lunes, 2 de noviembre de 2009

Observatorio de la corrupción (V)

Ofrecemos a nuestros lectores un resumen con los enlaces que les darán una somera idea del clima de corrupción que nos hace la atmósfera política irrespirable.

«Operación Pretoria»
ABC: La relación de la trama con un órgano de la Generalitat cerca a Montilla

El País: La trama corrupta salpica a la empresa de urbanismo de la Generalitat

ABC: La trama rodea al Govern

Libertad Digital: El caso Pretoria alcanza ya a la Generalidad

ABC: El gerente Incasòl aparece en auto Garzón implicado facturas falsas fondos UE

ABC: Incasòl investiga gestiones relacionadas con Santa Coloma a raíz auto Garzón

La Razón: Jaque a las obras de la trama «Pretoria»

La Razón: En el módulo VIP de Soto del Real

Libertad Digital: La corrupción política ha defraudado al menos 4.158 millones en 10 años

El País: Luigi convirtió la empresa pública Gramepark en su coto particular

Libertad Digital: La operación Pretoria asciende en el organigrama del PSC y salpica a la Generalidad

el economista: Empresas vinculadas al ex director de Seguridad de la Generalitat recibieron millones de euros "injustificados”

e-notícies: El PSC exige a CDC que suspenda a Colom

Libertad Digital: "La inmobiliaria de Caixa Catalunya pagó más de 1,5 millones en comisiones"

ABC: El PSC pide a CDC que siga su ejemplo y cese de militancia a Àngel Colom

e-notícies: El PPC reprocha a Montilla "no dar la cara"

e-notícies: Mas reniega de Alavedra y Prenafeta

ABC: nterior no ha recibido aún ninguna petición de información de la Audiencia

e-notícies: "Consejero, todavía cree que no hay corrupción urbanística?"

La Vanguardia: El alcalde de Santa Coloma, Bartomeu Muñoz, renuncia a todos sus cargos en el consistorio y en el PSC

e-notícies: Garzón dice que la 'Operación Pretoria' defraudó a los Ayuntamientos casi 45 millones de euros

ABC: "Hasta aquí hemos llegado con Esquerra"

e-notícies: "Hasta aquí hemos llegado con Esquerra"

La Razón: El alcalde de Santa Coloma renuncia al cargo y proclama su inocencia

e-notícies: Pujol reaparece el miércoles en Esade

Europa Press: El PSC y CDC suspenden de militancia a los implicados

e-notícies: Montilla no da la cara

ABC: Camacho exige "tolerancia cero" con la corrupción y no "discursos vacíos"

Europa Press: El PP urge al Govern a ultimar la ley de la Sindicatura de Cuentas y reforzar los controles

e-notícies: El PPC reprocha a Montilla "no dar la cara"

Europa Press: Mas (CDC) suspende de militancia "con dolor" a Alavedra y Prenafeta

ABC: SOS Llavaneres pide paralizar convenios urbanísticos empresas caso "Pretoria"

Europa Press: Mas(CiU) ve "normal" que Prenafeta le pidiera un teléfono de una concejal de CiU que se oponía a un proyecto

ABC: Mas precisa que medió entre Prenafeta y una concejal de CiU de Cerdanyola

e-notícies: Mas reniega de Alavedra y Prenafeta

el confidencial: SOS Llavaneres pide paralizar convenios urbanísticos empresas caso "Pretoria"

ABC: SOS Llavaneres pide paralizar convenios urbanísticos empresas caso "Pretoria"

El Periódico: La Fiscalía de Catalunya envía a Anticorrupción otros tres "pelotazos" en Llavaneres

La Vanguardia: La Fiscalía catalana envía a Anticorrupción otras tres operaciones sospechosas en Llavaneres

ABC: Fiscalía Cataluña envía a Anticorrupción otros tres "pelotazos" en Llavaneres

el confidencial: El Ayto. de Sant Andreu de Llavaneres se personará como acusación particular

ABC: El Ayto. de Sant Andreu de Llavaneres se personará como acusación particular

Europa Press: Ayuntamiento de Sant Andreu de Llavaneres será acusación particular

ABC: Cuatro acusados en el «caso Pretoria» eluden la cárcel al pagar más de un millón de euros

Europa Press: En libertad el gerente de Servicios de Santa Coloma y los tres empresarios al pagar sus respectivas fianzas

La Razón: Cuatro acusados pagan más de un millón de euros para eludir la cárcel

e-notícies: El PSC 'salva' al director del Incasòl

e-notícies: Mas empezó su carrera con Prenafeta

e-notícies: Interior contrató una de las empresas implicadas en la trama

e-notícies: El Punt asegura que 'Luigi' dio apoyo a un alcaldable de CiU

e-notícies: 'Bartu' aún es militante

e-notícies: Mas quiere cambiar el nombre de la Fundació Trias Fargas

ABC: PSC y CDC sueltan lastre y suspenden de militancia a los acusados por Garzón


Caso «Palau»
La Vanguardia: Jordi Conejos: "Millet sólo procuraba tener cargos y dietas"


Caso «Gurtel»
Libertad Digital: El Bigotes facturó 100.000 euros por el Congreso del PP de Valencia en 2008

el confidencial: Correa asegura que la 'red Gürtel' pagó a Rajoy y su familia un viaje a Canarias


Caso «Castro de Rei»
Europa Press: Detenidas la vicepresidenta segunda de la Diputación de Lugo y una técnica del Inludes

Libertad Digital: La vicepresidenta de la Diputación de Lugo, interrogada por corrupción

ABC: La Policía Judicial registra las dependencias de la Diputación de Lugo


«Corrupciones Varias»
Libertad Digital: Denuncian a López Garrido por malversación y prevaricación

La broma de las declaraciones de bienes. Por José Vilas Nogueira

Estas declaraciones sólo tienen utilidad si se persiguiese y penase gravemente el perjurio. Pero si así fuese difícilmente la corrupción política sería tan grande.

Probablemente casi todos teníamos la percepción de que la corrupción política en España ha progresado desde los primeros tiempos de la transición, con sólo un reflujo con los gobiernos de Aznar, alcanzando actualmente proporciones gigantescas. Por lo general, los miembros de nuestra clase política (cada vez menos "nuestra" y más "suya") nos tranquilizaban diciendo que se trataba de casos aislados y poniéndose muy dramáticos en sus manifestaciones de condena. Pero tanto va el cántaro a la fuente... que ya no caben disimulos. El diario El Mundo, a partir de las Memorias de la Fiscalía Anticorrupción y de los procedimientos abiertos en diferentes Tribunales Superiores de Justicia, calcula para los diez últimos años el importe del peculado en un mínimo de 4.158 millones de euros. Por su parte, la ONG Transparencia Internacional nos ha bajado en su ranking de corrupción del puesto 23 al 28 (Lo que nos sitúa ante una alternativa: cómo estarán los demás o qué torpes son los de la Trasparencia esa).


Respecto a la opinión de los españoles ante el fenómeno, según un estudio de Sigma Dos para el mismo periódico, el índice de corrupción durante los Gobiernos de Suárez (UCD) fue del 1,6; durante los Gobiernos de Aznar (PP), del 14,5; durante los Gobiernos de González (PSOE), del 23,9; y, finalmente, durante los Gobiernos de Zapatero (PSOE), 27,3. En la medida en que este estudio sea fiable, el observador puede constatar una correlación aproximada entre incremento de la corrupción y acrecimiento de las competencias autonómicas. Ciertamente, una correlación no indica necesariamente una relación de causalidad entre ambos fenómenos, pero da qué pensar...

El Mundo nos transmite la opinión de diversos expertos sobre las medidas a adoptar para combatir la corrupción. Casi todas son razonables; casi todas requerirían de su asunción por los partidos, que se han apoderado no ya del poder ejecutivo, sino también del legislativo, y al menos parcialmente del judicial, lo que no induce mucho optimismo. Resulta razonable devolver al Estado las competencias sobre urbanismo; eliminar la discrecionalidad de la elaboración y modificación de los planes de urbanismo; terminar con la dependencia de la financiación de los partidos del poder financiero; aumentar la gravedad de las penas para estos delitos y alargar los plazos de prescripción de los mismos.

En cambio, me parece una broma la propuesta que el periódico atribuye al colega Manuel Villoria: exigir declaraciones de ingresos a los cargos. Todavía está reciente la publicación de las declaraciones patrimoniales de los miembros del Gobierno. Yo un funcionario jubilado sería más rico que alguno de ellos. Como además de más rico que ellos, soy más generoso les propongo intercambiar bienes e ingresos. Estas declaraciones sólo tienen utilidad si se persiguiese y penase gravemente el perjurio. Pero si así fuese difícilmente la corrupción política sería tan grande.

Libertad Digital - Opinión

Falta valor civil. Por Agapito Maestre

La corrupción española no es una plaga bíblica, sino la apoteosis de un sistema político que sobrevive sin los principios fundamentales que rigen las democracias avanzadas

Cada vez hace más falta valor civil para ocuparse de cuestiones obvias. Las hay por todas partes, pero miramos para otro lado, o peor, no sabemos mirar lo que vemos. He aquí tres sencillos ejemplos, tres cuestiones de Perogrullo, sobre las que no debemos callar, porque sería tanto como renunciar a nuestro primer y fundamental derecho entre todos los derechos ciudadanos, a saber, "hablar sin miedo." Un derecho que, dicho sea de paso, empieza a tambalearse en todos los medios de comunicación.


Primera: ¿Por qué el presidente del Gobierno rechaza la propuesta del Congreso de los Diputados de reducir ministerios y burocracia en época de crisis económica? Porque él no toma decisiones contando con instituciones democráticas. Él decide por su cuenta y saltándose todas las mediaciones entre él, el presidente, y el Pueblo. Zapatero es un populista en estado puro, o sea, un cínico: hace lo contrario de lo que dice.

Segunda: ¿Por qué los monopolizadores del sindicalismo español junto a unos cuantos actores y escritores convocan una manifestación contra los empresarios? Porque ellos están al servicio de Zapatero, o mejor, le guardan una fidelidad perruna; renuncio a saber qué significado tiene la palabra política para este personal, que convoca por "otra política y otros valores para salir de la crisis económica", entre otros motivos, porque tendría que llamarles totalitarios y farsantes; pero no puedo sustraerme a intentar averiguar qué significados pudieran albergar esos "otros valores" a los que apelan. Sospecho que estos nuevos valores tienen las piernas muy cortas. De ellos nadie espere otra cosa que resentimiento contra los verdaderos valores, o sea, más falsa conciencia en sus formas dominantes: mentira, falsificación, ideología y cinismo.

Y, tercera, ¿por qué nuestros políticos son tan timoratos al hablar de la corrupción en la democracia española? Porque no existe la democracia. Todo es corrupción. Repito: la corrupción española no es una plaga bíblica, sino la apoteosis de un sistema político que sobrevive sin los principios fundamentales que rigen las democracias avanzadas: confianza, responsabilidad, fe en la palabra del otro, principios y tradiciones sobre las que construir la base de la civilización. La honradez ha desaparecido de la vida pública. Pero si quedara algo de esa virtud, las listas cerradas y bloqueadas de todos los partidos políticos impiden cualquier atisbo de renovación del sistema político.

Libertad Digital - Opinión

El principio de autoridad. Por José María Carrascal

SEGÚN una encuesta, la mitad de los militantes del PP creen que su partido, o sea, sus dirigentes, «no saben lo que quieren». ¿Qué no saben lo que quieren? ¡Vaya si lo saben! Quieren ser, él o ella, el «número uno». Y como números uno sólo puede haber uno, perdonen el pareado, tienen que deshacerse de los demás. Es a lo que se han dedicado desde las últimas elecciones con pasión, eficacia y mala uva demoledoras, olvidando los problemas que preocupan a los ciudadanos, la crisis económica en primer lugar, con su secuela de paro, déficit y negras perspectivas, que nos sitúan en los últimos lugares cara a la recuperación. Nada tiene de extraño que la ventaja que habían adquirido sobre el PSOE, dada la mala gestión de éste de la crisis, se haya convertido en un empate técnico. El uno por no saber, y el otro por no querer, el caso es que nos encontramos sin alternativa, una de las peores situaciones en las que puede encontrarse un pueblo. Nueve de cada diez españoles, según otra encuesta, consideran nuestra situación política mala o muy mala. Zapatero inspira poca o ninguna confianza a tres de cada cuatro. Pero es que Rajoy inspira aún menos. Es difícil encontrar una situación más crítica desde la Transición. A fin de cuentas, la amenaza del 23-F venía de fuera del sistema democrático. Pero esta viene de dentro, de los propios partidos mayoritarios. ¿Cómo vamos a hacer frente a la crisis? ¿Cómo vamos a superarla?

Refiriéndonos concretamente al PP, pues el problema del PSOE es distinto, puede que opuesto, quienes han estado tirando piedras contra Rajoy comprueban ahora que las estaban tirando contra su propio tejado. Se siguen creyendo que así van a derrotar a Zapatero, se equivocan de medio a medio. A quienes se están derrotando es a ellos mismos, personal y colectivamente, como algunos ya han comprobado en su propia carne.

No es que Rajoy este libre de culpa. Bien está la cachaza y la prudencia en el mando. Pero hay momentos en los que no queda otro remedio que tomar decisiones por desagradables que sean, si uno no quiere ser arrollado por los acontecimientos. Aquello que contaban de Franco, que dejaba en un lado de su mesa de despacho los asuntos «que se arreglaban por sí solos», y en el otro, «los que no tenían arreglo», por lo que lo mejor era no tocarlos, servía en la dictadura. Pero en la democracia hay que demostrar quién está al mando, sobre todo en tiempos de crisis, y estos sin duda lo son, para el partido y para la nación.

Mañana se reúne el Comité Ejecutivo del PP, para abordar la situación. Es la última oportunidad que tiene Rajoy de demostrar que tiene lo que se exige a todo líder: autoridad. Si no la tiene al frente de su partido, difícilmente convencerá a los españoles de que la tendrá al frente del país.

ABC - Opinión

El cainismo reaparece en la derecha española. Por Antonio Casado

Aznar predicó en la campaña del 96 un proceso de regeneración de la vida pública después de un largo reinado socialista. Pero antes había regenerado el tejido de una derecha nacional rota por las ambiciones cruzadas de sus dirigentes (Fraga, Suárez, Alzaga, Osorio, Segurado, Herrero). Una criatura política de Aznar, Mariano Rajoy, vuelve a predicar la necesidad de acometer un similar proceso de regeneración interna. Ese es el mensaje que nos reserva para su esperadísima intervención de mañana ante el Comité Ejecutivo Nacional del PP. Corre el riesgo de quedarse en las consabidas apelaciones a la unidad, el respeto a los militantes, la cohesión interna, la ejemplaridad y el acatamiento de la disciplina interna. Si no concreta, si no pisa el barro, no podrá evitar que, casi 30 años después de la voladura de la UCD, vuelva a tomar cuerpo el histórico maleficio del cainismo en la derecha española.

Los primeros síntomas aparecieron con la derrota del PP en las elecciones generales del 2008, cuando Esperanza Aguirre se presentó en sociedad como alternativa a la resignación (“Yo no me resigno”). O sea, como alternativa a Mariano Rajoy. Todo se quedó en un ruidoso amago. Pero el daño ya estaba hecho. Y desde entonces la presidenta madrileña ha sido una agitadora permanente contra el liderazgo de Rajoy, siempre dispuesta a explicar por qué con este candidato el PP nunca le ganará las elecciones al PSOE.


El marianismo se recostó en Valencia para apuntalar su vocación de supervivencia. Allí estaba su amigo Camps, que le ofrecía un sólido anclaje electoral e institucional. También puso sus complacencias en Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid y enemigo íntimo de Esperanza Aguirre, por aquello de que los enemigos de mis enemigos son mis amigos. Ahí están los cuatro protagonistas drama: Rajoy, Camps, Aguirre y Gallardón. En torno a ellos entran y salen los actores secundarios y las estrellas invitadas: Rodrigo Rato, Ignacio González, Manuel Cobo, Ricardo Costa, Manuel Fraga, José María Aznar etc. Y como escenarios de la crisis interna, el caso Gürtel y la batalla por la presidencia de Cajamadrid.

El antimarianismo de guardia la presenta como una crisis de liderazgo. Nadie tan elocuente como Manuel Pizarro y su fábula pastoril: si el pastor no va delante las ovejas se desparraman. Calla Pizarro que en el rebaño hay lobos con piel de cordero y carneros disfrazados de ovejas. Se admiten apuestas sobre el disfraz que le cuadra a Aznar, otro de los que se apuntan a la falta de liderazgo como la clave de la vigente crisis interna del PP. Al ex presidente del Gobierno también le ha dado por hacer pedagogía de manual: partido, proyecto y líder. Tres elementos imprescindibles para la conquista del poder. Uno de cada, claro. Lo que no puede haber es dos proyectos, dos partidos y más de un líder.

Cráneo privilegiado el de Aznar. Aunque no hacen falta tantos rodeos para hacerle esta entrada sucia a su sucesor, que no es la primera. Bastaría con que dijese con toda claridad si siente que acertó o se equivocó con Mariano Rajoy. Es decir, si le reconoce o no como su propia criatura política. Y así todos sabrían a qué atenerse en el PP cuando, en medio del desaliento de la militancia y la sensación de jaula de grillos que está transmitiendo como partido, suenen algunas voces pidiendo un congreso extraordinario para confirmar en la presidencia a Mariano Rajoy o, en su caso, buscarse otro pastor para mantener unidas a las ovejas.

el confidencial - Opinión

Esos Chicos. Por Arturo Pérez-Reverte

Conozco, desde hace tiempo, a una señora que tiene a los niños criados y al marido ocupado en sus cosas, y la suerte, ella, de no tener que trabajar para ganarse la vida. Es una de esas mujeres afortunadas con posición económica cómoda, dentro de lo que cabe, que dispone de tiempo suficiente para dedicarlo a sí misma. Como todavía está de buen ver –fue muy guapa y todavía lo es–, no necesita dedicar horas a mantenerse en forma, pues tiene una forma estupenda. De maruja calza lo mínimo: no es de mucha tele –excepto los debates políticos, que se los zampa–, sino del tipo lectora. Devora libro tras libro; sobre todo, novelistas rusos y centroeuropeos, en ficción, e historia, ensayo y memorias sobre la primera mitad del XX. De bolcheviques, revoluciones y ocaso de la monarquía austrohúngara, entre otras cosas, sabe más que nadie. Disfruta con todo eso, sin otro objeto que el conocimiento en sí mismo. Saber y pensar. Ni se le ocurre escribir novelas, ni nada. Sólo tiene una profunda curiosidad por la vieja y zurcida Europa. Por comprender, a la luz de la memoria escrita y la cultura, el mundo que fue y el que es. El pasado que explica el presente y los seres que lo pueblan.

Tiene tiempo libre, como digo. Y hace un par de años, en vez de meterse en un gimnasio o estirarse la piel, decidió hacer una segunda carrera universitaria. Volver a las aulas, estudiar de nuevo, asistir a clases que abrieran nuevas puertas a sus ganas de saber, a su mirada curiosa y lúcida. Empezó temiendo ser la abuelita Paz de su clase, pero se integró bien. Intercambia apuntes, hace trabajos en común. El año pasado, estudiando como una leona, aprobó el primer curso de una carrera de humanidades. Está encantada. Feliz. Sobre todo, como ella dice, porque es maravilloso aprender sin otra ambición que el conocimiento. Y también porque, afirma, su respeto por los jóvenes es mayor desde que los trata cada día. Estamos equivocados con ellos, sostiene. La mayor parte de mis compañeros de clase son chicos cultos, de una tenacidad admirable. Con ganas de aprender. Con vocación, inteligencia y coraje. Nunca he vuelto a hablar despectivamente de un joven universitario desde que estoy de nuevo allí. Deberías decirlo en uno de tus artículos, Reverte. Es de justicia.

Porque sólo es otro mundo, afirma mi amiga. El que viene. Chicos orientados hacia una manera diferente de ver la vida, nacidos en un territorio hostil, más desesperanzado que el de sus padres y abuelos. Con un futuro incierto, peligroso. Pero eso no mata su entusiasmo. Es cierto que muchos llevan impresa la mirada del soldado perdido: de quien sabe que el combate tiene pocas posibilidades de victoria. Sin embargo, es admirable verlos levantar la mano en clase para plantear preguntas o iniciar una discusión; la energía valerosa con que defienden lo que creen saber y se adentran en lo que les interesa. Su tenacidad, su sensatez. Una chica con piercings y la tripa al aire, un pasota desastrado, pueden hacer de pronto una observación o formular una pregunta que te hacen mirarlos, asombrada. Fascina observar cómo se afirman intelectualmente, adentrándose en su vocación. En sus sueños. Y no creas que van engañados: saben lo que les espera. Perfectamente. Su generación creció con la certeza del paro irremediable, del triste paisaje que les dejamos como herencia. Y sin embargo, es conmovedor verlos perseverar, tenaces, en lo que les pide el cuerpo. Persiguiendo lo que aman. Estudian hermosas carreras, en apariencia inútiles, porque la utilidad que persiguen es otra. Va más allá del simple ganarse la vida.

Hay pedorros, claro. Muchos. Descerebrados e imbéciles. Simple carne de botellón: borregos listos para el matadero. Pero ésos siempre los hubo –haz memoria, Reverte–. En cuanto a mis actuales compañeros de clase, te sorprendería ver los libros que llevan, mezclados con los de Stieg Larsson y Ken Follet: clásicos griegos y latinos, o literatura de altísima calidad. Los hemos visto crecer pensando que son una generación irresponsable, analfabeta funcional, que poco sabe y menos quiere saber. Sin darnos cuenta de que las necesidades y el modo de aprender han cambiado, pero las ganas siguen. Si piensas en lo que a nuestra generación le enseñaron y lo que aprendió por su cuenta, comprenderás que es lo mismo. Estos chicos hacen idéntico esfuerzo al que hicimos nosotros; más admirable en su caso, pues ahora las interferencias son mayores. Los juzgamos con dureza al verlos todo el día con el ordenador y la tele, sin darnos cuenta de que ése es otro modo de formarse, que nosotros no tuvimos. Una herramienta útil, adecuada al tiempo que viven y a lo que les espera, que ellos manejan como nadie. Que los lleva más allá de donde a nosotros nos llevaban nuestros simples libros. Así que no te equivoques con ellos, amigo. Y deja de gruñir. Durante algún tiempo seguirá habiendo justos en Sodoma.

XL Semanal

Rajoy, hacia el II Congreso de Bulgaria, capital Madrid. Por Federico Jiménez Losantos

Me gustaría equivocarme, porque no siempre es buena en política la ley de los desesperados: cuanto peor, mejor. Sin embargo, parece inevitable en el destino de España, es decir, en el actual curso desordenado de sus cosas, que la desaparición de un sistema yerto aunque insepulto se produzca por la lenta degradación de las funciones vitales en lo que un día fue -o creímos que era- cuerpo constitucional vivo; pero que hace ya tiempo que es sólo cáscara vacía, dolor sin esperanza y sin ilusión de cura o de milagro. El momento clave del fin del régimen constitucional español llega cuando la Oposición a la liquidación nacional se rinde a los liquidadores, es decir, cuando el PP se rinde ante el PSOE porque no puede, no quiere, no sabe o no le conviene seguir resistiendo. No es que previamente no hubiera renunciado ya a muchas cosas: la más importante, desde el principio, es la igualdad de derechos (primero lingüísticos, luego todos) de los españoles. Sin embargo, al menos su discurso político parecía mantener dos ideas: la legitimidad de la Nación española como fuente única de toda legalidad y la libertad de los ciudadanos garantizada en igualdad ante la Ley.

Hoy ni los ciudadanos son iguales ante la ley, ni tiene garantías su libertad, ni tenemos, en consecuencia, Estado de Derecho, ni hay posibilidad de apelar a la legitimidad de la Nación para restaurar o reformar el Estado. No estamos en un proceso revolucionario o constituyente, sino arteramente anticonstituyente, que desmonta por la sucia vía de los hechos consumados el Estado de Derecho que diseñaba la Constitución de 1978, refrendada por una amplísima mayoría del pueblo español, titular único de su soberanía. No asistimos al cambio de un régimen por otro, sino a la demolición del Estado previa destrucción de la soberanía popular y la legitimidad nacional. Y siendo esto gravísimo, hay algo todavía peor: no existe proyecto alguno para España, salvo el de ir encadenando Presupuestos y Elecciones como si no pasara nada. Más vil: sabiendo que pasa y proclamando que no pasa. Estas circunstancias, denunciadas por el principal partido de la Oposición, podrían haber desembocado en la esperanza y la posibilidad de volver a la letra y al espíritu del régimen constitucional si el PP ganaba las elecciones. Era el espíritu que alentaba el recurso contra el Estatuto de Cataluña, para el que recogió más de cuatro millones de firmas. Pues bien, eso es lo que, en el espíritu desalmado de estos tiempos, ha desaparecido también en el PP. Y lo hace sin avisar, rectificar o explicarse ante la ciudadanía, y muy en especial ante los diez millones que votaron al PP de Rajoy hace un año.

Desde entonces, Rajoy ha traicionado su programa electoral y, por tanto, a sus votantes. Y lo ha hecho sin dar oportunidad democrática de votar a los militantes y orquestando un congreso "búlgaro" en Valencia para seguir en el cargo a cualquier precio. Y el precio ha sido altísimo. Ha dado la espalda a Zaplana y Acebes, triturados ferozmente durante cuatro años por el PSOE como símbolos del PP, diciendo que "se presentaría con su propio equipo", negando de paso cualquier relación con Aznar, justo el que lo nombró. Ha echado del PP, previa campaña de demolición orquestada desde Génova 13, a María San Gil. Ha despreciado en el parlamento a cualquiera ligado o identificable con Aznar, empezando por Pizarro, su número 2 por Madrid.

Se ha identificado hasta extremos risibles con Gallardón, al que negó previamente ese número 2, para tener el mismo trato de favor de PRISA que el alcalde de Madrid. Impidió que hubiera alternativas a su candidatura de Valencia con un sistema de compromisarios que era una burla a la democracia y un canto al caciquismo. Se apoyó en Arenas y Camps al precio que Gallardón y PRISA le pedían, que era doble: en primer lugar, atacar a los medios que más le habían apoyado hasta la voltereta búlgara, El Mundo y la COPE (donde presionó a través del pío Jorge Fernández para lograr la salida de los periodistas críticos con él) por decirle, supuestamente lo que debía hacer; pero, en segundo lugar, él sí hizo lo que mandaban Cebrián y Gallardón, que era romper con Esperanza Aguirre. Así lo hizo en el discurso de Elche tras la farsa búlgara, cuando retó a irse "al Partido Liberal o al Partido Conservador" al que no quisiera seguir el nuevo guión político del PP, "moderado" y "centrista", o sea, el de PRISA y Gallardón. También a satisfacción de ambos se cargó a Sirera en el PP catalán para romper la línea de confrontación con los nacionalistas, plasmada en el recurso al Constitucional contra el Estatuto. Y lo sustituyó por Sánchez Camacho en una grotesca operación que estuvo a punto de lograr, de rebote, la victoria de Nebrera, que ha acabado yéndose del PP.

Estalló el Caso Gurtel, y Rajoy mantuvo al implicadísimo Bárcenas, como tesorero del PP. Tras negar toda evidencia, hizo también bandera del apoyo a Camps en las elecciones europeas (Mayor lo proclamó el hombre "más honrado de Valencia y de España") y todavía en Septiembre montó otro mitin gigantesco y una paella multitudinaria para identificarse con el PP de la Comunidad Valenciana. Mientras respaldaba a los afectados por Gurtel, Rajoy –con el explícito y habitual apoyo de Gallardón– apoyaba un grotesco montaje de El País contra Esperanza Aguirre y llegaba a abrirle expediente, que archivó sólo cuando El Mundo demostró las falsedades del supuesto espionaje contra el gallardonismo, al que ha vuelto Cobordón.

Cambió el clima gurteliano y cambió Rajoy. Dejó de apoyar a Camps pese a haberlo pactado en el indiscreto almuerzo del Parador de Alarcón, en la línea exhibicionista del mitin-paella. Se proclamó engañado por Camps y acabó echando al secretario general, Ricardo Costa, al que por otra parte reconocía su honradez y no imputaba delito alguno. Pero el PP valenciano se negó a respaldar la defenestración y no firmó su cese como secretario general. El pasado lunes, último de octubre, Gallardón, aunque con fotos de archivo de su "esclavo moral" Cobo, cargó de forma soez contra Aguirre por no mantener a Blesa o poner en Cajamadrid a Ignacio González, nada afecto a PRISA, que debe a la caja 750 millones de euros de los 3.000 que hacen imposible su supervivencia (el grupo vale 2.000 y debe 5.000). Rato, aunque alineado con Esperanza frente a Gallardón, siempre fue devoto de PRISA, como demostró en el clamoroso incumplimiento de la sentencia del Supremo contra el "antenicidio" a cambio del apoyo para suceder a Aznar.

Rajoy y Cospedal apenas disimulaban su apoyo a Cobo y Gallardón (que respaldó públicamente los insultos –"vómito", "gestapillo"– contra Aguirre) escudándose en un supuesto reglamento de garantías del PP, pero provocando que 107 de los 110 alcaldes de Madrid apoyaran públicamente a su presidenta y pidieran la expulsión de Cobo, cosa que estuvo a punto de suceder en el propio Ayuntamiento de Gallardón. Que, por cierto, salvó a Cobo con una votación "a mano alzada" y ante él mismo, una fórmula que hubiera resultado groseramente antidemocrática en la mismísima Bulgaria. Tuvo entonces la ocurrencia Ricardo Costa de hablar como lo que era y es legalmente: secretario general del PP de Valencia, pidiendo muy respetuosamente que le dijeran de qué se le acusaba. A los pocos minutos era suspendido de militancia, mientras Cospedal proclamaba sus palabras mucho más lesivas para el partido que las de Cobo y Gallardón. Y tras la alcaldada, anuncia ahora Rajoy un discurso "muy duro" para el martes. Será duro, pero nada nuevo: ya lo oímos en Elche. Todo indica que Rajoy prepara el II congreso de Valencia, pero esta vez quiere que la capital de Bulgaria sea Madrid. Veremos. Madrid es Madrid y hasta el rabo todo es toro.

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