jueves, 23 de septiembre de 2010

Democracia según ZP: tongo y pucherazo en las primarias. Por Federico Quevedo

Si, me voy a meter una vez más, y no será la última, con Rodríguez, así que si a alguien le molesta que se vaya a leer otra cosa, porque yo ya estoy harto de que se cuestione mi derecho a escribir de lo que me de la real gana. Dicho esto, y confiando –con pocas esperanza, es verdad- en que los apóstoles del Pensamiento Único me dejen hoy en paz, vamos a lo que vamos, que no es moco de pavo. El Partido Socialista, ese del que es secretario general Rodríguez Zapatero, espero que por poco tiempo ya, siempre ha tenido muy a gala lo de haber democratizado el proceso de elección de sus candidatos electorales a través de las primarias en las que son los militantes los que eligen a los cabezas de lista.

En sí misma la idea es buena y positiva, y se debería plantear su implantación. Nuestra democracia adolece precisamente de serlo en ese punto en la medida en que tanto las listas son cerradas como lo es la elección de sus integrantes: al menos por uno de esos dos caminos debería de oxigenarse el proceso democrático de elección de nuestros representantes en el Parlamento, bien abriendo las listas, bien abriendo el proceso de elección de los candidatos a través de primarias.


La realidad, frente a lo que el socialismo patrio nos presenta como un éxito democrático, es sin embargo bien distinta. Ayer se cerraron los plazos para presentar candidaturas avaladas que puedan competir en primarias. En Madrid, tanto Tomás Gómez como Trinidad Jiménez han obtenido avales suficientes. Nadie ponía en duda que iba a ser así, pero de entrada el proceso nace con enormes obstáculos para los aspirantes en la medida que se exige un número tan elevado de avales para poder competir que en algunas ocasiones resulta muy difícil conseguirlo, sobre todo si el aspirante no controla el aparato del partido, como le ha ocurrido a Antonio Asunción en Valencia.

Porque, seamos serios, ¿quién va a ser el guapo que avale a un candidato contra el aparato del partido, ante el riesgo de ser objeto de represalias? No hay que olvidar, primera muestra de la poca fe en la democracia interna que demuestra este proceso, que los avales son público y con nombre y apellidos. En el caso de Madrid, dado que a Gómez le respaldaba el aparato regional, y a Trini el nacional, era fácil que ambos consiguieran suficientes avales puesta que los firmantes siempre obtendrán un respaldo en caso de ser objeto de represalias de la otra parte.

Pero no ha sido así en el caso de Asunción, donde se ha puesto en evidencia hasta donde pueden llegar las malas artes y el estalinismo que practica el socialismo zapateril. Para ese viaje, no hacen falta esas alforjas, y el PSOE podría ahorrarse la farsa y la parafernalia de las primarias. Lo que ha ocurrido en Valencia, donde a Asunción se le han robado, literalmente, 200 avales para evitar su candidatura contra Jorge Alarte, a su vez candidato de la Dirección Nacional mandada por Leire Pajín, es un pucherazo en toda regla y la demostración palpable de que la fe en la democracia que tiene el partido de Rodríguez raya en lo obsceno.

Ni Alarte ni Pajín podían permitir que Asunción retara en unas primarias al primero, porque si bien es verdad que a la hora de conseguir avales se ha quedado muy justo, es más que seguro que en una votación secreta e impersonal como la que hubiera tenido lugar el 3 de octubre, el ex ministro hubiera barrido al actual secretario regional de los socialistas valencianos, el hombre que va a permitir, con el apoyo de Pajín, que el alcalde tránsfuga de Benidorm vuelva a las listas del PSOE, haciendo bueno el dicho de que el PSOE es un partido que “no tiene principios, solo tiene fines”.

Al pucherazo de Valencia hay que añadir la sospecha de ‘tongo’ en Madrid donde, inexplicablemente, Trinidad Jiménez ha conseguido en poco más de 24 horas 2000 avales que casi empatan con los presentados por Tomás Gómez. Lo cierto es que Rodríguez no se puede permitir el lujo de que su candidata pierda las primarias del próximo 3 de octubre, y Tomás Gómez ya debería saber a estas alturas que Ferraz va a hacer lo que sea, incluso saltarse a la torera las reglas del juego, para que eso no ocurra.

La sospecha de que, aunque sea con un ‘tongo’ como una casa, Trinidad Jiménez va a abrirse paso como candidata a la Comunidad de Madrid es cada vez mayor, y lo digo yo que hace menos de un mes daba por hecha su derrota. Pero Rodríguez se juega demasiado en ese envite, tanto como para actuar como una verdadera mafia que impida la victoria de Gómez. Dicen quienes de esto saben que cuando le propuso a Jiménez ser la candidata, Rodríguez le dijo: “Tu gana las primarias, que yo me ocupo de que ganes las elecciones en mayo”. ¿Cómo lo va a hacer? Pues ya lo saben: ahí está el Gürtel y otras amenazas de ese tipo, como el hecho de que a partir de ahora el Comisario JAG se haga responsable de las investigaciones que afecten a personalidades relevantes, que ya sabemos de que partido van a ser. Esto es Estado Policial, les guste o no.


El Confidencial - Opinión

0 comentarios: