lunes, 5 de febrero de 2007

Ciutadans está promoviendo una agrupación en Navarra

Está en un proceso de expasión fuera de Cataluña. Ciutadans, el partido de la ciudadanía, como se denomina, está promoviendo la creación de una agrupación en Navarra. Es el primer paso para poder llegar a configurarse en un futuro como formación política y poder presentarse a las elecciones, aunque, en principio, consideran muy difícil poder estar en las próximas municipales en la Comunidad foral.

Ciutadans surgió en Cataluña, donde el pasado 1 de noviembre, jornada electoral en esa Comunidad, consiguió tres representantes en el Parlamento catalán.
El partido surgió de una plataforma, Ciutadans de Catalunya, que artistas e intelectuales como Albert Boadella o Arcadi Espada crearon al considerar que muchos ciudadanos de esa comunidad que no eran nacionalistas no se sentían representados por los partidos políticos existentes. El congreso constituyente de lo que sería esta formación política tuvo lugar el 8 y 9 de julio del año pasado.

Según datos facilitados por Ciutadans, cuentan en toda España con 3.000 afiliados y 10.000 simpatizantes.

En estos momentos, este partido está inmerso en un proceso de expansión por toda España y tienen ya agrupaciones en Madrid, Sevilla, Valencia, Málaga y Murcia, entre otros puntos. El próximo mes de marzo esperan anunciar dónde presentarán candidaturas de cara a las elecciones municipales y autonómicas de mayo.

Primeros pasos

En Navarra, se encuentran todavía dando los primeros pasos de cara a la creación de una agrupación. Fuentes de Ciutadans señalaron que, en principio, parece que será difícil que puedan llegar a presentarse en las próximas municipales en la Comunidad foral.

En un anuncio en prensa, los impulsores de la agrupación navarra se dirigen a los posibles interesados con este texto: «Si eres un ciudadano comprometido con la democracia, crees en la sociedad civil, la libertad individual y la igualdad y estás cansado de hechos diferenciales e identidades totalitarias, ven a la Agrupación Navarra de Ciutadans-Partido de la Ciudadanía», concluye el texto.

Las agrupaciones en Ciutadans deben estar integradas por lo que denominan como militantes de base, personas que no deben tener ningún lazo de unión con otra formación política. Las agrupaciones pueden estar a su vez incluidas en federaciones. Por ejemplo, en Barcelona hay agrupaciones creadas en distintos barrios, unidas en una federación. Sin embargo, en Madrid sólo hay una agrupación.

Una vez formadas las agrupaciones, deben ser «legalizadas» con un proceso constituyente dirigido por el secretario general de Ciutadans, Antonio Robles Almeida, según los estatutos de esta formación.

B.A. (Diarionavarra.es) (05/02/07)

Ciudadanos-Partido de la ciudadanía pidió en Málaga el NO al nuevo estatuto de Andalucía.

Este domingo, 4 de febrero 2007, en Málaga, Los militantes del partido de la ciudadanía recorrieron portando un enorme lazo naranja el trayecto desde la plaza de la Marina a la plaza de la constitución. El acto fnalizó con la lectura de un manifiesto junto a las placas conmemorativas a la Constitución.Ciudadanos-partido de la ciudadanía pide el NO al nuevo estatuto Andaluz en el referéndum del 18 de febrero.
Ciudadanos opinan que el nuevo estatuto no responde a ninguna demanda ni necesidad de los ciudadanos, como lo prueba que no estaba en los programas de los partido.
"No queremos que Andalucía imite ni sirva de coartada a los nacionalismos identitarios".
Ciudadanos, partido de la ciudadanía, se presenta el próximo viernes 9 en
Málaga con la presencia de su presidente Albert Rivera en el hotel NH de Málaga a las 13 horas.
Diariolatorre (05/02/07)

El Himno es de la Nación, no de la Traición



"Pues no, López Garrido, no. Los políticos que en tus tiempos comunistas hubieras llamado "vendepatrias" no tienen legitimidad para criticar que la gente oiga con respeto y emoción el himno nacional. Y si tuvieran algún argumento legal, que no lo creo, habría que arrumbarlo, derogarlo y aplastarlo por ofender al pueblo español. El himno es de la Nación, no de la Traición. Los que tan cobardemente han renunciado a defender la Nación y la Constitución no tienen derecho a criticar a quienes las rescatan del fango y les rinden el culto cívico que merecen. Desde ahora, todos los actos públicos en defensa de las libertades y contra el terrorismo deberían concluir con el himno nacional. ¿Qué les molesta a los malos? Señal de que es buenísimo para los buenos. "¿Quién puso el himno?", pregunta la Traición. "Fuenteovejuna", responde la Nación."

Ya sólo nos faltaba esto: que un Gobierno antiliberal, antidemocrático y antinacional censurase la utilización del himno nacional por la mayor concentración de españoles que se ha visto nunca en la capital de España. Ni cabe mayor envilecimiento ni era imaginable hace apenas dos años que un representante del partido en el Gobierno pudiera llegar tan lejos en la afrenta y caer tan bajo en el ejercicio del Poder. Diego López Garrido, cuya única razón verosímil para ocupar el cargo de portavoz o portacoz parlamentario socialista es que echemos en falta a Rubalcaba, ha tenido la cara dura de decir que el PP "ha querido quedarse con la lucha contra el terrorismo, luego con la bandera y ahora con el himno". Por desgracia, no tanto como debería en los tres casos.

Pero que un partido y un Gobierno que se arrastran ante la ETA desde hace un año, sin muertos y con muertos, en lo parlamentario, en lo fiscal, en lo político y en lo judicial pretenda una especie de primogenitura sin hermanos, es decir, un monopolio vacante en la lucha antiterrorista es algo más que un sarcasmo. En la jerga retroprogre podríamos decir que una sarcasma.

Que un partido que en una reciente manifestación de apoyo a la política de claudicación del Gobierno ante la ETA no sacó una sola bandera nacional a la calle –salvo que se considere tal a la tricolor de la Segunda República, que cualquier tonticrófono (o sea, tonto con micrófono) debería llamar "preconstitucional"– se atreva a censurar que en una manifestación convocada por el Foro Ermua, dirigido por socialistas de toda la vida, no como el veterocomunista López Garrido, y a la que acudió millón y medio de personas, decenas de miles de ellas lo hicieran portando la bandera nacional, va más allá del sarcasmo y la sarcasma para hundirse en la injuria a los ciudadanos que le pagamos el sueldo a este distinguido diputado inútil, que estaba mejor de culiparlante que de portavoz de nada.

Que un partido y un Gobierno, en fin, que se negaron a ir a esa manifestación en defensa de la nación española y sus libertades, que han insultado a sus convocantes y a sus manifestantes, que han manipulado en sus televisiones lo que allí pasó y cómo pasó, se atrevan a censurar que se toque el himno nacional al terminar la más emotiva y masiva concentración que hayan tenido lugar contra el terrorismo y la negociación con la ETA es una auténtica provocación, un insulto, una injuria, una befa y una mofa a todos los que física o moralmente estuvimos allí. Contra el terrorismo, con nuestra bandera y con nuestro himno, abandonados por un Gobierno, este, cada vez más abonado a la Traición.

Pues no, López Garrido, no. Los políticos que en tus tiempos comunistas hubieras llamado "vendepatrias" no tienen legitimidad para criticar que la gente oiga con respeto y emoción el himno nacional. Y si tuvieran algún argumento legal, que no lo creo, habría que arrumbarlo, derogarlo y aplastarlo por ofender al pueblo español. El himno es de la Nación, no de la Traición. Los que tan cobardemente han renunciado a defender la Nación y la Constitución no tienen derecho a criticar a quienes las rescatan del fango y les rinden el culto cívico que merecen. Desde ahora, todos los actos públicos en defensa de las libertades y contra el terrorismo deberían concluir con el himno nacional. ¿Qué les molesta a los malos? Señal de que es buenísimo para los buenos. "¿Quién puso el himno?", pregunta la Traición. "Fuenteovejuna", responde la Nación.

Federico Jiménez Losantos
Libertad Digital, 05-02-2007