domingo, 26 de noviembre de 2006

Michaela Hertel: "Europa sabe de la capacidad de creatividad española"


Es la directora de la Fundación Bertelsmann en España, que acaba de presentar su primer Congreso del ciclo "Diálogo y Acción", celebrados los días 23 y 24 de la semana pasada.

Bajo el título "Empresa, sociedad y fundaciones ante los desafíos del futuro", fue inagurado por el Príncipe de Asturias, reuniendo a más de 30 ponentes y 120 invitados de primer nivel que debatieron sobre tres temas: Compromiso Cívico, Responsabilidad Social de las Empresas y Liderazgo Político.


Hertel respondió a las preguntas de Elsemanaldigital.com durante este congreso.

¿Cómo ve la situación de la sociedad civil en España?

Sin duda la estructura de la sociedad civil es cada día más fuerte en España. Los grandes pasos dados para fortalecer la democracia y la participación ciudadana han logrado también la creación de nuevas fórmulas para atender las necesidades mostradas por los ciudadanos como las redes de voluntariado, las asociaciones de consumidores, el papel otorgado a las ONGs de carácter especialmente humanitario y la articulación de movimientos sociales, la mayoría de las veces de forma espontánea, para responder a las carencias del ámbito político o empresarial. España no es conformista y sus ciudadanos saben movilizarse ante sus propias quejas pero todavía no aprovechamos lo suficiente el capital social.

¿Qué puede hacer la Fundación Bertelsmann por impulsar la cohesión social en nuestro país?

Varios son los frentes abiertos, una buena prueba de nuestro compromiso está siendo precisamente la celebración del Congreso "Diálogo y Acción" con el fin de cimentar la co-responsabilidad entre la ciudadanía, el mundo empresarial y el ámbito político.

Una de nuestras primeras actuaciones en esta línea está en fomentar la creación de Fundaciones Cívicas en España. Se trata de fundaciones de ciudadanos para ciudadanos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de su entorno mediante la aportación de pequeñas cantidades filantrópicas, lo que supone una atractiva forma de compromiso ciudadano. Por ello, la Fundación ha creado un Centro de Competencias para la creación de Fundaciones Cívicas y prevé crear un challenge fund para apoyar económicamente la creación de las primeras.

Precisamente y coincidiendo con la apertura de este encuentro internacional, acabamos de presentar el libro Compromiso Cívico. Una publicación que trata de recoger un amplio abanico de opiniones y puntos de vista de expertos para afrontar este compromiso, especialmente, en nuestro país.

¿Qué diferencias observa entre las sociedades que conforman la Unión Europea y España?

Desde la Fundación pensamos que son mucho más importantes y numerosos los signos de igualdad que de diferencia. España es, actualmente, un país totalmente integrado en la Unión Europea, con una democracia consolidada y un desarrollo económico especialmente positivo.

España es un país muy creativo y apasionado en todo lo que emprende.

¿Cuál sería el primer elemento de cohesión entre las clases dirigentes y los representados?

La co-responsabilidad sería el primer elemento de cohesión. En segundo lugar, un diálogo fluido y realista que atienda a los intereses de los representados, que en definitiva son los que deben guiar la acción de cualquier gobierno o Estado.

¿Qué hace la Fundación Bertelsmann en España?

La Fundación Bertelsmann se centra en el fomento y refuerzo del Compromiso Cívico en España, a través de la activa participación de los diferentes actores sociales con el fin de dar respuesta a los problemas con los que se encuentra las sociedades europeas. Nuestro lema, Responsabilidad Cívica, que rige nuestras actuaciones, desde el año pasado, fecha de nuestro décimo aniversario, enmarca nuestros tres proyectos principales: la creación de las Fundaciones Cívicas en España, el fomento de una Nueva Cultura Empresarial y un mayor emprendimiento social por parte de los jóvenes.

Nuestro compromiso con la Responsabilidad Cívica lo demostramos con lo esfuerzos que dedicamos a estos proyectos en términos de aglutinar capital intelectual y ponerlo al servicio de soluciones concretas de actuación y, también, en términos económicos. La Fundación destinará 10 millones de euros hasta 2010 a todos nuestros proyectos encaminados en esta dirección.

Graciano Palomo (El Semanal Digital)(26/XI/06)

Un grupo de profesores de la universidad vasca constituye una plataforma como la de Ciutadans

AGENCIAS26 de noviembre de 2006
Visto el éxito de Ciutadans en las elecciones catalanas, un grupo de profesores de la Universidad vasca tiene previsto copiarles la idea. Para ello esta semana constituirán una plataforma de ciudadanos similar a la catalana que esperan desemboque en la creación de un partido que concurra a las elecciones generales de 2008 y las autonómicas de 2009.


Según informaron fuentes de la citada plataforma, esta previsto que la reunión constitutiva tenga lugar entre el martes y el miércoles en Vizcaya, aunque precisaron que también se han estado produciendo reuniones previas, además de en esta provincia, en Guipúzcoa.

La idea planteada es realizar un proceso similar al que tuvo lugar en Cataluña. Es decir, que primero se creó una plataforma compuesta por una serie de intelectuales. En aquel caso se encontraban Albert Boadella, Francesc de Carreras, Iván Tubau o Arcadi Espada, entre otros.

Manifiesto antinacionalista

Estos impulsaron un manifiesto antinacionalista en el que también acusaban a los socialistas de contribuir a la extensión del nacionalismo y fueron sumando adhesiones. Tras ello, optaron por la constitución de un partido político, aunque ninguno de los intelectuales ha pasado a formar parte de los cargos orgánicos de este partido ahora llamado Ciutadans.

En el caso vasco, la reunión de la próxima semana para constituir la plataforma será de unas 20 personas, entre las que se encuentran catedráticos de Derecho Constitucional, de Historia, Medicina, Ciencias, Económicas y Periodismo de la universidad vasca. El encuentro tendrá lugar en la Facultad de Económicas de Bilbao.

Las fuentes consultadas explicaron que esta plataforma, que aún no ha sido bautizada con un nombre concreto, tendrá el encargo de ampliar las adhesiones y sumar a otros colectivos, también tendrán que ver si hay un espacio político, interés social y apoyo económico para constituir un partido en el País Vasco.

Intención de acudir a las generales de 2008

Si esto fuera así, no se constituiría este partido para presentarse a las próximas elecciones municipales de mayo de 2007, sino que la intención sería estrenarse en los comicios generales de 2008 o en las autonómicas de 2009.
¿A quién se dirigen?

Las fuentes consultadas explicaron que ellos tampoco tienen ningún problema en decir que son vascos y españoles y consideran que los lugares donde podrían obtener votos, en caso de llegar a presentarse a unos comicios, sería de la abstención, del voto joven, y del voto de izquierdas vasco, Izquierda Unida y Partidos Socialista de Euskadi, básicamente.


Informativos Telecinco (26/XI/06)

Rosa Díez comenta Manifestación 25-N

MEMORIA, DIGNIDAD Y JUSTICIA.

Centenares de miles de personas recorrieron ayer las calles de Madrid reclamando algo tan obvio, tan elemental, tan natural, tan democrático, como que los españoles todos, con su Gobierno al frente, tengamos para las víctimas memoria, las tratemos con dignidad y les garanticemos la justicia.

La derrota de ETA es posible. La derrota de ETA implica, como muchas veces hemos sostenido, mucho más que la detención de sus comandos, que el debilitamiento de sus círculos de terror, que la desarticulación de todos sus entramados financieros, logísticos u operativos. Derrotar a ETA significa la deslegitimación absoluta de toda sus historia, de toda su ideología, de todos sus objetivos. La derrota de ETA es la negación total de todo su discurso. Si no existiera esa derrota total, tendríamos que enfrentarnos a una situación como la que ayer mismo Pilar Elías volvía a denunciar, la paz de Azcoitia.


Lo que la entrevista a Pilar --publicada ayer en ABC-- pone de relieve es que si no derrotamos ideológica, semántica y políticamente a ETA, todo será impunidad. Cuesta comprender --hay que vivir aquí y conocer bien ese mundo para entenderlo--, que la madrastra del asesino de Baglieto, el esposo de Pilar, se atreva a decirle a ella, la viuda, la víctima :"A ver si dejas descansar a los muertos". Hay que vivir aquí, en el País Vasco, hay que conocer la impunidad con la que esa gente se ha movido y se mueve por Euskadi , el paraguas institucional por el que se sienten protegidos y exculpados, para poder entender que sea ella, Pilar, quien deba soportar miradas de odio por la calle. Hay que vivir aquí, conocer el entramado de complicidades entre el mundo nacionalista y los terroristas para poder entender que sea en el portal de la vivienda de ella, de Pilar, en el que aparezcan pintadas insultantes, amenazadoras. Y hay que tener mucho valor, mucha fiormeza democrática, mucho coraje cívico, para seguir viviendo, como Pilar, en su pueblo. Hace falta ser muy, muy mujer para seguir soportando ese ambiente y tener la sonrisa pronta y resuelta, el ánimo alto,y la mirada franca. Y para estar, como Pilar, siempre dispuesta a echar una mano a quien lo necesite.


Rosa Díez en su blog Basta Ya

La solución al fracaso escolar

DESDE ayer, volvemos a estar todos de tripartito. Lo que no significa, claro, que estemos todos de enhorabuena. Los habrá más contentos; los habrá menos. Pero quienes nos dedicamos a escribir en los papeles pertenecemos sin duda al primer grupo. La izquierda catalana da para mucho. Esta misma semana, sin ir más lejos, hemos tenido conocimiento -conocimiento tardío, pues la iniciativa data, al parecer, del mes de septiembre- de un llamado plan de mejora de la secundaria que el Departamento de Educación ha puesto en marcha con el fin de rebajar, en la medida de lo posible, este 30 por ciento de fracaso escolar que asola Cataluña.

Pues bien, este plan es algo insólito. Es un plan por objetivos. Como en la empresa privada. Se fijan unos objetivos y luego, en función de los resultados, el interesado percibe una retribución mayor o menor. Sólo que aquí el interesado es un instituto de secundaria, y los objetivos, el porcentaje de alumnos que el propio instituto considera que van a aprobar. Si las previsiones se cumplen, si al término del curso el tanto por ciento de aprobados iguala o supera lo fijado en el contrato programa establecido aquel año entre la administración y el centro docente, este va a recibir, con vistas al siguiente ejercicio, una dotación económica adicional.

Como pueden comprender, los profesores que todavía conservan un cierto apego al oficio están que trinan. Detrás de la medida, no aciertan a ver estímulo ninguno, sino una burda estrategia para obligarles a aprobar a un número cada vez mayor de alumnos, con independencia del nivel de conocimientos que estos alumnos hayan adquirido. La presión de los equipos directivos de los centros va a ser brutal. Dadas las estrecheces por las que suelen pasar los institutos de secundaria, la simple posibilidad de ir incrementando el presupuesto de año en año por encima de lo habitual será un argumento más que suficiente para relativizar cualquier consideración de orden ético o moral sobre los criterios de evaluación que deban regir en el futuro. El único criterio va a ser el económico.

Y si equiparar el rendimiento escolar a los índices de productividad de una empresa ya constituye de por sí una barbaridad, dejar el sistema de evaluación en manos de cada centro, sin someterlo a ningún tipo de control externo, a ninguna prueba común de nivel, a ningún tamiz general y homogéneo, supone no ya una barbaridad, sino una verdadera perversión. Porque, siguiendo con el paralelismo, a esta empresa educativa no la va a regular mercado alguno; únicamente lo que decidan la dirección del centro y el Departamento de Educación, dado que ni siquiera la libertad de cada profesor va a estar garantizada. Eso sí, en unos cuantos años la administración podrá alardear de haber rebajado sustancialmente el fracaso escolar en Cataluña. Y, si tanto se empeñan, hasta es posible que un día desaparezcan los tontos. Entonces, sólo entonces, podrá decirse que Cataluña vuelve a ser, como hace un siglo, la locomotora de España.

XAVIER PERICAY Diario ABC

Rebelión Ciudadana para que no haya rendición ante Eta


De éxito, por la capacidad de convocatoria y ausencia de incidentes, hay que calificar la multitudinaria manifestación que ayer recorrió las calles de Madrid a iniciativa de la AVT en contra de la negociación del Gobierno con ETA por la forma en que se desarrolla. El lema, Rendición, en mi nombre no, resume el sentir de muchos ciudadanos, que ven en el proceso de paz una traición a la memoria de las víctimas, porque puede implicar cesiones a los terroristas que socavarían el Estado de Derecho.

Hay argumentos suficientes como para sustentar el escepticismo, cuando no la inquietud, respecto del camino emprendido por el Ejecutivo. Ayer mismo Batasuna advertía de que es imposible llegar a un acuerdo que ponga punto y final al terrorismo en el marco de la Constitución. O sea, o hay rendición del Estado o no hay paz. Asistimos a un nuevo órdago a Zapatero, que no cesa de poner paños calientes a los desplantes de ETA. Es esa ambigüedad del discurso del presidente la que genera desconfianza. Dice defender a las víctimas pero a la vez legitima a sus verdugos; esgrime la Ley de Partidos y en cambio no descarta la concurrencia de Batasuna a las elecciones sin que condene expresamente la violencia etarra; se felicita por la marcha del proceso mientras crece la violencia en el País Vasco; reclama el compromiso del principal partido de la oposición pero fue el primero en traicionarle con episodios como la reunión de Patxi López con Otegi.

Zapatero tiene hoy graves problemas para que la opinión pública confíe en su plan. El primero y principal, que los violentos no han hecho una sola cesión en sus objetivos políticos. Todo lo contrario, sus propósitos dinamitan abiertamente el Estado democrático. Al responder con tibieza a esos desplantes -ya sea tras el robo de pistolas, el incremento de la kale borroka o las amenazas de los etarras a los jueces- alimenta la imagen de estar maniatado por una causa en la que ha volcado mucho de su capital político. No es extraño que a ojos de una parte nada desdeñable de la sociedad estemos más ante un ejercicio de voluntarismo que ante un acierto estratégico en la lucha contra el terrorismo. Tampoco ha conseguido sumar ni a las víctimas ni al PP, cuya plana mayor secundó la protesta de ayer. A las víctimas las ha soliviantado con una crítica de trazo grueso al acusarles de ser un mero ariete contra el Gobierno. En su discurso al término de la marcha, el presidente de la AVT le recordó, con un buen puñado de citas de dirigentes socialistas, que quien ha cambiado de criterio ha sido su partido. Por cierto, es una falta de seriedad la guerra de cifras que ofrecieron la Comunidad de Madrid (1.300.000 manifestantes) y la Delegación del Gobierno (129.715), que desprestigia por igual a ambas instituciones, pues es obvio que no había ni tantos ni tan pocos.

Zapatero debería empezar a sacar conclusiones de la presión de la calle, que ayer llevaba pancartas, pero que asoma también en sondeos tan poco sospechosos como los del CIS. Hay una rebelión cívica, en palabras de los convocantes, para que cambie de rumbo. Pero lo que ayer se le pedía, al menos explícitamente, no era que no negocie, sino que no se rinda, y el matiz le da margen para mantener vivo el proceso. Pero ha de ser con otros parámetros. No instrumentalizar la Justicia a través de la Fiscalía -con ello se alientan las ansias de venganza, como advierte hoy en una dramática entrevista una de las víctimas del atentado de Hipercor-, mantener la presión policial sobre los terroristas mientras no den signos inequívocos del abandono de las armas y retomar el diálogo con el PP deberían ser los primeros pasos.

Editorial de El Mundo
26-11-2006