributo, toda vez que una directiva europea lo permite. De ahí que la decisión, que pone por primera vez límites al canon, sea una derrota en toda regla de las entidades de gestión de derechos de autor, con la SGAE a la cabeza.

La justicia europea ha indicado que el canon es un sistema de compensación y que, por tanto, debe existir una vinculación entre el mismo y la utilización de soportes digitales –como discos duros o CD– para realizar copias privadas. Es un sistema intrínsecamente injusto, por cuanto incumple la presunción de inocencia y obliga a pagar a todos aunque dediquen esos almacenes de información para guardar las fotos de las vacaciones. Pero eso no significa que se pueda llevar la presunción de culpabilidad de forma indiscriminada hasta el extremo al que ha llegado en España.


Hay que indicar que ya existían excepciones al canon que intentaban reducir ese carácter indiscriminado, como la que dejaba exentos los discos duros destinados a ser el principal de un ordenador y, por tanto, emplearse en albergar el sistema operativo y las aplicaciones. Pero aún así se admitía que se cobrara, por ejemplo, al Ministerio de Justicia por grabar discos con los fallos judiciales. Lo que ha hecho el tribunal europeo es aceptar la injusta coartada por la que se recauda el canon, pero aplicarla con lógica estricta: si el canon se cobra porque se presume que los particulares van a utilizar los soportes digitales para copiar películas o canciones, no puede cobrarse cuando pueda concluirse que no van a ser empleados con dicha finalidad.

La vía de agua que se abre así en el lujoso transatlántico en el que navegan la SGAE y las demás entidades de gestión es considerable. Para empezar, dejará de ingresar bastante dinero en el cobro del canon a partir de ahora. Pero además, todas las empresas, entidades públicas y profesionales que lo han pagado estos años y les salga rentable exigir su devolución podrían hacerlo. Y no cabe duda de que con las dificultades que están padeciendo muchas, un número considerable hará precisamente eso.

Normal que la ministra de la ceja, González-Sinde, se haya apresurado a decir que buscará una alternativa. Aquí lo esencial es mantener el nivel de ingresos del pesebre al que ella misma pertenece, sea justo o injusto, por la vía que sea. Al fin y al cabo, cabe suponer que cuando deje el Gobierno tendrá que volver a su profesión. Cuanto más prebendas le deje, mejor vivirá ella.


Libertad Digital - Editorial

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