jueves, 5 de marzo de 2009

Prisa va camino del valor cero

Las acciones de este grupo de comunicación han perdido ya más de un 93% de su valor en tan sólo un año. Y ahora han bajado del terrible umbral de un euro por acción. Al cierre de la sesión bursátil de este jueves los títulos de Prisa marcaban el 0,99.

La situación de la empresa es preocupante porque hay que tener en cuenta que un accionista de Prisa que tenía valores por 17 euros hace dos años, hoy se le han quedado en 0,99.

El grupo dirigido por Cebrián espera poder vender la división de Digital + para tratar de reflotar sus acciones y minimizar la deuda que atenaza a la entidad. Sin embargo, a día de hoy no ha encontrado un comprador que le ofrezca una cifra adecuada.

Periodista Digital

Bibiana Aído unta a las titiriteras de la ceja

A las familias españolas el panorama se les está poniendo crudo. Ellos no tienen la suerte de que les lluevan las subvenciones del Ministerio de Igualdad. A través del Instituto de la Mujer, Bibiana Aído ha repartido 2.450.000 euros entre asociaciones de todo pelaje. Feministas de pro, han aparado las manos para que la joven ministra de ZP se las llene de caudal público. Entre las afortunadas, claro, están las artistas de la ceja.

Son una lista de ocho folios las afortunadas. Entre ellas, según publicó el BOE del 15 de diciembre de 2008, está "La asociación de mujeres cineastas y de medios audiovisuales (CIMA)". Le han correspondido 15.000 euros. ¿Y qué es CIMA? "Una asociación que reúne a más de 100 mujeres profesionales con un objetivo común: fomentar una presencia equitativa de la mujer en el medio audiovisual. Así contribuimos a crear una sociedad más igualitaria y diversa", dice la propia página web.

Lo mejor está en el quiénes somos: Presidenta, Inés París; Vicepresidentas, Chus Gutiérrez e Isabel Coixet; Secretaria, Iciar Bollaín; Presidenta de Honor, Josefina Molina, etc. ¿No son éstas las artistas de la ceja? ¡Premiadas!

Un dato: la directora Isabel Coixet fue la seleccionada por Zapatero para dirigir sus spots en la campaña electoral de marzo de 2008.

Cristina Andreu, la tesorera, explica a Periodista Digital que “es la primera vez que nos presentamos para conseguir la subvención, y nos dieron 15.000 euros”.
“De esos 15.000, 10.000 son para las mesas redondas de los días 3,4 y 5 de marzo en el Reina Sofía – programas innovadores dirigidos a la formación y promoción de mujeres en todos los ámbitos de actuación, según el BOE- y otros 5.000 para la organización de la asociación”.
Explica Andreu que “vamos a volver a solicitar dinero, en este caso 40.000 euros. Somos una asociación sin ánimo de lucro y mantenernos con las cuotas de las socias es imposible”.

“La única persona contratada en la asociación es Susana”, asegura la tesorera de CIMA. "Las demás trabajamos no para conseguir dinero, sino para tratar de mejorar el panorama de la mujer en los medios audiovisuales".
“Con este dinero hacemos muchísimas actividades. Ahora estamos buscando ampliar el número de asociadas, ampliar la red, queremos también tener una plataforma digital en condiciones para que todas puedan tener acceso y estar conectadas”.
Andreu recuerda que han hecho un encuentro con “gente del mundo audiovisual de Iberomérica, que ha sido todo un éxito, y ahora, para el 2010 queremos hacer uno igual en Madrid, pero con europeas”.
“Nuestro objetivo es impulsar la incursión de la mujer en los puestos directivos. Y, sobre todo, que haya paridad, tal y como dice la ley, en los órganos de selecciones de los jurados”.
¿Tiene también patrocinio privado para su funcionamiento?, pregunta Periodista Digital.
“Por ahora sólo con el público, aunque lo estamos intentando. Pero es muy complicado encontrar empresas que comulguen con nuestros valores. No vamos a aceptar dinero de empresas que con su labor no dignifican a las mujeres”.
Y concluye Andreu insistiendo:
“Si no recibimos este dinero público no podemos seguir con nuestra labor. La asociación no se puede mantener sólo con las cuotas de las socias”.
LAS MUJERES EN LAS ARTES PREMIADAS POR AÍDO

La Asociación Internacional de Mujeres en las Artes recibe una propina de un millón de pesetas de las arcas de Bibiana Aído. 6000 euritos para una agrupación sin ánimo de lucro, “en la que llevamos trabajando desde 1990”, según la propia web, “para promocionar a las artistas asociadas, y contribuir a que la mujer ocupe el lugar que le corresponde en el mundo del arte”.
“La asociación ha participado en diversos proyectos internacionales, colaborando con otras instituciones como la National Museum of Women in the Arts de Washignton, el Museo Fukuyama de Hiroshima, el Museo de Arte Moderno de Cartagena de Indias, o la Fundación Lincoln de New Yersey”.
Del mismo modo, la Asociación “Mujeres en la música” ha sigo agraciada por Bibiana Aído con 12.480 euros. Según la página de Internet, “es una asociación de ámbito nacional que trabaja en potenciar, divulgar y promocionar el papel de las mujeres en la música clásica, especialmente en los aspectos tradicionalmente más desatendidos”.

Les ha tocado algo más que el aguinaldo. Bibiana Aído es una artista untando a las que se lo merecen.

Periodista Digital

!Salgamos de la crisis!. Por Yauma

¡Salgamos de la crisis!

En 1936 ,( año que por razones obvias deberíamos olvidar los españoles, aunque algunos estén empeñados en no pasar pagina,) Keynes (Jonh Maynard Keynes 1883- 1946,) escribió La Teoría General, concretamente “Teoría general del empleo, el interés y el dinero” que propone fundamentalmente el aumento del gasto publico para superar las crisis económicas. Keynes fue también el autor de la famosa frase “en el largo plazo todos estaremos muertos” que en versión popular el largo plazo se transforma en cien años y la muerte se la asocia a un problema alopécico “en cien años todos calvos”.
Keynes era un genio polifacético que logró renombre en el campo de las matemáticas y de la filosofía, así como en el literario. Su libro The general theory of employment, interest and money, provocó una de las mayores revoluciones en la teorías económicas del siglo. Dividiendo a los economistas en keynesianos y antikeynesianos, división artificiosa que pasado un cierto tiempo se diluyó con la practica económica del día a día.


Para muchos políticos y economistas Keynes murió hace muchos años, casi tantos como han pasado desde su desaparición física. Evidentemente los tiempos de bonanza económica y optimismo incontrolado no resultan los más adecuados para tener presente al genio británico. Sí, en cambio, a los padres del neoliberalismo económico y el monetarismo, cuyo representante más conocido es el fallecido(17 noviembre 2006) premio Nobel Milton Friedman sin olvidar al creador de los pilares de la economía política moderna el venerable Adam Smith.
Ahora bien, cuando las cosas se tuercen y aparece una crisis de dimensiones no controladas y consecuencias impredecibles, como la crisis actual, en su último informe la CIA declaró que la crisis de ahora es más peligrosa que el terrorismo global, todo el mundo se acuerda de Keynes y de su proposición fundamental: Aumentar el gasto publico para salir del pozo de la depresión. Cuando se habla de gasto publico la mayoría de personas piensa automáticamente en obra pública como motor del gasto y de la reactivación económica, por lo que lleva asociada de multiplicador de actividades paralelas. Sin embargo el propio Keynes parece que puso limites al gasto en obra pública al escribir: “El aumento de la obra pública puede ser la medicina correcta cuando hay una deficiencia crónica en la demanda, pero no se puede organizar de manera suficiente rápida como para ser el instrumento más útil para evitar los ciclos económicos” (X. Sala La Vanguardia)

La obra pública es lenta por naturaleza, la crisis aprieta y el tiempo de respuesta ha de ser lo más corto posible, los políticos saben que la crisis ha de estar al menos controlada antes de las próximas citas electorales, por mucho que enreden, vendan humo y mientan descaradamente, como es el caso de nuestro insufrible presidente del Gobierno, por ello una especie de enfermedad inversora afecta a los dirigentes políticos, la locura del dispendio sin limite, tomando al bueno de Keynes como estandarte teórico, justificativo de cualquier tipo de gasto y abuso. Unos se gastan 60.000 euros en publicidad, Hereu, otros de la misma cuerda tienen previsto gastarse en carteles anunciando lo que van a hacer, no sé cuantos millones parece que un 20% del gasto en futura obra pública irá para carteles propagandísticos. Un ejemplo de manirroto integral es el caso del señor Carod, este hombre parece que posee una estructura mental que le incapacita para ser una persona moderada en cualquier faceta del comportamiento humano, en la última fiesta de la cooperación catalana ha gastado 272.000 euros, 120.000 en rotular las calles de Perpiñan, 40.000 en un viaje de cuatro días a Israel y Jordania, aparte del fijo de 21.000 que recibe por cualquier desplazamiento. No hablamos de los gastos asignados a las embajadas ni de los ocasionados por los festejos de inauguración de las mismas por tratarse de partidas que requieren la utilización de cifras con muchos ceros y el lector puede salir mareado.

Pero si analizamos el asunto fríamente lo que importa es inyectar dinero en la maquina económica, hay que bombear dinero en la economía, cosas que ya hacen la mayoría de gobiernos. Combustible imprescindible para su funcionamiento, y lo más rápido posible, pues los indicadores de nivel están en mínimos. Bien por la vía del gasto publico como por la vía del gasto privado, gastar y gastar lo más pronto para evitar que el monstruo mecánico se quede seco, hacer que el dinero, ese ente metálico en sus orígenes, vil metal según una interpretación romántica de la existencia, que algún amante despechado ha llegado a asociar con determinados cálculos femeninos al plasmarlo en coplas tan tendenciosas como inexactas: “El dinero es un metal que ni los perros lo quieren. Sin embargo, las mujeres por el dinero se van con el hombre que no aman”. (Supongo que por la parte femenina la replica sería de órdago.).
Gastar, gastar, esa es la consigna no importa en qué. Conseguir que la velocidad de rotación de moneda metálica, papel moneda, cheques de viaje y de los otros, letras de cambio, dinero electrónico, unidad de cuenta,....... en fin de ese bien económico que tiene aceptación general como medio de pago, medida y reserva de valor, alcance si fuera posible, la velocidad de la luz.

¡No hay dinero¡ ¡no hay dinero! Es la corta y definitoria frase que se escucha por doquier con toda la carga angustiosa asociada a la misma. ¡Es que no podemos pagar! se oye otras veces como variante más dramática. El caso es mucha gente se pregunta a menudo ¿Dónde está el dinero? ¿Quién tiene el dinero?. Sabemos según el primer principio de la Termodinámica que “la energía no se crea ni se destruye sólo se transforma” aunque los rendimientos en determinadas formas de transformación son tan bajos que en la practica cotidiana las perdidas de energía útil pueden ser escandalosas. El dinero en cambio se crea en grandes cantidades, dinero físico tangible y del otro, y se destruye en cantidades moderadas luego: ¿Quién tiene el dinero? quieto y en reposo con miedo a salir de la segura madriguera que le cobija espera su momento.

A lo que vamos, hay que aumentar el gasto publico rápidamente, la obra pública es lenta, luego los buenos dirigentes políticos han de ingeniárselas buscando formas ,no necesariamente originales, para gastar el dinero de todos los contribuyentes y hacerlo correr cuantas veces sean necesarias y convenientes para el bien de la causa. En tal contexto los dirigentes autonómicos aparecen como verdaderos maestros, sueldos espléndidos, véase Montilla (185.000 euros casi 31 kilos de los de antes) Coches de fábula (Touriño, aunque a este pobre se le acaba de terminar el chollo) gastos suntuarios en comidas (Montilla, Carod y Huguet 43.345 euros ) etc. etc. Y es que, la caridad bien entendida empieza por uno mismo. De hecho todos ellos están realizando con este tipo de gastos una inyección de dinero publico al sistema. Están cumpliendo, a su manera, los principios keynesianos para intentar salir de la crisis lo antes posible y un servicio a la patria (no sé a cual de ellas) de primer orden.

Quisiera explicar mi contribución personal al problema. Hace mucho tiempo, mucho, mucho, cuando hablar de la crisis que se avecinaba era cosa de ignorantes e inexpertos en temas de economía, caso del señor Pizarro por ejemplo, nuestro ínclito presidente nos benefició con los nunca bien agradecidos cuatrocientos pavos. Un servidor, que le gusta llevar la contraria por naturaleza, empezó a plantearse que lo de la crisis venidera podía tener consecuencias desagradables para muchas personas y animado por la alegría del donativo decidí fundir los cuatrocientos lo antes posible. Como patriota cuatribarrado en activo siento una gran admiración política por el señor Carod . Conociendo por la prensa sus aficiones culinarias, el restaurante que frecuenta y sus platos preferidos, en un arranque incontrolado de fanatismo imitativo decidí emularle, por un solo día, en los placeres del yantar. Sitio discreto, muy buen servicio, comida de calidad, patriotismo cuatribarrado de elite, fotografías y retratos al óleo de nuestros héroes nacionales en las paredes con ligeros resúmenes de sus hazañas más significativas, a semejanza de los grandes maestros de la tauromaquia, en lugar de orejas, rabos y vueltas al ruedo se describen buenas faenas en contra los españoles a lo largo de sus respectivos mandatos.

El cubierto del día cuesta 120 euros, precio de un menú anticrisis, pero comprenderán que en una comida tan especial de tan acusada simbología patriótica uno no puede conformarse con rancho comunitario, se pide algo más novedoso que le acerque al admirado gourmet. Por respeto al gran político no mencionaré los platos que degusté, los habituales de Carod, acompañados de un buen vino de la tierra, postre, café copa y puro. Por todo ello pagué 276,27 euros, no está nada mal para una sola persona, más cinco de propina por el buen servicio. Al entrar en el local pregunté a uno de los camareros si podía sentarme en el lugar que habitualmente lo hace el señor Carod, según que cosas hay que hacerlas bien o no se hacen, yo tenía constancia de que en ese momento el político estaba de viaje por los Estados Unidos. El camarero me dijo que sí, que podía, pero que debería pagar un suplemento de 80 euros además de la voluntad. En el oasis se hace negocio hasta con los sentimientos más sagrados. Regateando con el camarero conseguí mantener el nivel de mi voluntad compatible con que me sobraran unos 25 euros, de los cuatrocientos, para ir al cine una vez acabada la comida y contribuir además con unas monedas a ayudar a la asociación de huérfanos de patriotas cuatribarrados damnificados por la ocupación española. También para la ONG patriota defensora de las virtudes eternas de nuestro pueblo “La Santa Espina”.

El camarero me acompañó hasta un pequeño reservado donde había varias mesas bien distribuidas, una de ellas frente a un gran espejo vertical. Señalándola me indicó que podía sentarme que muy pronto me servirían, cosa que ocurrió transcurridos pocos minutos. Al fondo del pequeño salón disimulada con una cortina de terciopelo azul distinguí una pequeña puerta de acceso directo por donde entran y salen al exterior personas de confianza que no desean ser observadas como clientes habituales del local. La situación de la mesa frente al espejo, según me explico el maitre natural de Guadalajara , hincha del Madrid y nada receptivo a los encantos políticos de Carod, se debe a que durante sus comidas el político de Esquerra ensaya poses y gestos típicos de las personas que han de mostrarse habitualmente antes las cámaras de TV, últimamente, según el maitre, ensaya un tic nervioso muy frecuente en el Gran Honorable, ese cerrar y abrir los ojos repetidas veces en pocos segundos, parece que Carod está convencido que el carisma del President radica fundamentalmente en este gesto tan característico de Pujol.

Comí francamente bien, finalizando la copa y dándole buenas caladas al puro, reflexioné reposadamente sobre las pequeñas compensaciones, después de tanto sacrificio, que puede proporcionar el ejercicio de un buen cargo público. Ya lo sé, son modestas cosas a las que uno puede habituarse, con el día a día, y dejar de apreciarlas en todo su valor, pero están ahí y adquieren mayor relevancia cuando en verdaderas situaciones de crisis favorecen la redistribución del dinero público.
Acabé la jornada gastándome el poco dinero que me quedaba en una entrada de cine, tuve que dejar de pagar dos céntimos de euro a la taquillera para completar el valor de la misma. No pude comprar las palomitas ni la coca cola correspondientes por falta de recursos, para mí el ruido de la masticación y deglución de las palomitas y la coca es como la banda sonora de la película y me cuesta trabajo concentrarme en el tema si me faltan. Menos mal que junto a mi asiento había una pareja de jóvenes muy ocupados en sus asuntos particulares y tenían semi- abandonada una bolsa repleta y un vaso lleno de medio litro. Con discreción me zampé tres cuartos de la bolsa y la mitad de la coca cola. Ellos mientras tanto continuaban en su Edén particular.

Conseguí regresar a casa colándome en el metro, solamente tuve que saltar por encima de las barreras un par de veces, imitando a tantos y tantos muchachos que lo hacen diariamente. Es una simple cuestión de técnica. En el tranvía me resultó bastante más complicado. El conductor se dio cuenta de que no marcaba el billete y empezó a perseguirme por el retrovisor. Intenté camuflarme pegando la hebra con una señora voluminosa de aspecto bonachón, pero rápidamente me cortó, pensando que me la estaba intentando ligar. Como el conductor se puso demasiado insistente con sus miradas indirectas tuve que bajar en la parada más cercana y andar cuatro kilómetros hasta llegar a casa.
En general fue una jornada para no olvidar, destacando el placer político que sentí al sentarme en la silla de tan ilustre personaje, siento no poder describirlo con palabras un nudo de emoción nubla mi corto entendimiento y tengo que dejar de teclear.

El blog de Yauma

Lo que se nos viene encima. Por José García Domínguez

Crisis

«Se impone la urgencia ubicua e inaplazable de afrontar apremiantes reformas estructurales. Se ve que cada época se las arregla para proveerse de su propio arsenal de charlatanería grandilocuente con tal de no decir nada.»

Existe una fórmula infalible para adivinar si un político no tiene ni la más remota idea de cómo resolver algún problema. Y es que siempre se referirá al asunto en cuestión asegurando que procede emprender cuanto antes "reformas estructurales". Ese latiguillo, el de las reformas estructurales, viene a ser la versión posmoderna del aserto de Napoleón que aconsejaba crear una comisión si lo que se pretendía era que algo no se arreglase jamás.


A los de las reformas estructurales les pasa como a aquellos progres de antes de que perdiéramos la Guerra Fría, los que te generaban "dinámicas" cada dos frases. En el tiempo que iba de desayunar leyendo El País al almuerzo de trabajo memorizando El Viejo Topo, a veces, ya se habían generado hasta cuatro o cinco dinámicas nuevas; todas, además, con sus propias "contradicciones internas". Y aún hay quien se extraña de que hayamos acabado así de mal. Ahora, a Dios gracias, no se generan dinámicas por ninguna parte; pero, a cambio, se impone la urgencia ubicua e inaplazable de afrontar apremiantes reformas estructurales. Se ve que cada época se las arregla para proveerse de su propio arsenal de charlatanería grandilocuente con tal de no decir nada.

Estos días, tras hacerse públicas las cifras del paro, ha vuelto a escenificarse la liturgia canónica a propósito del asunto. De inmediato, los voceras del Partido Socialista abogaron por inminentes reformas estructurales que se fijen como objetivo el mantenimiento de los puestos de trabajo. Al tiempo, sus airados iguales de la derecha reclamaron la perentoria flexibilización de la economía por medio de reformas estructurales en el mercado de trabajo. Traducido al castellano: "A los del Gobierno sigue sin ocurrírsenos absolutamente nada para combatir el desempleo y a los de la Oposición, muchísimo menos todavía".

Por lo demás, y mientras aquí seguimos entretenidos con las amenas historietas de Garzón, la Fiscalía, Bermejo y El Bigotes, el mundo, ajeno a nuestras cuitas, continúa implementando la única y genuina reforma estructural de los últimos cien años. Así, la globalización y la apertura de China al capitalismo han incorporado, de golpe y sin previo aviso, a 2.400 millones de trabajadores al mercado único mundial. Considere el lector que entre Estados Unidos, Japón y la Unión Europea no llegábamos a 1.000 millones de almas reguladas, sindicadas, intervenidas y subvencionadas, y se podrá formar una idea aproximada de lo que se nos viene encima.

Libertad Digital - Opinión

Programas basura. Por Hermann Tertsch

LA fiesta de paseíllos ante las Cámaras permanentes frente a la sede de la Audiencia Nacional en Madrid no se ha acabado con las elecciones habidas en Galicia y el País Vasco. Es una de las formas más modernas que hemos instaurado en nuestro país, desde hace ya años, para la denuncia pública y la liquidación social, en sustitución de la picota. Sigue llegando gente, acosada por becarios mal pagados que se pegan por meterle el micrófono en la boca al maldito. Las preguntas suenan ya como las que espetan otras becarias a los famosos, famosillos y víctimas de aquéllos, en las estaciones de tren, en los aeropuertos o en el propio portal de su casa. «Pero Chiqui, ¿por qué no te reconcilias con Chioni? ¿Juani, eres feliz ahora que Pelu ha dicho que Tati es una puta? ¿Caqui, no te hiere saber que Pupa dice que eres un impotente y que te gustan jugar con niñas? ¿Volverás con Torolu o es un amor imposible?»

Nauseabundo periodismo dirán algunos. Pues los hay que lo superan. Después de los últimos pasos en la interminable historieta judicial de nuestro país -ayer el anuncio de la fiscalía anticorrupción de que no ve indicios contra ningún aforado del Partido Popular-, creo que gran parte de los españoles estarán de acuerdo en que quizás los hooligans de la prensa del corazón son auténticos caballeros y grandes damas comparados con lo que repta por cierta prensa escrita dignificada. Pero la prensa al fin y al cabo es un producto que los ciudadanos aún libres pueden comprar o no, por propia elección. Los quioscos están llenos de publicaciones y si a alguno ya le da vergüenza que le vean con algún periódico que aún insiste en leer, siempre puede comprar una revista pornográfica para ocultarlo cuando pasea.

El problema por tanto es menos de la prensa amarilla o verde o cada vez más chiquilicuatre que de un producto intangible muy importante para la calidad democrática de nuestro estado y nuestra sociedad y que los españoles no podemos elegir. Es un producto tan valioso que de él depende nuestra vida, hacienda y libertad. Puede proteger y hacer el bien en defensa de las víctimas y los ofendidos y de los débiles ante el abuso. Pero puede hundir a individuos inocentes, sembrar discordia y desgracia en sus familias, generar oleadas de difamación impune y finalmente liquidar la confianza y la fe mísma de los individuos en los mecanismos de nuestra organización social. Es la justicia, nada menos. Por eso es una tragedia además de un espanto que miembros de la justicia se comporten como la prensa supuestamente seria y ya definitivamente convertida en panfleto utilitario y mucho peor que los pobres becarios de la encanallada basuraza periodística televisiva. Por eso es además inmensamente peligroso para la democracia que miembros de la justicia en muy altos cargos y con más excelsas ambiciones, compitan con los becarios -y becarias, perdón- en su denodada búsqueda de un lugar al sol y un nuevo favor del poder sin reparar en tropelías o miserias.

ABC - Opinión

Glosa de la resistencia. Por Cristina Losada


Elecciones gallegas

«Bajo el difunto Gobierno salió al escenario público una sociedad civil no afecta ni adicta al nacionalismo en cualquiera de sus formas, esto es, contraria a que los derechos civiles se vieran conculcados en nombre de supuestas identidades colectivas.»


Es el momento de las profecías retrospectivas. Tras el dictamen de las urnas, aparecen los que ya sabían qué iba a ocurrir. No se contaban entre esos sabios arúspices los dos partidos desalojados del poder en Galicia. La noche de autos, su estupor corría parejo con su desconsuelo. Se quedaron de piedra. De ahí, tal vez, que sus interpretaciones de la derrota sean tan inverosímiles. Aunque las que otros formulan sobre el triunfo del PP, también. Quienes hubieran aclamado una reedición del bipartito como una victoria de Zapatero, atribuyen el batacazo a Touriño y se escaquean, como José Blanco, hasta de acompañarle en el sentimiento. Mutatis mutandis, quienes celebran el éxito de Feijóo como uno de Rajoy, nunca habrían tildado de fracaso del presidente del PP un mal resultado en tierras gallegas.


Tales reacciones son típicas de la galaxia partidaria y se hace necesario salir de ella para encontrar las claves, que serán complejas. Es más, fuera de esa nebulosa se encuentra, con seguridad, una de ellas. Pues en Galicia, bajo el difunto Gobierno, que no era de coalición, sino de colisión (de los dos socios entre sí y de ambos con la mayoría de la sociedad), salió por vez primera al escenario público una sociedad civil no afecta ni adicta al nacionalismo en cualquiera de sus formas. Esto es, contraria a que los derechos civiles se vieran conculcados en nombre de supuestas identidades colectivas. El aumento de la coacción en el ámbito lingüístico por parte del bigobierno fue el catalizador de ese fenómeno, que ha modificado el mapa sociopolítico gallego.

Personas que, en su mayoría, no habían militado en partidos, que tampoco habían organizado antes campañas ni manifestaciones, se asociaron para defenderse de las imposiciones del Gobierno. Lo tenían todo en contra. El mundo académico y cultural, los centros creadores de opinión, las elites regionales y locales, eran ideológicamente afines al proyecto social-nacionalista o se plegaban a él por conveniencia o por temor. Era, por cierto, una situación heredada de la época fraguista, pues la derecha tiende a ocuparse de la gestión y a dejar el universo de las ideas a sus adversarios. En tales condiciones, pocos se atrevían a desafiar tabúes tan establecidos como los que blindaban la cuestión lingüística. De modo que fueron esos ciudadanos quienes lo hicieron y quienes soportaron la ira y los insultos de los estabulados y las amenazas y agresiones de los extremistas.

No se trata de exagerar la influencia que ese auténtico brote de sociedad civil ha tenido en la derrota del bigobierno. Pero es evidente que fueron esas nuevas asociaciones las que introdujeron en el debate público los abusos de la "normalización lingüística" y cuestionaron la ficción de que existía un consenso social que la legitimaba. Lo hicieron, además, desde la independencia, tanto orgánica como económica. Ni eran peones del PP, como calumniaban desde la Xunta y sus satélites, ni recibían subvenciones de nadie. Se ha recorrido un largo trecho desde el manifiesto "Tan gallego como el gallego", promovido por socios de Vigueses por la Libertad, Coruña Liberal y AGLI, hasta el manifiesto de Galicia Bilingüe, la mayor y más activa de las asociaciones, que entregó cien mil firmas por la libertad de elección de lengua este mes de febrero. Y que nadie se equivoque: esa corriente no va a pararse

Libertad Digital - Opinión