jueves, 1 de enero de 2009

Concierto de Año Nuevo Viena 2.009

El Danubio Azul




La Marcha Radetzky



¡Y está añadido el dichoso &fmt=18!

Solo Israel. Por Gabriel Albiac

Una supremacía militar absoluta y una estoica contención moral en el uso de ella. Eso hace de Israel un caso único

En tres minutos y treinta y seis segundos, la aviación israelí aniquiló la práctica totalidad de los cuarteles de Hamas en Gaza. Dio muerte a un número no menor de trescientos milicianos de uniforme. Eliminó a varios jefes militares enemigos. Sin apenas producir bajas civiles. En un espacio mínimo, como lo es la franja de Gaza, demográficamente atestado y en el cual la continuidad entre edificios civiles y militares es absoluta y el uso de la población como escudo humano práctica estable, la operación era de dificultad extrema. No hay en el mundo un ejército, que no sea el israelí, dispuesto a asumir los costes de una acción selectiva tan complicada.

Cuando las fuerzas de la Unión Europea y de los Estados Unidos apostaron por intervenir militarmente en la antigua Yugoslavia, tomaron la solución más rápida, más económica y de mayor eficacia: aniquilar indiferenciadamente a la más alta cifra posible de población serbia. Sin distinciones. No hubo objetivos específicamente militares. De lo que se trataba era de forzar una reacción de pánico en la ciudadanía que llevara al derrocamiento del régimen de Belgrado. Cuanto más alta fuera la conciencia de indefensión de los habitantes de las ciudades y más infalible la certeza de ser blanco seguro de las bombas, más rápido sería el vuelco político. A los gobiernos europeos -sin excepción- les pareció estupendo. Tanto más, cuanto que el coste en combustible y proyectiles corría a cargo exclusivo de los americanos. Y ni un solo soldado de la Unión Europea iba a correr un átomo de riesgo. Beneficio puro. No hay humanitarismo que sobreviva a un tal sentido de lo rentable. Lo que hace diferente al ejército israelí de cualquier otro ejército del mundo es precisamente la primacía, en el cálculo de costes, de ciertos principios fundacionales del Estado de Israel: la neta distinción entre combatientes y no combatientes en el campo enemigo. Es su más alta fuerza moral. Y su debilidad más alta. Algo que sus enemigos han sabido -y es lógico que así sea- utilizar siempre. Los arsenales palestinos se almacenan en los sótanos de escuelas y hospitales. Los cuarteles de mando terroristas están instalados en bloques de viviendas saturados de habitantes. Los caudillos militares islamistas se desplazan rodeados de sus proles infantiles como de una inviolable garantía. Los bien armados milicianos que disparan contra el ejército israelí se pertrechan sistemáticamente tras los críos que lanzan épicas piedras contra los tanques. Es la lógica terrible de un conflicto desigual: el que enfrenta al ejército de uno de los países más democráticos del planeta con la guerrilla teocrática más refractaria, no ya a la democracia, a cualquier forma de sociedad moderna. En tres minutos y treinta y seis segundos, la aviación israelí aniquiló la práctica totalidad de los cuarteles de Hamas en Gaza, dio muerte a un número no menor de trescientos milicianos de uniforme, eliminó a varios jefes militares enemigos. ¿A alguien se le pasa por la cabeza cómo hubieran sido las cosas si Israel se hubiera planteado una estrategia similar a la europea en Yugoslavia?

La Razón - Opinión

Amado terrorismo. Por Alfonso Ussía

Demasiadas guerras, sufrimiento, horror y sangre llevan los israelitas en su alma para no desear una paz final y duradera

Me considero un demócrata, y por ello admiro y quiero a Israel. La nación israelí resiste rodeada de enemigos. Muchos de esos enemigos alientan y financian el terrorismo. Hamas es una organización terrorista brutal y poderosa. Pero la Izquierda en España le ofrece su continuo amor y persistente protección. Israel ha actuado militarmente en Gaza porque previamente sufrió los ataques de Hamas, que es más ejército que banda. Pero en España sólo se protesta por los muertos palestinos. En toda guerra hay víctimas inocentes. También las hubo en el corazón de Europa, en Belgrado, cuando fue aplastada la antigua Yugoslavia por la OTAN. Pero aquellos niños muertos en las calles de Belgrado no hirieron la sensibilidad de los progres de Visa Platino, Visa Oro y Visa normal. Israel ha actuado en ocasiones con indescriptible dureza, siempre respondiendo a la indescriptible dureza que había padecido con anterioridad. El pueblo hebreo ha superado los mayores sufrimientos colectivos a lo largo de la Historia. Desde el éxodo al exterminio. Y los ha superado porque trabaja. Le dieron un trozo de desierto y ahora es un vergel.

Ofrecieron a los palestinos un trozo similar de desierto, y no lo quisieron. Quieren el vergel trabajado por otros, sostenido por otros, y defendido por otros. Israel es una nación rica porque trabaja. Y las ayudas que pueda recibir del mundo occidental al que pertenece no son nada comparadas con los ríos de oro que perciben los grupos terroristas procedentes de las hipócritas potencias petrolíferas árabes. Israel, de no ser continua y severamente atacada, compartiría su paz con las naciones que rodean su territorio. Demasiadas guerras, sufrimiento, horror y sangre llevan los israelitas en su alma para no desear una paz final y duradera. Pero la Izquierda internacional odia a Israel, probablemente por ser la única nación democrática en un Medio Oriente anclado en el siglo XII. La imagen del niño palestino muerto nos hace llorar a todos. La del niño judío, sólo a unos cuantos. La del niño iraquí a todos. La del niño español y también vasco destrozado por la bomba etarra, se olvida pronto. Israel no sólo lucha y se defiende abiertamente, sino que sufre el terrorismo en sus ciudades. Vuelan los autobuses con hebreos y palestinos en su interior y apenas es una noticia. Muere una mujer palestina, y el horror de su muerto da la vuelta al mundo, y se organizan manifestaciones, y se llama «asesino» al pueblo más asesinado de la Historia de la Humanidad. Un pueblo que trabaja, vota, elige a sus representantes, respeta las libertades y sobrevive como un Estado de Derecho permanentemente agredido. Y responde, claro. La animadversión, el odio sistemático que la Izquierda siente por Israel, enlaza a los nuevos progres del mundo con el terror nazi, por no ir más lejos. Pero ese extraño y extravagante enlace no se denuncia ni se recuerda. La auténtica Izquierda, la pensante, la culta -tan escasa-, está del lado de la Democracia. En este periódico tenemos la suerte de contar con la inteligencia clara y afligida de un auténtico intelectual de la Izquierda. Gabriel Albiac. Él conoce como pocos las maniobras de los fétidos propagandistas de la Izquierda usurpadora. La de las moditas. La modita de hoy es recelar de Israel y amar apasionadamente a los palestinos. A todos, incluidos los terroristas. Amado terrorismo el de Hamas.

La Razón - Opinión

La II Guerra Fría: Degradación Corporativa de la Democracia. Por Kantor

“Nosce te Ipsum”
(Conócete a ti mismo)
Sócrates
(filósofo griego *470 a. C.- +399 a.C.)


1.-Nuestro bando

Empecé a escribir sobre la II Guerra Fría con la recomendación de Sun Tzu siempre en mente: “Si conoces bien al enemigo y te conoces bien a ti mismo no tienes que temer el resultado de cien batallas”.

Ya hemos dedicado un tiempo importante a conocer, al menos estilizadamente al enemigo. Hemos descrito el nacimiento del Islam, su naturaleza revolucionaria, su programa expansionista y su degradación reaccionaria. También nos hemos referido a la creciente desintegración del Estado nacional y al ascenso del para-estatalismo. Deberemos volver más tarde al análisis del integrismo moderno, y la formación de una identidad islámica universalista, y política.


Ahora vamos a considerar la evolución material e ideológica en Occidente desde la II Guerra Mundial, centrándonos en los tres elementos que más condicionan nuestra debilidad y división a la hora de enfrentar el totalitarismo de nuestro tiempo: la transformación del escepticismo científico en nihilismo postmoderno, del anti-imperialismo universalista en relativismo multicultural, y la degradación reaccionaria del feminismo.

En conjunto, voy a describir como la izquierda occidental ha cambiado su programa de la Clase Media Universal por la consciente explotación de la política de la identidad, y como la derecha económica sirve fielmente a los intereses mercantilistas de las burguesias nacionales a las que representa, a costa de agudizar los problemas sociales asociados a la globalización con la inmigración masiva.

2.-La sociedad corporativa

Desde su inicio hasta mediados del s.XX, la ciencia social (es decir, basicamente la economía) tuvo que tomar como dado el marco institucional, derivando sus consecuencias lógicas pero sin ser capaz de explicarlo.

Pero desde la revolución de la Teoria de Juegos en Economía, esto ha cambiado. El marco institucional que antes era un a priori que ordenaba la conducta de los agentes, entra dentro del dominio del individualismo metodológico; es decir de la ciencia social. Desde finales del s.XIX se entendian las reglas de un mercado donde hay unos derechos de propiedad exógenos, pero desde Nash y Buchanan, podemos preguntarnos sobre las condiciones que crean y sostienen los distintos marcos intitucionales; la política deja de ser exógena y se endogeniza en el campo de la ciencia social.

En esas condiciones, los argumentos clásicos de Hayek sobre la sociedad corporativa cobran una total solidez científica.

Estilizadamente en el modelo base de una sociedad corporativa (en el campo económico) los agentes son maximizadotes racionales y saben que el libre comercio es un optimo social, PERO también saben que su interés individual consiste en defender sus privilegios. Así pues cada agente hace lobby para defender su protección, porque la ganancia que produce gastar 1 dólar en hacer lobby para su interés individual es mucho mayor que la ganancia de hacer lobby para la liberalización (interés colectivo). Como resultado todos los agentes hacen lobby por el proteccionismo y la sociedad sigue siendo corporativa, y TODOS pierden. Esto es muy intuitivo, porque para todo agente la mejor situación es vivir en una sociedad donde todos los mercados estén liberalizados menos aquel en el que uno es productor. Pero al obrar así, acaba en una sociedad donde ningún mercado está liberalizado. Los agentes se roban unos a otros, con el Gobierno como intermediario. No querido lector: no es un juego de suma cero, sino de suma vastamente negativa.

Un análisis de la evolución de una democracia absolutista (como la que prevalece en Occidente) nos convence de una tendencia permanente hacia la degradación corporativa. La existencia de una acumulación de poder irresistible crea las condiciones para una industria de la captura política, y el interés de grupo tiende a ahondar el corporativismo. Este equilibrio social no solo es perverso, sino también firme.

Hay dos problemas de acción colectiva en la democracia que se anidan entre si: la ausencia de incentivos marginales del votante y la gestión de la identidad.

En un estado moderno relativamente liberal, un tercio de la renta la gasta el Gobierno: es decir, una cantidad semejante al coste de la vivienda. Pensemos en el cuidado y el realismo con que un individuo afronta la decisión de comprar una casa y financiarla: las vueltas que da para elegir la mejor hipoteca, el mejor barrio y la mejor casa. Ahora comparemos ese cuidado con la irresponsabilidad típica del votante, que suele tomar sus decisiones llevado de fobias y filias irracionales. Comparemos a un agente inmobiliario, que ofrece con realismo a su cliente la casa que mejor se ajusta a sus necesidades, con la actitud del político que trata de excitar en él sus peores instintos facciosos. ¿Cómo es posible que las dos decisiones que afectan a una fracción semejante de la renta se tomen de forma tan distinta? La respuesta, como diría el loro economista [1], es incentivos.

¡Incentivos! El voto de un individuo nunca determina el resultado de la elección; por tanto el votante, aunque está expuesto a la irresponsabilidad de la mayoría, no está en ningún sentido expuesto a su propia irresponsabilidad. Dios hace salir el Sol para justos e injustos, y la democracia es igualmente poco selectiva. En esas condiciones, donde el votante responsable y el irresponsable reciben el mismo pago, la política se convierte en una rama de la industria del espectáculo. El votante infantil y el político payaso son el producto natural de estos incentivos perversos.

Los incentivos individuales no existen; las interacciones no son marginales. Pero queda el interés grupal.

¿Pero de qué grupo? En que un sistema democrático, según Friedman, el Estado no redistribuye de ricos a pobres, sino de mayorías desorganizadas a minorías organizadas. Y por tanto existen incentivos a organizarse como minoría. El votante altruista racional elige la mejor opción tras el velo de ignorancia rawlsiana, pero las minorías egoístas, que se reconocen como tales acaban teniendo un poder desproporcionado. El nacionalismo, el etnicismo, o el interés mercantilista siempre tendrán ventaja en democracia; mas o menos dependiendo del sistema electoral, pero mucho en todo caso; desde luego, no es fácil organizarse como minoría, pero dentro del sistema de la sociedad corporativa pequeñas fallas en la homogeneidad identitaria tienden a exacerbarse. El votante altruista rawlsiano, que es la hipótesis central de la democracia no puede sobrevivir al proceso democrático.

Nuestra democracia totalitaria (es decir, donde el poder soberano de las mayorías no tiene freno) es afortunadamente un totalitarismo inconsistente. El poder absoluto nunca llega a consolidarse, y el juego de suma negativa de la sociedad corporativa no desemboca en el GULAG. Es su única ventaja, pero no es pequeña.

Ahora bien, las consecuencias siguen siendo graves; más de lo que aparentan. El coste económico de la sociedad corporativa es alto; la democracia oscila entre dos polos: exprimir a la vaca capitalista hasta matarla o aprovecharse de ella con un mínimo de interferencia. Se observa un permanente ciclo político entre ambas opciones: en los años 70 la lustrosa vaca inglesa se ordeñó sin piedad, pero cuando el resultado fue evidente, las fuerzas del sentido común prevalecieron en el thacherismo. En conjunto, el votante (en una sociedad educada y con amplias clases medias) reacciona con cierta elasticidad a los desastres macroeconómicos.

Pero los efectos de largo plazo funcionan según el principio de la cocción de la rana: si se hace lentamente, la rana no salta del cazo. Por eso las fallas económicas estructurales pueden persistir indefinidamente; España se acostumbró en los ochenta a tres millones de parados, y sigue sin protestar ante unas leyes del alquiler que han destruido el mercado de la vivienda y han contribuido a dañar casi irreversiblemente su futuro demográfico. Inglaterra toleró durante más de un siglo el arancel del trigo. La escandalosa PAC no ha provocado una justa oleada de violencia política. Sesenta años de colectivismo educativo han dañado casi irreversiblemente el capital humano y la autoconfianza cultural en Occidente.

En conjunto, la sociedad corporativa permite la acumulación de daños sociales estructurales: como el cuerpo humano, la democracia se defiende bien de las infecciones agudas, pero acumula metales pesados. Cuando la enfermedad pasa de aguda a crónica la democracia se limita a acomodarla. Surgen a su alrededor los intereses correspondientes.

Llegados a este punto el lector quizá espera soluciones; quizá, como Hans-Herman Hoppe, una propuesta antidemocrática; quizá como Hayek una propuesta de reforma constitucional. En lo que se refiere a las alternativas a la democracia,todas son peores que la enfermedad: la autocracia romana, nacida con las mejores intenciones y bajo los auspicios de la Constitución, degeneró primero en una feroz dictadura militar, y después en una lista interminable de guerras civiles. Las oligarquías, ya sean del privilegio o del mérito, pueden ser mortalmente competentes, pero son también mortalmente explotadoras. El problema del poder es esencialmente irresoluble: la elección colectiva implica ciclos de degradación social; si el lector juguetea con fantasías anarquistas, el fantasma hobbesiano le despertará de su sueño.

Por el lado de la reforma institucional, las perspectivas son más seductoras: también más decepcionantes: es fácil diseñar sistemas institucionales para proteger a la democracia de sí misma; no obstante la sostenibilidad de estos sistemas difícilmente es compatible con los incentivos reales.

Las ideas tienen consecuencias; las consecuencias de las ideas tienen consecuencias ideológicas. Llegados a este punto el lector sospecha un nuevo punto fijo; otro equilibrio social. En efecto: la infraestructura material, construida de intereses y la superestructura ideológica acaban convergiendo. No de la forma causalista que sospechó Marx; probablemente la ideología cambia más la estructura de intereses de lo que los intereses alteran la ideología.

La sociedad corporativa tiene su ideología: la ideología de la corrección política. Una sociedad dividida en grupos de presión en un permanente juego de combate y alianza no se puede permitir ni la uniformidad totalitaria ni la libertad de expresión. La expresión en la sociedad corporativa no es expresión de ideas, sino expresión de intereses. Bueno, esto también es una idea; probablemente un mala idea.

La esencia de la ideología de la corrección política es que el consenso sustituye a la verdad. Desde el punto de vista positivo la ideologia de la corrección política consiste en la sustitución en el campo de la ideas del método científico y del principio de verdad objetiva por el nihilismo epistemológico y la teoría de la doble verdad. En el campo político la academia cultiva una ideologia del odio a las clases medias desorganizadas en nombre de las minorías organizadas.

¿Por qué las minorías académicas han roto con dos siglos de Ilustración para entregarse de nuevo a la Escolástica (y precisamente a la Escolástica primitiva)? En corto: porque pueden. El intervencionismo y el colectivismo han sido mucho más intensos en el plano cultural que en ninguna otra área de la vida social. Y no solo porque la educación sea gratuita, sino sobre todo porque se presta en régimen de puro socialismo, sin apenas competencia. Las advertencias de Friedman y Hayek, que parecían exageradas en los años 60 se quedaron cortas. Y la propuesta del cheque escolar parece hoy más importante que nunca.

Liberados de toda responsabilidad con el público y con los mecenas privados (al menos en el campo de las humanidades) queda la responsabilidad con los políticos y con sus pares académicos. El campo para los derridianos, el feminismo académico y el racismo anti-blanco institucionalizado estaba abierto.

En general, la censura de los grupos de presión no ha parado de empeorar: Steve Pinker describe en “La Tabla Rasa” la persecución contra los realistas psicológicos en Estados Unidos. En Europa la negación del Holocausto es delito, y pronto veremos a algunos ir a la cárcel por defender a Israel. En el campo de la ciencia económica la fortaleza del paradigma neoclásico ha dificultado mucho más la aparición de poli-logismos. Pero salirse del guión en el debate académico sobre la inmigración y sobre el tratamiento de la delincuencia (y mucho más sobre la combinación de ambos) es un billete seguro hacia el ostracismo académico y profesional: no digamos ya la intrínsecamente controvertida cuestión del Islam, o las diferencias cognitivas entre razas o sexos. Las instituciones públicas infringen permanentemente la Constitución para amordazar a los altos funcionarios; los altos directivos están igualmente atados de pies manos por sus jefes y en la academia la divergencia es perseguida colegiadamente.

El flujo de información e incentivos es la savia de la sociedad. Por eso cuando en una sociedad los individuos dejan de decir lo que ellos piensan para decir lo que sus oyentes quieren oir, el camino de la decadencia está muy andado.

Bien, cuando el Islam moderno llega a Europa se encuentra con una sociedad facciosa, corporativa y estatalista hasta niveles bizantinos y con una clase intelectual dedicada al bizantinismo.

En buena lógica, esperan confiados la Caída de Constantinopla.

[1] El loro economista respondía a todas las preguntas “oferta y demanda”

PD.-Democracia islámica: un hombre, un voto, una vez.

KANTOR

Hamás no está jugando

Quince segundos para buscar refugio

Agreden frente a su casa a la hija y al yerno de Martha Colmenares

Martha Colmenares: Recibir el año 2009 con mi hija y su esposo agredidos por malandros chavistas

Mi entrada para el nuevo año era una muy distinta a este Yo acuso. Habrá tiempo y es una buena nueva… Como dice la canción “Gracias a la vida que me ha dado tanto”. Eso nos damos el lujo de decirlo quienes pudimos conocer la democracia. Y este cierre del 2008 y llegada del 2009 con la agresión por parte de malandros a mi hija y su esposo, mi yerno, jóvenes trabajadores, en la parte de afuera de nuestra residencia, no lo llamaría mal presagio, pero si motivo de alarma porque esta es la Venezuela con Chávez. Y soy yo quien digo que son chavistas, porque estos cobardes que se atrevieron a maltratar a mi hija y caerle entre varios a mi yerno, ¿y la policía? bien gracias, dieron un teléfono para que se hicieran el examen forense y juas juas juas, están de asueto, ni para que decir más.. Los agresores, además de ser drogradictos, vende drogas, borrachos, de estar armados y ocupar ilegalmente los espacios exteriores de donde vivimos a pesar de las denuncias del condominio, pasaron su Feliz Año a costas del reino de la impunidad y su monarca mayor. Sigue el cuento…

Esto nos cambió por completo lo que siempre fue nuestra noche del feliz año, ellos están heridos, postrados en una cama y yo de enfermera, sin mis uvas del tiempo, ni mi pan de jamón ni las tradicionales exquisiteces porque esta agresión robó el tiempo destinado para adquirirlas. Pero a pesar de los pesares, nos pudimos dar el abrazo con alegría y mi impotencia silente tratando de infundirles ánimo, no es más que un renovar de nuevos bríos, para seguir luchando con más voluntad y compromiso hasta lograr recuperar lo que fue mi país.

Hablaba yo de la gracia del abrazo, que nos dimos en mi hogar, pero que no fue posible hacerlo en familia a los presos políticos y a las victimas que yacen en tumbas sin lograr justicia. Así se vive en el régimen de Hugo Chávez. Yo acuso.

Alexis Marrero, mi gran amigo se enteró de lo ocurrido cuando me llamó poco antes de las 12 (Agredieron frente a sus casa a la hija y yerno de la Bloggero y periodista Martha Colmenares). Inmediatamente por él lo supo otro gran amigo, Elentir (Mal empieza el nuevo año). Comentarlo en sus blogs me animó a compartir esta experiencia.

Pero no todas son de cal, también tuve una grata satisfacción y lo supe poco antes de irse el 2008, que ya les contaré. ¡Bienvenido 2009! Martha Colmenares


Alexis Marrero: Agredieron frente a sus casa la hija y yerno de la Bloggero y periodista Martha Colmenares

El fin de año no podían cerrar en blanco , los chavistas tenían que hacer una de las suyas, hoy en la noche aproximadamente entre la 6 y media a 7 de la noche fueron agredidos familiares de la conocida periodista y luchadora de los derechos humanos Martha Colmenares. Desde aquí le envió mi apoyo y mis más sinceras palabras de apoyo a nuestra amiga.

En nuestra conversación decíamos que este es el signo de lo que nos espera para el año nuevo, dios quiera que no, pero de todas maneras los venezolanos debemos estar preparados para la lucha en la calle.

Mientras nuestra amiga colocaba en su blog las más sincera felicitación y los mejores deseo a todo el país habían uno desadaptados, que no tiene madre, para ir a celebrar el fin de año, y solo se dedican a mortificar la paz de los demás, esto debe terminar y la mejor manera para terminar con un mal es extirpando las célula maligna, por eso en el 2009 debemos repetir la lección No es No.
Sé que nuestra amiga, muy a pesar de la agresión que recibieron su hija y el esposo frente a su casa, mantendrá los mejores pensamientos para nuestro país y hasta para los chavista.

¿ Y la justicia? Celebrando las fiestas como siempre


Sociedad Civil Venezuela: Agreden a familia de Martha Colmenares

Me entero por Alexis Marrero que publica en su blog que la hija y el yerno de Martha Colmenares fueron agredidos físicamente en este fin de año,mi solidaridad con esta querida amiga y luchadora incansable por los derechos de todos lo venezolanos.

Ella comenta....
Como te conté Alexis, en la policia (ptj) les dijeron que llamaran a la medicatura forense y juas juas, no están trabajando. De todos modos para lo que vale una experticia forense cuando no somos chavistas. Ellos en su denuncia fueron con los testigos del condominio.
Estos les fueron a reclamar el escándalo que llevan por días en las areas exteriores y terminaron agredidos. Y la verdad se sienten bastante mal, aparte de la impotencia, aunque no teníamos ninguna fiesta, pues ya comprenderás.
Ellos no dicen que son Chavistas, quien lo dice soy yo, ya sabes bien que conozco como es el tratamiento de la llamada "justicia" con estos malandros.

FELIZ AÑO NUEVO

Una cuestión de prioridades


Visto en Salvad a los Martínez