miércoles, 16 de julio de 2008

Martín, adulador de Z y víctima de su ingratitud

Fernando Martín es ese ilustre gerente inmobiliario que, allá por finales de 2007, hacía suyos los vaticinios del Adolescente en materia económica. Como el Ignorante Insondable, Martín también opinaba que el euribor "había tocado techo" y que el precio de la vivienda se iba a mantener exactamente igual durante un largo tiempo (Santa Lucía, aquí tienes un cliente).

Por supuesto, un tipo supuestamente inteligente como él, sabía perfectamente que estaba mintiendo y que la crisis que se avecinaba era de dimensiones monstruosas, pero le hizo el favor a Z (como Botín, por cierto) y ocupó alguna que otra portada con sus declaraciones obsequiosas hacia el Íletrado hasta muy cerquita de las elecciones. No es descartable incluso que el dueño de MARTINSA votara al PSOE del Ígnaro Inescrutable.

Martín es también el líder del lobby de las constructoras que contrató a David Taguas, hasta ese momento director de la oficina económica del Indocto, en lo que constituyó uno de los escándalos más sonados de los últimos tiempos, aunque los españoles estamos tan acostumbrados a este tipo de cosas que la noticia pasó desapercibida salvo para la prensa económica, que se confesó horrorizada.

Y llegó el momento de pedir la devolución del favor, a través de un préstamo barato del ICO (es decir, procedente del bolsillo de todos los españoles) para intentar salvar una situación angustiosa de la compañía. La respuesta del Indocumentado fue que el socialismo no paga a traidores, y menos si pertenecen al sector del ladrillo, el "urbanismo salvaje" y el "desarrollo insostenible", por utilizar la jerga de la muchachada del Indocumentado Exorbitante.

Ya ves, Martín, tanto hacer el ridículo con mentiras groseras sobre la crisis para beneficiar electoralmente al Solemne y así es como te paga.

Ah, y conste que estoy absolutamente conforme con la decisión del Adolescente. Las empresas tienen derecho a hacer todo el dinero posible en momentos de bonanza económica y la obligación de asumir las pérdidas cuando la situación es la contraria. Las decisiones empresariales se realizan a "riesgo y ventura" del interesado y no es lícito que los demás paguemos sus errores financieros en momentos de crisis.

Simplemente reseño la ingratitud del personaje que nos gobierna y su condición eminentemente traidora. Que se lo pregunten al grupo PRISA.

Crónicas Murcianas

Socializar la miseria. Por Fernando Ínigo

Creo que fue Winston Churhill el que dijo que "El vicio inherente del capitalismo es el compartir desigualmente los beneficios. El vicio inherente del socialismo es el compartir igualmente las miserias".

Hay una incompatibilidad clara entre socialismo y progreso económico,al menos en España, y a la historia me remito. Nuestro presidente Zapatero, jugando siempre en el borde del populismo más borde y sectario,frontal y a mala cara, alfombrando el camino de una arquitectura social que ni favorece la vida ni la libertad. Tampoco la convivencia y la prosperidad. Zapatero parece satisfecho por sembrar la miseria entre los españoles. De lo que se trata es de socializar las quiebras empresariales, las colas de parados, las inyecciones letales, las clínicas mataderos a lo Morín y el borreguismo. A esto le llaman progreso y avance social. Ruina y muerte.

A río revuelto, ganancia de timadores y manipuladores. Sólo así se explica la inacción de este gobierno en relación a la crisis económica que nos azota. Encuestas publicadas en medios afines al gobierno, los PRISOES y cia, desvelan que una amplia mayoría de españoles cree que el gobierno no está haciendo nada frente a la crisis económica, sentimiento que es igualmente mayoritario entre los votantes socialistas.

Creo que ha tenido algo de providencial el triunfo de Zapatero en las pasadas elecciones. Con un gobierno del Partido Popular, el estallido de esta crisis hubiera supuesto barricadas en las calles y un escenario de enorme tensión social. Hoy estarían en las calles con pancartas de "martinsa somos todos" o "Rajoy arruina a los trabajadores". En cambio, Solbes declara que no es para tanto y los sindicatos aplauden. Licencias que tiene la izquierda española, la única que puede arruinarnos sin temor a una revolución. Ya es la segunda vez que nos envían al hoyo. Lo peor del caso es que once millones de españoles han avalado a los sepultureros.

Aragón Liberal