lunes, 18 de junio de 2007

Robles dimitirà per desavinences amb Rivera durant el Congrés del Partit

El secretari general de Ciutadans, Antonio Robles, no es presentarà a la reelecció en el pròxim congrés del partit -el primer, de fet- que celebrarà la formació a fi de mes per les diferències que manté amb el president, Albert Rivera. El congrés tindrà lloc els pròxims 30 de juny i 1 de juliol a l'hotel Hesperia de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), segons va aprovar el consell general celebrat el passat 9 de juny. L'encara número tres del Partit de la Ciutadania ha admès en una tertúlia en la cadena Cope a Catalunya aquest cap de setmana que "no me presentaré a nada en el congreso". Robles ha justificat la seva decisió perquè "no me interesa la política" en "un país como éste y en un partido como éste", encara que ha insistit que "yo no hablaría de crisis" a la formació.

Robles també ha insistit que, en la seva opinió, "si Ciudadanos quiere ser un partido de verdad, debería tener a Rosa Díez y Fernando Savater", en referència al nou partit que impulsa aquest. "Si no, lo tendrá muy difícil", adverteix, perquè "Savater ha sido un referente intelectual". El també diputat al Parlament català no ha parlat sobre les seves diferències amb Rivera, però ha manifestat que "si yo fuese presidente, ofrecería la presidencia a Rosa Díez", en un clar missatge al citat Albert Rivera. Antonio Robles també s'ha mostrat molt crític sobre la intenció -també expressada per Rivera- de presentar-se a les pròximes eleccions generals perquè "es literalmente un suicidio". "Esas cosas hay que hacerlas bien y no estamos en condicions de conseguir este éxito sin riesgo". Robles ha manifestat un altre matís respecte a Rivera perquè, en la seva opinió, "el partido tiene que ser de centro izquierda".

E-Noticies, 18-06-2007

Les mentides de Maite Nolla

Fa uns dies la dirigent de Ciutadans, Maite Nolla, va acusar a Xavier Garcia Albiol, de mentider per afirmar en el programa La hora de Federico que Ciutadans donava suport a les negociacions de ZP amb ETA.

El problema de Maite Nolla, com passa amb tots els progressistes de disseny, és que mai assumeixen les conseqüències dels seus actes, de les seves paraules o dels seus silencis. Nolla diu que és fals que Ciutadans, doni suport el diàleg amb ETA. Doncs resulta que això és exactament el que van fer els companys de Nolla, quan es van apuntar -en contra de les principals associacions de víctimes del terrorisme d'ETA- a una manifestació, convocada pels sindicats d'esquerra, l'objectiu de la qual era donar sostenir les esquerdades parets del procés de negociació entre els terroristes i el Govern de Zapatero.

Ciutadans es va apuntar a una manifestació on, a més de donar-se suport la negociació amb ETA, destacaven els atacs contra els defensors d'Espanya com nació i la total absència de banderes espanyoles, tret que per aquestes s'entenguin les velles i nostàlgiques banderes republicanes.

Tampoc hauria d'oblidar Maite Nolla que els seus companys es van manifestar de la mà dels nacionalistes catalans, entre els quals estaven els polítics de ERC que deien que havia estat ETA i no el Govern qui més havia fet per aconseguir la pau.

Li agradi o no assumir les conseqüències d'aquests fets, Maite Nolla no pot ocultar amb insults que Ciutadans es va apuntar a la causa de donar suport la política camuflada i amagada de ZP enfront a ETA. Política que, com tots sabem, ha quedat enterrada pels criminals atemptats de Baralles, pels atacs continuats de violència urbana, pel xantatge a empresaris i professionals, i pel desgraciat anunci per ETA que suspèn obertament el que ja havia suspès amb els seus.

Comprenc que Maite Nolla vulgui treure's de damunt tots aquests fets incòmodes, però "la verdad es la verdad la diga Agamenón o su porquero".

Emiliano Jiménez - laveudecatalunnya@gmail.com
E-Noticies, 19-06-2007

Críticos con Rivera presentarán una candidatura para presidir Ciutadans

Planean la alternativa tras «el rotundo e indisimulable fracaso» en las municipales / El líder del partido atribuye las críticas a la tensión precongresual.

«Casi un tercio de los electores que nos votaron sin conocernos, cuando sólo éramos una promesa, nos han retirado su voto tan pronto nos han conocido». Con esta amargura se expresa el sector crítico de Ciutadans en un documento que ha redactado para valorar «el rotundo e indiscutible fracaso» de esta formación en las recientes elecciones municipales del 27 de mayo.
Este sector, que está muy decepcionado con la actuación de Albert Rivera al frente del partido, se plantea presentar una candidatura alternativa a la del actual presidente de Ciutadans en el próximo Congreso de la formación, que se celebrará en L'Hospitalet los próximos días 30 de junio y 1 de julio.

«No queremos ganar a nadie, sólo deseamos un cambio para que pueda avanzar el proyecto, que es muy bonito», indica una de las integrantes de este sector crítico, que no quiere dar su nombre para «evitar posibles represalias».

«Otros de los que han criticado a la dirección de Ciutadans han sido suspendidos de militancia y, en esa situación, no se puede participar en el Congreso, lo que dificultaría que prosperase la candidatura alternativa a Rivera», explica para justificar su deseo de permanecer en el anonimato.

Autocrítica

Entre otras muchas cosas, este grupo de ciudadanos reprocha a Albert Rivera que no haya hecho «autocrítica» tras el «fracaso» en las elecciones municipales. «El objetivo era lograr entrar en las principales ciudades en las que habíamos tenido buen resultado el 1 de noviembre, como Barcelona, Tarragona, Hospitalet, Badalona, Terrassa, Santa Coloma, Cornellà o Cerdanyola», se lamentan en el documento.

La realidad no tiene nada que ver con esas aspiraciones: Ciutadans sólo ha logrado 13 concejales, de los que cinco proceden «de una lista rehabilitada del PP», en Gimenells, la única alcaldía gobernada por los no nacionalistas.

«Nuestra proyección pública se ha basado en un discurso populista, contradictorio y superficial. Se ha abusado de un discurso antipolítico orientado tan sólo a señalar burdamente los vicios del sistema y de la clase política, sin articular alternativas ni proponer soluciones creíbles o factibles», añade el escrito, que se suma a un manifiesto, que hace unas semanas firmaron una cuarentena de militantes de Ciutadans.

Los críticos no dudan en responsabilizar a Rivera de ese fracaso.Le acusan de «incapacidad para ejercer el liderazgo de manera eficiente», de elegir a sus colaboradores «descartando los criterios de valía y cualidad» y de ser un líder «autoritario».

Rivera no quiere entrar en la polémica, pues considera que su papel dentro del partido tiene un cierto carácter «institucional» y prefiere evitar el enfrentamiento directo con los sectores que le critican.

Sin embargo, fuentes cercanas al presidente de Ciutadans, explican que Rivera atribuye la tensión surgida en los últimos tiempos en el seno del partido a las «tensiones propias de una situación precongresual». «Las distintas corrientes están tomando posiciones de cara al Congreso que es inminente», afirman.

Las mismas fuentes desmienten que desde la dirección de Ciutadans se tomen represalias contra los que se oponen al presidente.Reconocen que algunos militantes de Cerdanyola fueron suspendidos de militancia, pero defienden que estos ciudadanos no dudaron en boicotear la campaña del partido en las municipales, molestos porque su candidatura no fue la elegida para concurrir a las urnas.

Por último, añaden que las listas alternativas a la de Rivera pueden presentarse desde ahora y hasta el 1 de julio para facilitar la elección más «libre y democrática» de la máxima autoridad del partido.

Además, estas fuentes cercanas a Albert Rivera aseguran que el líder de Ciutadans rechaza hacer autocrítica sobre las elecciones municipales al considerar que ése no es su cometido dentro del partido y que una tarea de esas características corresponde al secretario general.

Una adhesión muy polémica

La adhesión de Albert Rivera a un manifiesto firmado por unos 40 militantes de Ciutadans contra su gestión causó sorpresa la semana pasada.

Pero Rivera no vio en ese documento una crítica directa a su persona. El manifiesto exponía la necesidad de recuperar los valores democráticos dentro de Ciutadans y detallaba una serie de principios que Rivera comparte, según indican fuentes cercanas al presidente de la formación no nacionalista.

Rivera no se sintió aludido y consideró que las críticas contenidas en el manifiesto -en el que no aparecía ningún nombre de forma explícita- no iban dirigidas a su persona, sino a otros miembros de la Ejecutiva de Ciutadans.

Sin embargo, difícilmente podría ahora Rivera suscribir el nuevo documento crítico que circula entre los militantes del partido, pues en este escrito sí se hace una referencia expresa a la gestión del líder no nacionalista.

«Rivera se benefició del capital político que decidimos darle al concentrar en él, como primer nombre de un listado alfabético, la totalidad de los recursos del partido, a fin de convertirlo en un líder popular. Una vez se ha demostrado que no es la persona que puede liderar este partido, debemos pedirle que renuncie al cargo de presidente, como un acto de dignidad y de gratitud para todos los que deseamos que este partido tenga futuro», indica el citado escrito.

Este sector crítico añade que Rivera «no ha sido capaz de mantener coherencia ni siquiera con la esencia del discurso de ciudadanía, al apelar a veces de manera grosera y con eslóganes de brocha gorda al sentimiento identitario españolista». Y concluye que la gestión de Rivera ha desembocado «en un mensaje etéreo e insustancial y también en una falta alarmante de propuestas de calado político».

Leonor Mayor
El Mundo, 18 de junio de 2007

Ciutadans a palos entre ellos

Todo anuncia que en el congreso del 30 de junio Ciutadans será un gallinero muy revuelto, con amenazas de ruptura incluidas, y en todo caso, aunque se solvente la crisis interna, con un futuro incierto, ya que será difícil valorar hasta que punto la imagen de la nueva formación no ha quedado dañada definitivamente.


Los resultados de las últimas elecciones locales, que demostraron cual es la verdadera fuerza de Ciutadans sin los apoyos de Jiménez Losantos, han acabado de abrir las costuras de un proyecto político que cada día se revela más fruto de una coyuntura muy concreta que puede acabar como flor de un día. El próximo congreso extraordinario previsto para finales del mes de junio se celebrará en un clima de completa división y de graves enfrentamientos internos.

La situación interna de Ciutadans se ha deteriorado tanto que ha llegado al extremo de llevar a los tribunales a los militantes disidentes. El presidente de Ciutadans ha denunciado a los impulsores de un manifiesto alternativo autodenominado
“corriente zanahoria” por criticar la gestión de la dirección del partido. Al parecer desde una página web insinúan que Albert Rivera no ha realizado una gestión económica todo lo transparente que sería deseable.

Rivera ha reaccionado y ha denunciado a sus críticos por un presunto delito de injurias contra su honor. Esta “corriente zanahoria”, que es muy activa en Internet a través de foros internos de Ciutadans y blogs, no tiene un líder públicamente conocido, pero parece estar impulsada por los críticos más radicales a Rivera, lo que si ha manifestado su intención de presentar una candidatura alternativa en el próximo congreso.

Por su parte la principal corriente de oposición a Rivera “Regeneración Democrática” afirma que “es un dictador. Tiene a su alrededor un equipo mediocre que nos está llevando al desastre. Tanto que medio partido quiere darse de baja”. Teresa Jiménez Barbat, presidenta de la Associació Ciutadans de Cataluña, que agrupa a los intelectuales que finalmente no entraron en el partido, parece perfilarse junto a José March, miembro del comité ejecutivo del partido, como las cabezas visibles de la principal oposición a la actual dirección.

Según parece también la expansión de Ciutadans por el resto de España esta seriamente comprometida. Al jarro de agua fría que han supuesto los paupérrimos resultados electorales municipales, se une el efecto de las aguas revueltas internas que hacen poco atractivo al partido recién nacido. Por ejemplo en Andalucía el principal coordinador de Ciutadans, Mario Acosta, fue suspendido de militancia por haber criticado el personalismo de Rivera. También en Madrid hay problemas entre gestoras y militantes a la hora de decidir los delegados que van a ir al congreso.

Todo anuncia que en el congreso del 30 de junio Ciutadans será un gallinero muy revuelto, con amenazas de ruptura incluidas, y en todo caso, aunque se solvente la crisis interna, con un futuro incierto, ya que será difícil valorar hasta que punto la imagen de la nueva formación no ha quedado dañada definitivamente.

BAJAS IMPORTANTES

El secretario general de Ciutadans, Antonio Robles, no se presentarà a la reelección en el próximo congreso del partido que celebrará la formación a finales de mes por las diferencias que mantiene con el presidente, Albert Rivera. El congreso tendrá lugar en los próximos 30 de junio y 1 de julio en el hotel Hesperia de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), según aprobó el consejo general celebrado el pasado 9 de junio. El todavía número tres del Partido de la Ciudadanía ha admitido en una tertulia en la cadena Cope en Cataluña este fin de semana que "no me presentaré a nada en el congreso". Robles ha justificado su decisión en que "no me interesa la política" en "un país como éste y en un partido como éste", aunque ha insistido que "yo no hablaría de crisis" en la formación.

Robles también ha insistido que, en su opinión, "si Ciudadanos quiere ser un partido de verdad debería tener a Rosa Díez y Fernando Savater", en referencia al nuevo partido que impulsa éste. "Si no, lo tendrá muy difícil", advierte porque "Savater ha sido un referente intelectual".


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