jueves, 14 de junio de 2007

Ciutadans se derrumba: lluvia de críticas contra Rivera, mientras las filiales de Madrid y Andalucía hacen aguas

La situación interna de Ciutadans se complica por momentos. El congreso extraordinario que se celebrará a finales del mes de junio promete ser movido y los sectores más críticos con la dirección oficialista que encabeza Albert Rivera toman posiciones. “Rivera es un dictador. Tiene a su alrededor un equipo mediocre que nos está llevando al desastre. Tanto que medio partido quiere darse de baja”, señala una fuente del sector Regeneración Democrática, que se perfila como la oposición más fuerte ante la actual dirección.

Esta corriente, que impulsan, entre otros, Teresa Giménez Barbat, presidenta de la Asociación Ciudadanos de Cataluña, y José March, miembro del comité ejecutivo del partido, ya hizo saber hace algunos días a los militantes su postura. “Desde la dirección, se están desvirtuando los principios que dieron origen a nuestro partido”, señalan los rebeldes en una carta dirigida a sus compañeros.

La misiva añade que “hoy son evidentes, en la dirección de nuestro partido, las posiciones que revelan una sumisión imprudente al personalismo más extremo, al marketing sin contenido, incluso a la frivolidad. Estamos muy preocupados por el funcionamiento interno de Ciutadans. Creemos que es necesaria una regeneración democrática interna que termine con los modos de una dirección personalista”.

Un trabajo que no se ve

“Lo malo que tenemos es que no se trabaja. Nadie sabe qué hacen los diputados. Y la gente de la calle tiene esta misma sensación. Rivera sólo vive para querer controlarlo todo y esto lo que hace es entorpecer el trabajo que hubiera podido hacerse”, señala la fuente anteriormente citada.

En los últimos días, otro movimiento crítico denominado ‘Corriente Zanahoria’ ha irrumpido en la escena ciudadana. Esta corriente, que no tiene un cabeza visible, pero que está impulsada por los críticos más viscerales, distribuye sus consignas por medio de blogs y en foros de Internet y exige, entre otras cosas, la dimisión de Rivera y de Antonio Robles, secretario general. Asimismo, reclama democracia real y participativa y gestión transparente.

Candidatura alternativa

En el próximo congreso, Albert Rivera puede encontrarse con la sorpresa de una candidatura de oposición que podría estar personificada en Teresa Giménez Barbat “para recuperar el debate político y las ideas que dieron sentido al nacimiento de Ciutadans y que hoy se han perdido”.

Desde la dirección oficialista, se trata de controlar las críticas. Tanto es así que Mario Acosta, el cabeza visible de Andalucía, fue suspendido de militancia por haber criticado el personalismo de Rivera. “En estos momentos, los problemas persisten en Andalucía, ya que no dejan a las gestoras cambiar los coordinadores”, dicen fuentes críticas. Los “coordinadores” son los que eligen a los delegados que estarán presentes en el congreso.

Pero no es sólo en el sur donde hay problemas: “La mitad de los militantes de Madrid están descontentos e incluso algunos han hablado de ir a las elecciones al margen del partido. Sin exagerar mucho, podríamos decir que si Ciutadans no resuelve la gran crisis que tiene, podría haber riesgo de ruptura y muchos de nosotros pasarnos a otros movimientos que nos ofrezcan una mayor seriedad”.

En cambio, portavoces oficiales de Ciudadanos de Madrid desmienten que la mitad de los militantes estén descontentos: “el partido está bastante tranquilo”, aunque hace escasas semanas hubiera dos dimisiones y circunscriben los debates a la situación precongresual por la que atraviesa Ciudadanos.



El confidencial digital

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