martes, 14 de julio de 2009

Mikel Buesa en Popular TV - 13/07/2009

Los críticos de UPyD abandonan el partido por "falta de democracia interna"

Los dimisionarios, entre los que están Mikel Buesa y Carlos Novillo, denuncian el "excesivo personalismo" de la formación dirigida por Rosa Díez

La grave crisis interna que atraviesa Unión Progreso y Democracia (UPyD) ha desembocado en una fractura del partido de Rosa Díez. Los críticos, a cuya cabeza está Mikel Buesa, uno de los fundadores de UPyD, harán oficial su renuncia a la militancia este miércoles a primera hora con un fax a la dirección en el que solicitan la baja voluntaria inmediata como afiliados. Se trata de una treintena de militantes que discrepan con el rumbo emprendido por UPyD en los últimos tiempos, caracterizados en su opinión por una "falta de democracia" y un "excesivo personalismo". Y acusan directamente de todo ello a Rosa Díez.


Entre los dimisionarios se encuentran ocho miembros del Consejo Político de UPyD entre los que se están el propio Mikel Buesa, Carlos Novillo, Angel Soria y Aurora García Pérez. Asimismo, también presentarán su solicitud de dimisión cinco miembros de la coordinadora de Madrid y algunos integrantes de la coordinadora territorial de Castilla y León.

En el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, este grupo de afiliados muestra su "absoluta disconformidad" con el modelo de organización del partido tanto a nivel nacional como autonómico.

"Excesivo personalismo"

Asimismo, los firmantes del escrito indican que el partido se ha caracterizado en los últimos tiempos por "falta de democracia interna, falsedades por parte de la dirección que se pueden acreditar documentalmente, ausencia de regeneración democrática efectiva y un excesivo personalismo" de su líder, Rosa Díez.

Estos afiliados indicaron también que han sufrido una pérdida de confianza por parte de la cabeza visible de UPyD, criticaron la apertura de expedientes "arbitrarios e injustificados" y la "doble vara de medir a la hora de aplicar los procedimientos administrativos internos".

Buesa había anunciado ya su intención de dejar la formación por lo que el partido le comunicó por correo electrónico el inicio de los trámites para darle de baja del partido que ayudó a fundar junto con Rosa Díez.

El País

El puzzle y el sudoku. Por Cristina Losada

«Muchas de las voces críticas claman contra el hecho de que Cataluña se lleve la parte del león. Pero cuanto más señalan los dedos acusadores a Cataluña, más se olvida que los leones de esta historia se encuentran en la Carrera de San Jerónimo.»

Cuando se discutió en las Cortes de la República el Estatuto de Cataluña, el periodista Camba contó en un artículo cómo tuvieron que llevar a Ortega y Gasset por la noche al Congreso para que explicara que los conceptos de federalismo y autonomía no eran análogos, sino opuestos. Nadie sabía eso en la cámara. "Para aquellos energúmenos era lo mismo ensamblar las piezas de un puzzle a fin de formar un cuadro, que coger un cuadro y hacerlo añicos al objeto de crear un puzzle", escribió don Julio. Ahora se le ha llamado sudoku a la ensalada de cifras que quedó sobre la mesa una vez destrozado el cuadro de la financiación autonómica.


El culpable del estropicio se encuentra en la misma sede a la que llevaron a Ortega a ilustrar a los energúmenos. Fue el Congreso de los Diputados quien aprobó el nuevo Estatuto de Cataluña que está en el origen del entuerto. Muchas de las voces críticas contra el modelo de financiación presentado por Salgado a media luz claman contra el hecho de que la autonomía catalana se lleve la parte del león. Pero cuanto más señalan los dedos acusadores a Cataluña, más se olvida que los leones de esta historia son los que se encuentran en la Carrera de San Jerónimo. Fueron los depositarios de la soberanía nacional, con los votos de la mayoría y, en primer lugar, del partido de Zapatero, quienes decidieron cargarse el cuadro y enredarse en un sudoku irresoluble.

Ah, pero lo han resuelto, objetarán algunos. Ha sido una jugada maestra, dicen otros. Si incrementar la deuda y el déficit, aumentar las desigualdades y romper el principio de cohesión demuestran maestría, adelante con los faroles. También habrá quien elogie la habilidad de un estafador en lo suyo. Es muy fácil pagar con el dinero que no se tiene y que apoquinen los que vengan detrás de uno. Entretanto, fiesta. Y fiesta grande allí donde haya tocado un trozo mayor de la tarta. Las autonomías harán con los millones lo que les venga en gana, sin control alguno. No en vano se ha establecido como norma superior que el Estado no decide cómo se financian las Comunidades. Son ellas las que ordenan la financiación del Estado. Y, huelga decir, unas más que otras. Todo por voluntad y decisión del Gobierno de España, el de los anuncios.

Libertad Digital - Opinión

Tropelía autonómica. Por M. Martín Ferrand

SIN luz, sin taquígrafos y hasta sin vergüenza democrática el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha cerrado la cuenta de la financiación autonómica. Ha sacado 11.000 millones más de nuestros bolsillos para repartirlos, al margen del espíritu de la Constitución, en cantidades directamente proporcionales a los apoyos que el PSOE necesita para aliviar su escasez parlamentaria. A mayor abundamiento, ha disimulado tan singular golpe de mano con el ruidoso telón que les ha fabricado el PP entretejiendo los guiños de Luis Bárcenas, los trajes de Francisco Camps, las desemejanzas de Esperanza Aguirre y José María Aznar y la habitual somnolencia de Mariano Rajoy.

La emperejilada sacerdotisa que, como vicepresidenta segunda, se encarga de estos asuntos en el Gobierno se encaramó a las antenas de la Cadena Ser, la torre del homenaje de su castillo mediático, para gritar a los cuatro vientos que «la nueva financiación no traerá más déficit, sino mayor equi-dad». Como no está penado, ni mal visto, engañar a los contribuyentes -y menos cuando se habla del Presupuesto-, no pasará nada; pero esos 11.000 millones suponen el 1 por ciento del PIB y, además de incrementar el déficit, que la materia ni se crea ni se destruye, nos convierten en el país más endeudado entre los de nuestro entorno.

Más de una tercera parte de esos millones con los que el Gobierno cierra la cuenta de sus frívolos compromisos, reforzará el Presupuesto de la Generalitat. Es el precio que ha exigido ERC y gestionado José Montilla para que los partidos que integran el Govern mantengan su nada desinteresado apoyo a la causa del poder de Zapatero. Queda así establecida, en los hechos, una clasificación de los españoles. Unos, los de primera, podrán disfrutar del plus que, sobre la media nacional, les atribuye la voluntad del Gobierno y otros, los de segunda, tendrán que prescindir de gollerías para que los servicios públicos fundamentales no decaigan en sus territorios. No podrán sostener una sola «embajada» en el extranjero.

En tiempos de tribulación, el Gobierno ha hecho una gran mudanza presupuestaria que aumentará las desigualdades regionales y contribuirá grandemente a marcar distancias en-tre los contribuyentes de los distintos territorios del Estado. Una insensatez. Favorecer a los ricos con perjuicio para los pobres es el modelo social de Zapatero, el de las ocurrencias.

ABC - Opinión

¿Quién teme a la Esquerra feroz?. Por José García Domínguez

«Por nada arcanas razones de política nacional, Zapatero sigue empecinado en ocultar tanto a la opinión pública como a la publicada, que ha sido el PSC, y sólo el PSC, su interlocutor principal, si no el único.»

Uno, que de economía poco sabe y de hacienda pública todo lo ignora, sólo se atrevería a refutar una única cifra entre las demasiadas que giran en ese carrusel algebraico que ha puesto en marcha Elena Salgado a mayor gloria de la intendencia de las taifas. Y es que, como en el poema célebre, uno no sabe muchas cosas, es verdad, pero lo han dormido con todos los cuentos... y se sabe todos los cuentos.


De ahí que no esté dispuesto a comprar la moto de la Esquerra feroz. Ésa con la que pretenden convencerle de que los ridículos 297.000 votos de ERC habrían forzado, ellos solitos, la quiebra del principio de equidad financiera del Estado. No, ni hablar del peluquín. Por mucho que alardee de testosterona centrífuga Puigcercós, y por más golpes en el pecho que se propinen los machos alfa del ‘clan de la avellana’, los histriones de la Esquerra no le harán creer que han representado algo más que el papel simples figurantes en esa comedia de enredo.

Muy al contrario, el supremo muñidor del gran entuerto asimétrico no ha sido otro que Antoni Castells, uno de los contados supervivientes entre aquellos burgueses ilustrados y discretamente separatistas –en la intimidad– que fundaron el PSC. Es a ese letrista ocasional de Lluís Llach a quien deberemos agradecer los privilegios que tanto entusiasmo han despertando ya entre los socialistas de la España pobre. Así el sustituto del Bellotari –no recuerdo ahora su nombre–, que casi llora de alegría festejando la marea de dinero extra que habremos de disfrutar en Barcelona.
Sin embargo, y por nada arcanas razones de política nacional, Zapatero sigue empecinado en ocultar tanto a la opinión pública como a la publicada, que ha sido el PSC, y sólo el PSC, su interlocutor principal, si no el único. Igual en la maquinación del Estatut que en la comisión del nuevo reparto del botín fiscal. Ya ocurrió aquella noche de vino, rosas y cajetillas de Fortuna, en La Moncloa, cuando Artur Mas se llevó toda la gloria mediática del recién alumbrado engendro confederal. E igual vuelve a suceder ahora mismo, con los comparsas de la Esquerra chupando cámara a cuenta del esforzado Montilla. Sic transit...

Libertad Digital - Opinión

Negando la mayor. Por Ignacio Camacho

QUE no, que no, que no. Que no se trata de discutir quién se lleva cuánto, sino de impugnar la premisa mayor del silogismo de la financiación autonómica, la que establece como un falso dogma político la necesidad de un nuevo modelo. Ésa es la trampa en la que es lógico que caigan los dirigentes de las autonomías, a quienes nunca parece suficiente ningún dinero, pero para los contribuyentes la cuestión no consiste en debatir sobre los detalles del acuerdo, sino sobre la necesidad del acuerdo mismo. Sobre la conveniencia de dar aún más recursos a las comunidades para que mantengan su desaforado tren de gasto, sin vincularlos a ninguna clase de plan de austeridad ni ningún requerimiento previo de racionalización. ¿Quién ha dicho, dónde está escrito que ahora, precisamente ahora, con el país en quiebra y el déficit disparado, sea el momento de repartir aún más fondos y de exigir un sacrificio aún mayor a los ciudadanos?

Pues está escrito en el Estatuto de Cataluña, que es precisamente la piedra angular del descontrol y la zozobra que envuelven nuestra política desde que Zapatero decidió tirar el carro de la gobernación del Estado por un pedregal de exigencias nacionalistas. Y ése es el problema que conduce al delirio paradójico de que la estabilidad del Gobierno de España dependa del criterio de tres diputados independentistas cuya aspiración más profunda consiste en dejar de ser españoles, y cuyo respaldo es de apenas medio millón de votos. Un problema que impone al conjunto de la nación una exigencia financiera desigual y un reparto desequilibrado.

En su lógica endogámica, la clase dirigente se ha enzarzado en el debate sobre quién se lleva más y quién menos porque los propios partidos nacionales están sometidos al impulso centrífugo de sus aparatos autonómicos. Pero cuando para cuadrar esas cuentas artificiales es menester aportar once mil millones de euros suplementarios en una tesorería endeudada ya no se trata de que unos pierdan y otros ganen. Eso es lo de menos: perdemos todos. Perdemos exactamente esos once mil millones, casi dos billones de pesetas, que se van a entregar a unas voraces instituciones territoriales descomprometidas con cualquier atisbo de contención de gasto, arrastradas por el crecimiento exponencial de sus necesidades clientelares. Y sin una sola condición o contrapartida... ¡salvo la de que no bajen los impuestos!

Aliado con el «lobby» político catalán, el zapaterismo ha montado una gran farsa para procurarse un precario pacto de estabilidad, y al agitar la bolsa de los cuartos ha hecho acudir al reparto a los virreyes de las autonomías nerviosos por el tintineo de las monedas. Pero el debate está viciado porque su premisa principal se ha establecido a espaldas de los dueños del dinero, que sólo van a pagar y callar sin que nadie de entre sus representantes legítimos clame por este nuevo atropello de sus intereses.

ABC - Opinión

Rajoy no quiere echar a Bárcenas en caliente. Por Antonio Casado

¿Tiene miedo Rajoy de que Bárcenas tire de la manta? Es la pregunta propuesta en la encuesta de El Confidencial. Los resultados son demoledores para el líder del PP. A última hora de ayer, el 86% opinaba que sí y el 14 % que no. El 100% de quienes conocemos el armazón moral de Mariano Rajoy sabemos que esa percepción de la opinión pública, alimentada por el tono conminatorio de las últimas manifestaciones del tesorero del PP, está reñida con la verdad. Nada tiene que ocultar Rajoy pero ese es el pesado fardo con el que carga por haber llevado más allá de lo razonable su apoyo al personaje ¿Hasta cuándo?

Mariano Rajoy no tiene ninguna necesidad de aguantar las coplas que le suponen cautivo de las amenazas de Bárcenas. A la búsqueda de complicidades con la prensa, éste se ha dedicado durante la semana pasada a echar leña al fuego: “No hay cojones para cesarme”, “Si cae Bárcenas cae Mariano” (recados tóxicos en boca de persona interpuesta pero muy próxima al tesorero), “El PP me debe más a mí que yo al PP”, “Apoyan más a Camps, pero yo tengo más información”, etc.


O sea, que Bárcenas usó el lanzallamas y puso de los nervios a los dirigentes del PP. También a Rajoy, por mucho que se camuflase entre el público sufridor de la Copa Davis (al final nos salvamos, uff). Sin embargo, aunque ustedes no lo crean, ayer don Mariano seguía esperando que se apague la hoguera. O, al menos, que bajen las llamas. Habían alcanzado una altura considerable mientras Bárcenas se trabajaba a unos cuantos medios de comunicación en la distancia corta. Pero en la entrevista de ayer en ABC ya se apreciaba una sensible rebaja en el tono conminatorio del tesorero de moda.

Por difícil que resulte creerlo, en la mente de Mariano Rajoy no hay acuse de recibo de las amenazas de Bárcenas. No le constan en boca del tesorero, más allá de los testimonios indirectos que han saltado a los medios en estos últimos días. Suficiente para echarle a Rajoy todo el partido encima, ponerle en una situación muy incómoda y conseguir que significados miembros de la dirección le sugieran la necesidad de pedirle a Bárcenas un paso atrás por el bien del partido. Todo inútil. No está en la cabeza de Mariano Rajoy echar a Bárcenas o pedirle que se vaya, por ahora. No es su estilo hacer estas cosas en caliente.

Además, Rajoy está convencido de que el asunto va a remitir en los próximos días. Y que, aparte de las torpezas cometidas por Bárcenas en sus contactos personales con ciertos periodistas, que evidentemente no le han hecho ninguna gracia, el líder del PP tampoco cree que haya datos nuevos en la evolución de la causa que se sigue en el Tribunal Supremo contra Luis Bárcenas y el diputado Jesús Merino.

No ve ninguna novedad en la apertura de diligencias decretada ayer por el instructor, Francisco Monterde, que en realidad se limita a pedir más información al Tribunal Superior de Justicia de Madrid antes de considerar si procede solicitar los correspondientes suplicatorios y, entonces sí, iniciar la causa contra Bárcenas y Merino por cohecho y delito fiscal en el caso del primero, y solo por cohecho en el segundo.

Entonces, y solo entonces, tal vez Mariano Rajoy se decida a prescindir de Bárcenas como tesorero, al menos de forma “transitoria”, mientras éste se atornilla a su escaño del Senado.

El Confidencial

Crecimiento. Por Alfonso Ussía

Cuentan que Micky Rooney tomaba unos zumos de frutas en compañía de Gary Cooper. Rooney era más listo que Cooper, como establece la leyenda urbana de que un bajito es siempre más inteligente que un alto. El tercer zumo de pomelo se le subió a Rooney a la cabeza y comenzó a poner en duda la calidad interpretativa del gran Gary. Éste, tímido y amable, apenas le hizo caso y atribuyó aquella inesperada agresividad a los efectos del pomelo. Rooney dio un puñetazo en la mesa, se incorporó, y antes de abandonar el local, señalando con un dedo el rostro de Cooper, le soltó la amenaza: «¡El día que crezca, te dejo sin trabajo!». Y fuese.

Para mí, que a Rosa Díez se le podría llamar desde ahora Rose Rooney. En nada se parece a Micky físicamente. Es más alta que el formidable y malhumorado tapón de la generación de los dioses, que así la bautizó Terenci Moix. Pero tiene la misma idea del crecimiento que Rooney, o lo que es igual, parecida fantasía al respecto. Micky soñaba con ser alto y albergaba esperanzas de un súbito subidón de centrímetros. Y Rosa, o Rose, sueña con ser la dirigente de un gran partido político, y no encaja adecuadamente sus sueños con la realidad. Con motivo del abandono de Mikel Buesa, al que se han unido una veintena de dirigentes de UPyD, Rosa Díez ha dicho que todo se debe a que su partido está en fase de crecimiento. Átenme a esa mosca por el rabo. Se van veinte -y los que seguirán su camino en los próximos días-, y el partido crece. Astuta manera de interpretar un fracaso. Ha salido en su defensa Fernando Savater, el ideólogo de la cosa, y le ha hecho un flaco favor. Savater fue de convidado a La Moncloa y abandonó el Palacio de las soledades convencido de que la negociación con la ETA era no sólo conveniente sino fundamental. Y ha dicho Savater que sin la fortaleza de Rosa Díez, el futuro de UPyD no existe. Para un escéptico bondadoso, el futuro de UPyD no existe ni con la fortaleza de Rosa Díez ni sin ella. Excesiva frivolidad. José María Marco le dice «pontífice» con sabio cachondeo, y le atribuye una insuperable capacidad para trivializar la realidad. Rose Rooney es de palabra fácil y cimero populismo. Pero le gusta mandar más que al Príncipe de Asturias decir «la Princesa y yo». Mujer de armas tomar, que es definición antigua. Y se le van veinte por día, por aquello del crecimiento, como la economía de España, según Zapatero, antes de las últimas elecciones generales. «Aquí no hay crisis y crecemos». Y vaya si hay crisis y en qué estatura nos estamos quedando. Mis primeros profesores me enseñaron que crecer es sinónimo de aumentar. Al cabo de los años me veo obligado a reconocer, no sin dolor, que mis primeros profesores estaban equivocados. Para Rosa Díez, crecer es lo mismo que disminuir, y si es así, tiene toda la razón y este texto carece de fundamento. Cuando un partido político carece de contenidos, está cimentado en el oportunismo, vive del populismo barato y concentra todo el poder en manos de una mujer excesivamente habladora, puede crecer una barbaridad. Tanto, que al paso que lleva su crecimiento, se puede quedar con Rose Rooney y Savater haciendo ganchillo.

La Razón - Opinión

Un error terrible tan inexplicable como inexplicado

El fallecimiento de Rayan sobresaltó ayer doblemente a los españoles puesto que ya era tristemente conocido por las circunstancias de su nacimiento.

LA CORTA VIDA y la trágica muerte de un bebé llamado Rayan en uno de los mejores hospitales de Madrid es una de esas noticias espeluznantes e increíbles, tanto por la magnitud del drama de una familia como porque en un país del primer mundo, con una atención sanitaria avanzada, es muy difícil asumir que una enfermera titulada confunda una vía intravenosa con una sonda nasogástrica. El fallecimiento de Rayan sobresaltó ayer doblemente a los españoles puesto que ya era tristemente conocido por las circunstancias de su nacimiento. Su madre, Dalilah, de origen marroquí, ingresó embarazada en el Gregorio Marañón y le fue detectada la gripe A. Ante la gravedad de la paciente, los médicos le provocaron el parto y nació Rayan, sietemesino, un día antes de que su madre se convirtiera en la primera víctima mortal de la gripe A en España. El bebé -lógicamente en la UCI- evolucionaba bien, libre del virus, hasta que ayer el director del hospital informó que «un terrorífico error» médico le había matado. El centro asumió todas las responsabilidades y achacó el fallecimiento, de acuerdo con los datos facilitados hasta el momento, a que la enfermera de guardia se equivocó al alimentar al bebé.


Tanto la muerte de este recién nacido como los antecedentes del fallecimiento de su madre han de hacer de este caso un aldabonazo sobre la atención sanitaria en Madrid. La familia de Dalilah había denunciado reiteradamente que la joven acudió en varias ocasiones a urgencias y que la despacharon con un antipirético, sin detectar que tenía la gripe A más que cuando su estado ya fue grave. Las explicaciones que ofrecieron tanto los responsables de Sanidad de la Comunidad de Madrid como el Ministerio parecieron convincentes ya que, según los partes médicos, Dalilah sufría una dolencia previa que se le complicó debido al virus de la gripe A. Por ello, como primera reflexión, si ya en todos los casos deben extremarse los cuidados de un prematuro en una UCI, puede decirse que Rayan, debido a sus antecedentes, tendría que haber gozado de una especial atención.

La dirección del hospital anunció ayer que asume la responsabilidad «humana, profesional y patrimonial» de la muerte del bebé porque «la negligencia no tiene excusa». Es una reacción adecuada para el primer día, pero no basta. Hay muchas preguntas que se hacen los profesionales de la sanidad pública y que la dirección del Gregorio Marañón tiene que responder para que no quede ninguna sombra de duda. Tanto CCOO como el sindicato de enfermería señalaron ayer que es prácticamente imposible que un profesional cometa un error tan «absurdo y tan tonto». La enfermera supuestamente responsable de la muerte de Rayan -que ha sido apartada de su puesto junto a la supervisora- procedía de otro servicio y era su primer día con neonatos. El sindicato profesional Satse señaló que «no se pueden tener enfermeras generalistas que un día están con un neonato y otro con un enfermo cardiaco, no son chicas para todo».

No cabe descartar que, efectivamente, la muerte de Rayan se haya debido a la única y exclusiva negligencia de una profesional de la medicina. Pero los interrogantes que pesan sobre el caso son tantos que la dirección del hospital debe llevar a cabo una investigación exhaustiva y en un plazo de tiempo breve, ha de ofrecer ante la opinión pública una explicación detallada sobre las circunstancias de lo que el propio centro califica como «terrorífico error». Un país avanzado con una medicina pública de calidad no puede quedarse con la fatalidad como explicación del triste destino que aguardaba en Madrid a una familia de inmigrantes marroquíes que buscaba El Dorado y se encontró por dos veces con la muerte.

El Mundo - Editorial

El póquer del tesorero

«Como un jugador de póquer con una mala mano de cartas, Bárcenas trata de burlar al resto de jugadores para que no adviertan su pésima fortuna.»

La huida hacia delante de Luis Bárcenas, tesorero del Partido Popular, continúa; y lo hace con el ventilador encendido a toda marcha. Como un jugador de póquer con una mala mano de cartas, trata de burlar al resto de jugadores para que no adviertan su pésima fortuna. Tal vez por eso Esperanza Aguirre, que le ha visto el farol, le invita a que las muestre, y a que lo haga rápido, con "mucha claridad y mucha precisión", para así despejar la sombra de la duda que muchos pretenden extender sobre la presidenta de la Comunidad de Madrid en relación con el sucio asunto de las comisiones de Correa y asociados.

Lo más probable es que todo lo que Bárcenas pueda mostrar ya se sepa y, antes de las elecciones europeas, haya tenido el curso ordinario en la prensa adicta a Moncloa. Por eso Aguirre habla con tanta franqueza y pide "de rodillas" que Bárcenas hable ahora o calle para siempre. Poner el ventilador es un recurso que los políticos en apuros utilizan con frecuencia, pero ese ventilador ha de tener material que esparcir, si no funciona exactamente a la inversa y, pasada la sorpresa inicial, consigue el efecto contrario al que buscaba. Pasado el temporal Aguirre hasta podría salir fortalecida de todo este escándalo que, a pesar de los sucesivos intentos por implicarla, no la ha salpicado.

De cualquier modo, y ateniéndose a la actitud de Bárcenas, que parece dispuesto a defenderse como gato panza arriba tras verse implicado de lleno en el caso Gürtel, el que tiene un problema serio no es sólo el propio Bárcenas, sino Mariano Rajoy, presidente del partido y principal apoyo del tesorero. Si Bárcenas sabe tanto como dice saber y posee toda la "información delicada" que dice poseer es el propio Rajoy quien debería ponerse en guardia, especialmente porque bien podría debilitar aún más la unidad del PP y, de paso, dejar su credibilidad como candidato a la altura del betún.

Por ahora Bárcenas, con respecto a Aguirre, poco más puede hacer que emular a un jugador de póquer yendo de farol, con objeto de intimidar a quien tuviese la tentación de ponerse en su contra o de complicarle en el calvario judicial que se avecina para el gran tinglado de intereses creados por Francisco Correa. Pero en el póquer, como en la vida, la verdad siempre sale a la luz y el tiempo termina por poner a cada uno en su sitio. A Bárcenas el tiempo debería situarle en breve fuera de su cargo actual, pero no por lo que sabe sino por lo que presuntamente ha hecho al frente de la tesorería del PP. Para eso, claro, haría falta decisión y ganas de desembarazarse de un lastre que puede costar las próximas elecciones al Partido Popular. Y si no al tiempo.

Libertad Digital - Editorial

Beteta: «¿Por qué un catalán vale más de dos veces que un madrileño?»

El consejero madrileño de Hacienda, Antonio Beteta, se ha preguntado hoy "¿por qué un catalán vale más de dos veces que un madrileño?", ya que Cataluña podría recibir con el nuevo sistema de financiación autonómica 3.800 millones de euros y la Comunidad de Madrid 1.700 millones.

En una entrevista en Telemadrid recogida por Efe, el consejero ha opinado que "el problema es que no hemos votado al Partido Socialista y como aquí se trata de dar el dinero al socialista que gobierna, obviamente no toca a la Comunidad de Madrid".

"El Partido Socialista sigue castigando a Madrid, el cero patatero zapatero sigue vigente para Madrid porque hemos ganado 10 veces al Partido Socialista", ha manifestado Beteta, que ha inventado un pareado para resumir su argumento: "votarás al señor Zapatero y tendrás más dinero".


Según sus cálculos, entre Cataluña y Andalucía, "los dos graneros de votos del Partido Socialista", recibirán más del 50% de la financiación para el conjunto de las comunidades autónomas, lo que a su juicio es "una triste realidad, un trágala" que consiste en que "o lo tomas o no tendrás nada".

De todas formas, Beteta ha asegurado que él no conoce las cifras porque no le fueron facilitadas ni siquiera en su reunión de ayer por la tarde con el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, de la que salió "con la cabeza caliente y los pies fríos".

Los 3.800 millones de euros para Cataluña, ha aclarado, son los que ha estimado la Generalitat y los 1.700 para Madrid son los que ha anunciado el secretario general del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, que debe tener "información privilegiada por parte del Ministerio de Hacienda".

El titular de Hacienda en el Gobierno de Esperanza Aguirre, que considera que todo esto "es el caciquismo del siglo XIX del peor estilo" aunque "muy disimulado", ha pronosticado además que el Estado "va a subir alguna tarifa de algún impuesto", porque el documento remitido a las comunidades "deja muy clarito" que si eso ocurre "ese dinero es para el Estado".

ABC