lunes, 18 de febrero de 2008

Los zapokosovares

Ayer se perpetró en Europa una fechoría que puede ser letal para España. Ayer, el Gobierno y la oposición de Kosovo partieron por el eje la legalidad que debían representar y proclamaron la independencia de ese enclave históricamente serbio y hoy mayoritariamente albanomusulmán.

Ayer, una veintena de naciones de la Unión Europea y EEUU respaldaron la voladura de las fronteras de uno de sus estados más muertos y vivos, más capaces de vivir para matar. Ayer, la cobarde Europa, la miserable Europa, la ciega y sorda Europa, la apaciguadora y muniquesa Europa, la antiamericana pero wilsoniana Europa, la que indolentemente dejó destruir el imperio austrohúngaro para luego destruirse a sí misma en la voladura balcánica de las fronteras que desembocó en la Primera Guerra Mundial, la misma y sangrienta Europa arrastrada por los volcánicos rencores nacionalistas nacidos del tratado de Versalles y enterrados a medias y a medio quemar con el cadáver de Hitler en su búnquer, al final de la Segunda Guerra Mundial; sí, esa misma Europa ha calentado en su seno esa víbora yerta que, tras revivir, seguirá mordiendo en los Balcanes; y morderá el corazón de Bélgica, Gran Bretaña ...y España.

España, madre de tantos kosovos como quieran inventarse, ha colaborado muy activamente en este criminal pasatiempo de dejar que minorías nacionalistas dinamiten las viejas fronteras estatales de Europa. España, la nación que tiene más posibilidades de que los albanokosovares de la política asalten su Estado tal y como los delincuentes comunes albanokosovares asaltaron la casa de José Luis Moreno, está participando en la creación, con nuestro dinero, del modelo que ya han dicho que seguirán los separatistas vascos, catalanes y gallegos para romper el Estado y volar la Nación.

La diferencia con el terrorífico asalto a la casa del aún tumefacto empresario teatral existe, pero poco: en Kosovo los delincuentes cuentan con el apoyo de la Europolicía; aquí, los separatistas antiespañoles cuentan con la ayuda del Gobierno de España y del PSOE, aliado, socio, beneficiado y benefactor. Esos albanokosovares que ayer inauguraron una nueva era de desestabilización europea cuentan aquí con la ayuda de los zapokosovares, de un tipo llamado Zapatero y de un partido político llamado PSOE que se ha aliado con todos los enemigos de España para evitar la alternativa democrática del PP, que ha apoyado con estupidez suicida la independencia de Kosovo y que sigue apoyando de hecho que todos los europeos, empezando por los españoles, respaldemos o miremos a otro lado ante la creación de la Gran Albania, primer estado musulmán expansionista europeo y pagado por quienes debían impedir la incubación del huevo y de la serpiente.

La Gran Euskadi, los Països Catalans, Galiza y los zapokosovares tienen desde ayer espejo donde mirarse.

Federico Jiménez Losantos
El Mundo, 18-02-2008

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